¡EXTRA! ¡EXTRA!
En las mañaneras de ayer y de antier, el presidente abordó un par de temas de política exterior: el día 9, los Principios Constitucionales de Política Exterior. También afirmó: “venimos de un movimiento que siempre a luchado por la igualdad, la justicia y por la independencia de los pueblos.”
Primero, es de extrañar que la libertad ni la mencione ¡Ojo! Padecemos por su autorización, trato preferencial a personajes con cercanía al presidente. Sin embargo, en todos estos casos, hay notorias diferencias del trato recibido, de cuestionable legalidad, respecto del que reciben el resto de los delincuentes mexicanos. La Fiscalía ha mutilado su propio ejercicio constitucional y de la legislación penal: consecuentemente, los criterios de su ejercicio de la función pública, no son tan igualitarios como afirma. Y por tanto, su gobierno es injusto.
“Los Principios Constitucionales de nuestra política exterior: No Intervención y Autodeterminación de los pueblos” ¡Maravillosos Principios! Legado juarista al mundo, constituye la columna vertebral de nuestra tradición internacionalista decimonónica y liberal: La No Intervención y Autodeterminación, rigen las relaciones entre potencias, virtud fundacional de la ONU, creada al término de la Segunda Guerra Mundial PERO NO SON TODOS LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES -aplicación parcial de la Ley (primer aviso).
Dichos Principios Constitucionales, adquirieron rango constitucional (mayo, 1988), por el presidente de la Madrid. Principios desatendidos por esta Administración (segundo aviso).
Habló de su gira a países exclusivamente señalados como dictatoriales: “Repitió que ha sido muy provechoso. Que… tenemos qué ver hacia el sur y no darles la espalda, a los países de nuestra América. Buscar, como lo estamos haciendo, la unidad de toda América.”
No dijo qué acciones o acuerdos ha realizado para alcanzar la “unidad de toda América”. Tampoco señaló qué es lo que “estamos haciendo” ni con quién: Qué “estamos haciendo” por esa Unidad, con los países que tienen diferencias con sus premieres aliados.
Respecto del norte, afirmó: “Mantener nuestras relaciones respetuosas, de integración económica, con América del Norte, en especial con los Estados Unidos. Integración económica con respeto a nuestras soberanías. Algo que hemos logrado.”
Destaco la distancia emotiva de entusiasmo nulo por el “proceso de integración económica” con los EEUU y Canadá. Acaso piense en los EEUU con la visión del s. XIX: “green go”, cuyo epítome coincidió con “Vecinos distantes”, de Alan Riding (1985).
Los EEUU no son más sólo el Imperio. En los Estados Unidos hoy, tiene gran presencia mexicana binacional, constituimos una fuerza motriz para la economía norteamericana y son oxígeno puro para las finanzas mexicanas. Los emigrados nacionales allá, tienen presencia creciente en la economía, pero más allá de la mano de obra, ganan reconocimiento e importancia cada día en todos los espacios públicos, sociales y culturales: cabe señalar que Javier Becerra, ministro de Salud de Biden, es mexicano emigrado, que anteriormente fue fiscal de California -donde hubo elecciones “municipales” de Condados, en la que los emigrados mexicanos, ganaron 67 Concejalías, de 76. Geométrico crecimiento de la presencia mexicana en California, para la siguiente elección: Hay un despertar: antes de esa elección, en octubre pasado, de 76, teníamos 6 Concejalías.
¡EXTRA! ¡EXTRA! Tercer Aviso: el presidente debe reflexionar las prioridades de la nación. Ciertamente que no debemos olvidar el sur y a nuestros pueblos hermanos ¡Claro que no! Pero en el norte, no es que estén hermanos nuestros ¡estamos nosotros mismos! Han tenido qué dejar México, sufren racismo y múltiples abusos laborales, y aún así, son de importancia estratégica para los EEUU y son también, el mayor flujo de divisas al país ¿Y Andrés Manuel habla de relaciones respetuosas?
Allí, señor presidente, están nuestros padres, hermanos, primos ¡Hijos! Emigrados o ilegales, requieren de nuestro apoyo activo y especialmente, del presidente de la República: son los que devengan un tercio de la economía de nuestro país. Por favor, cuídelos.
Es inconmensurablemente limitado, el Presidente, al concebir y decir, que es respetuoso de “nuestra integración económica”: nuestra vinculación con una sexta parte de la población de los EEUU, es de sangre y nacional, no meramente económica. Nuestra vinculación creciente y dinámica en Norteamérica, ES MUCHO MÁS PROFUNDA Y DE ALCANCES FANTÁSTICOS LA EVOLUCIÓN DE LA CIVILIZACIÓN HUMANA y de mucho más amplias fronteras, que del ámbito comercial.
Lo que limita su visión, y más gravemente, para el “Destino Manifiesto” de América para los mexicanos de América (?!).
Dicho por el Siervo de la Nación, José María Morelos Y Pavón -en 1812-: “los derechos inalienables para todos los hombres (hombres y mujeres, está claro) de América mexicana.”
La vinculación con el resto de Norteamérica, ensancha sus límites y fronteras a la demografía territorial y de los más diversos ámbitos de desarrollo vanguardista culturales, de presencia ciudadana, consciencia y participación, influencias multidisciplinarias, de poder y definición electoral.
Su visión etnocéntrica, malinchista y “antigabacha” ¿O qué otra cosa es? limita el desarrollo del potencial nacional en el extranjero (en tierras originalmente nuestras), de los emigrados de nuestra Patria -e ilegales-, por la misma visión simplista de los gobiernos hacia el interior, que obstruye y colabora en la contención del florecimiento de esa nueva y poderosa expresión mexicana, de la comprensión que necesitan nuestros emigrados y que significa también, el renacimiento y reconstitución, de la Verdadera Nación de los Estados Unidos de América.
¡Quihúbole!