* Tras la detención del diputado local por los presuntos delitos de acopio de armas de alto poder y posesión de drogas, inició la debacle del Partido del Trabajo, al que Edgar Hernández evidenció como aliado del Grupo Universidad a través de Damián Sosa Castelán; para sumar más desgracias al PT, su dirigente estatal asegura que tienen la fuerza suficiente para ir solos en el 2024, cuando todos saben que si Morena los deja a la deriva, difícilmente podrán salir adelante en las urnas
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial de Expediente Ultra
Los audios filtrados en las redes sociales donde se escuchan con claridad diversas conversaciones del hoy indiciado diputado local del Partido del Trabajo, Edgar Hernández Dañu, con presuntos miembros de la delincuencia organizada, donde se evidencia la compra de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas y los acuerdos con el Grupo Universidad, propiamente con Damián Sosa, representan el principio del fin de una mafia política que está en la mira de la Procuraduría del Estado, pero también de la Fiscalía General de la República (FGR), por la gravedad de los delitos que pueden configurarse.
El lenguaje procaz empleado por el legislador de marras, que no respeta ni a la investidura presidencial, no deja lugar a dudas de la baja catadura e intereses turbios que unen a Hernández Dañu y a Damián Sosa, operador visible de la mafia enquistada en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), tras la revelación de los manejos turbios de su hermano Gerardo con los recursos de la Máxima Casa de Estudios y su ilegal triangulación en bancos del extranjero.
En esta alianza política con tintes delictivos, el Partido del Trabajo ha salido seriamente dañado al grado de que la diputada Tania Valdez Cuéllar, tuvo que definir en la tribuna del Congreso Local su posición deslindándose del delincuencial Grupo Universidad. “No pertenezco a este Grupo, pertenezco al pueblo”, expresó tras dejar una lapidaria reflexión sobre este partido: “No es la única ocasión en que he sentido demasiadas amenazas, demasiada interferencia para poderme desempeñar como diputada”.
Y es que tras la detención de Edgar Hernández en su domicilio del municipio de Hixmiquilpan, el pasado 21 de septiembre, donde las autoridades le encontraron drogas como marihuana y otras sustancias cristalinas, así como cargadores, cartuchos útiles y armas cortas y largas, el PT inició una caída libre, de la mano del Grupo Universidad, que nadie puede parar.
Su dirigente estatal, Javier Vázquez Calixto, lejos de adoptar una posición objetiva de los abrumadores hechos, ha asumido la defensa de su diputado local, con argumentos tan absurdos y banales como el decir que la detención del presunto delincuente forma parte de un “revanchismo político” de ciertos funcionarios estatales por la supuesta defensa que Hernández Dañu ha hecho del Valle del Mezquital. Tampoco se midió cuando comenta que en su partido “tienen la capacidad suficiente para enfrentar solos” el proceso electoral del 2024.
Ese mismo tenor de soberbia es el que se escucha en uno de los audios del hoy procesado legislador del PT, cuando habla del pacto con el Grupo Universidad y de que en Alfajayucan “traen un candidato fuerte”. “Ya vamos a hacer un acuerdo el sábado con el Grupo Universidad. El sábado viene Damián Sosa para hacer un contrapeso”.
Santiago Nieto Castillo, encargado de despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), declaró de manera puntual que de comprobarse la autenticidad de los audios, se procederá a dar vista a la FGR, por delitos graves como la compra de armamento de alto poder a un grupo de la delincuencia organizada, como fusiles Galil y cuernos de chivo que, como asegura el ahora detenido, él mismo probó para comprobar su buen estado.
De toda esta gama de delitos, hay otro relacionado al tema de financiamiento ilícito a las campañas electorales del ámbito local y cuyo hilo conductor puede abonar otra ilegalidad más a la operación política del Grupo Universidad pues el propio Fiscal Anticorrupción, confirmó hace unos días que existen dos vistas de autoridades federales con relación a un presunto desvío de recursos de la UAEH hacia empresas particulares de la familia Sosa Castelán.
En lo político, fue la propia Coordinadora de los Comités de Defensa de la 4T, Claudia Sheinbaum Pardo, quien remachó los clavos en la cruz tanto del PT como de su alianza con el Grupo Universidad, al dejar en claro que la situación de una probable alianza de Morena con el PT, de definirá en sus cauces legales ante la detención del diputado Edgar Hernández.
No se requiere de mucha ciencia o reflexión para saber que sin Morena de la mano, el Partido del Trabajo en Hidalgo, es un cascarón vacío. Situación que se torna más crítica cuando el presunto delincuente encubierto de diputado local, deja en claro el acuerdo político con la nauseabunda “Sosa Nostra”.
Las investigaciones seguirán su curso poniendo contra la pared a estos mafiosos que han empleado la política para delinquir en contra de los intereses de la sociedad. La justicia a veces es lenta, pero segura. Esperemos que personajes como Hernández Dañu, Javier Vázquez Calixto, Damián Sosa y otros más, no estén en las boletas electorales para cargos de elección en Hidalgo, en el 2024.