Redacción MX Político.- En un breve boletín, la Cancillería mexicana indicó que su titular, Marcelo Ebrard Casaubón, “enfatizó” por teléfono a Mike Pompeo ayer la “disposición del Gobierno de México para colaborar con las distintas autoridades del Gobierno de Estados Unidos” respecto a la pandemia de covid-19.
La Cancillería no indicó si, entre los temas que abordaron los jefes de la diplomacia de México y Estados Unidos, estuvo la intención del gobierno de Donald Trump de devolver a México “de inmediato” y sin debido proceso a todos los migrantes y solicitantes de asilo que lleguen a su territorio por su frontera sur, sin importar su nacionalidad.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) había mantenido esta llamada telefónica en secreto, hasta que el Departamento de Estado informó hoy sobre la misma comunicación: en una declaración anecdótica, planteó que Pompeo expresó a Ebrard su “interés en prevenir una mayor transmisión comunitaria y en desarrollar una respuesta efectiva y coordinada ante el covid-19”, según reveló Apro.
Respuesta tardía
Ayer, la misma SRE ofreció una respuesta tardía a la revelación sobre la inminente aplicación de la medida antimigrantes, que publicaron varios medios estadunidenses a tempranas horas de la tarde: pasadas las 10 de la noche, la Cancillería emitió un escueto comunicado, en el cual indicó que “no ha recibido una solicitud formal” de Washington.
Agregó que “en caso de que se materialice dicha propuesta, una vez que la recibamos formalmente, el Gobierno de México analizará sus alcances y actuará de manera soberana, en defensa de sus intereses, considerando, entre otros, la salud pública y los derechos humanos”.
En otras palabras: después de la llamada telefónica con Pompeo, el gobierno mexicano por lo menos no rechazó públicamente la nueva medida antimigrante de Trump, la cual agravaría la crisis de refugiados en la frontera norte provocada por la aplicación de los Protocolos de Protección a Migrantes, mejor conocidos como el plan “Quédate en México”.
El gobierno mexicano siempre sostuvo que “Quédate en México” fue producto de una decisión unilateral del gobierno de Trump, y que México aceptó a los solicitantes de asilo devuelltos –más de 60 mil a la fecha– por razones “humanitarias”; sin embargo, ya quedó comprobado que el equipo de Ebrard negoció y pactó ese plan con la administración estadunidense durante el periodo de transición.
jvg