Ricardo Del Muro / Austral
El gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, anunció la adquisición de una flotilla de drones artillados y un perro robótico para reforzar la seguridad en la frontera sur. Además, se invertirá en sistemas de vigilancia avanzados, vehículos blindados y armamento moderno para mejorar la capacidad de la Guardia Estatal.
Ramírez Aguilar en sus redes sociales destacó: “¡En Chiapas, la seguridad está a la vanguardia con la tecnología que fortalece la paz!”. En un evento donde se presentó la Universidad de Seguridad Pública del Sureste y de la Guardia Estatal, el mandatario chiapaneco, recalcó: “La adquisición de equipo de alta tecnología, como sistemas de vigilancia avanzados, vehículos blindados y armamento moderno, será una estrategia vital para mejorar la capacidad de nuestra Guardia para el adecuado cumplimiento de sus funciones”.
La estrategia de vigilancia tecnológica de la frontera sur, que parece estar inspirada en los modelos del Pentágono y de las agencias de seguridad estadounidenses, ha sido puesta en marcha casi un mes después de la emboscada en que fueron asesinados cinco policías estatales y del conflicto diplomático que se suscitó tras la polémica incursión de un grupo integrante de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal al territorio guatemalteco, donde se registró un enfrentamiento en el que fueron abatidos cuatro presuntos sicarios, entre ellos Baldemar Calderón Carrillo, alias “el Tío Balde”, presunto jefe del cartel Chiapas Guatemala que operaba en la zona fronteriza.
Este episodio, registrado el 10 de junio, significó el primer roce internacional del gobierno de Claudia Sheinbaum, que reprobó la acción de los Pakales, advirtiendo que no se puede violentar la soberanía de un país, un tema especialmente delicado en estos momentos, después de que el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, ha pretendido que sus fuerzas armadas ingresen al territorio mexicano para combatir a narcotraficantes.
El hecho también revivió el debate sobre cómo garantizar la seguridad en la frontera sur de México sin escalar tensiones diplomáticas, considerando que ya en el pasado se han registrado incidentes con las autoridades guatemaltecas e incluso se han tensado las relaciones – debido a las incursiones de los kaibiles en los campamentos de refugiados en los años ochenta del siglo pasado – o se ha llegado a la ruptura, como sucedió en 1958 cuando unos pescadores mexicanos fueron atacados por aviones chapines.
En esta ocasión, afortunadamente, el incidente no tuvo consecuencias negativas. El gobernador Ramírez Aguilar se reunió con el embajador de Guatemala, Edgar Armando Gutiérrez, donde se acordó retomar la Mesa de Seguridad Binacional entre México y Guatemala, para los lazos institucionales de cooperación en beneficio de nuestras fronteras y, aunque no se señaló textualmente en el comunicado, el principal objetivo es fortalecer la seguridad.
La frontera sur de México ya no solo es punto de tránsito migratorio ni escenario de crisis humanitaria: se ha convertido en un campo de batalla estratégico para los grupos del crimen organizado. Ante esta creciente disputa territorial entre cárteles, el gobierno mexicano ha comenzado a desplegar una estrategia para recuperar el control de esta importante región donde, incluso, se pretende crear un polo de desarrollo industrial.
En los últimos años, informes de inteligencia federal han confirmado que cárteles mexicanos, maras centroamericanos y grupos armados locales se disputan rutas, cobros de piso, tráfico de personas y contrabando de armas y drogas en la frontera con Guatemala. El vacío institucional y la débil presencia del Estado han permitido que estos grupos consoliden redes de control territorial, muchas veces camufladas como transportistas, vigilantes comunitarios o coyotes.
Ante esta situación, el gobernador Ramírez inició su gobierno con la prioridad de restablecer la paz y la seguridad en Chiapas, creando la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, además de mejorar el salario, el armamento y los vehículos de la policía estatal que ahora, con la aprobación del Congreso, se llama Guardia Estatal, “lo que da certeza jurídica para aplicar políticas públicas que contribuyan a la paz y el orden social, en coordinación con la Guardia Nacional”.
De igual manera, se ha anunciado la llegada de un helicóptero artillado, Black Hawk de tipo militar, para fortalecer las labores de seguridad en la zona fronteriza, principalmente en el área de Frontera Comalapa, que se mantiene como el municipio más peligroso de la entidad.
Y, como parte del “fortalecimiento integral de la estrategia de seguridad”, el gobernador Ramírez destacó la adquisición de la unidad móvil Kanan, un vehículo blindado, equipado con tecnología de vigilancia, comunicación satelital, sala de crisis, cocina, dormitorio, autonomía solar y drones artillados, con capacidad para 24 personas y para operar en zonas remotas. RDM