Héctor Calderón Hallal
La sucesión gubernamental en la vecina y conurbada entidad, refleja el grado de complicación de la ecuación política en este país, donde la base numérica dejó hace tiempo de ser unitaria y se volvió de ‘base 3’ o ternaria; esto es, que hay por lo menos tres frentes ideológicos opcionales, en que se dividirá el universo de la votación.
Hasta antes de 1997 por ejemplo, la base fue unitaria porque sólo ganaba un solo partido, el PRI, esencialmente, hasta que llegó el PRD a los primeros estados donde tuvo presencia y posibilidad ganadora, por lo que la ecuación se volvió binaria (base 2) y lo mismo le sucedió al PAN, que al consolidar su presencia con el triunfo a nivel nacional en el 2000. Entonces la ecuación electoral nacional se tornó de base 3… o ternaria, desbalanceada.
Pero a más complicación y a causa de que las constantes (personajes o políticos) no crecieron y no resultaron funcionales o atractivas al electorado, esa gran ecuación de tercer grado llamada ‘el sistema electoral’ dejó de agruparse en partidos aislados y lo hace desde por lo menos el 2006, en frentes o alianzas electorales, sean de tipo formal (con registro aceptado por el INE, árbitro electoral)… o como simples alianzas de ‘facto’; o incluso en su otra clasificación por los fines que persigue: alianzas electorales, legislativas y/o gubernativas o de coalición.
Este año próximo no será la excepción: Una elección ternaria o ‘de tercios’, estaría llevando a consolidar la que será, sin lugar a dudas, la más interesante de las contiendas en todas las entidades del país, pues será finalmente, de ‘pronósticos reservados’… nadie puede asegurarse el triunfo aún.
En esos tres frentes, que son el del PRI-PAN-PRD; el del frente oficialista encabezado por Morena y sus aliados PT-PVEM; y en el encabezado, hasta donde se vislumbra desde hoy, al de Movimiento Ciudadano sólo… será donde se resentirán sin duda los estragos de esa próxima batalla por el poder.
Por lo que representa el Estado de México para el país, con su 9.1% de aportación del PIB nacional, sólo por debajo de la Ciudad de México; pero no sólo en el plano socio-económico y cultural, sino en el plano político, muchos observadores ya ven desde hoy, que la batalla electoral será fratricida y que incluso, se corre el riesgo de que Del Mazo Tercero pierda el poder por primera vez en la historia de esa entidad, si no hace ponderaciones en el marco del diálogo y la unidad interna de su partido.
El riesgo además se robustece, ante el notable interés que tiene el presidente López Obrador de inyectar un nivel de recursos públicos -vía apoyos y programas institucionales- sin precedentes en esa elección, con tal de ganarla para sus correligionarios.
Por lo pronto, este es un embrionario trabajo que pretende ser un modesto análisis de las estructuras de cada una de los frentes políticos, sería esta:
Aferrado el gobernador Alfredo Del Mazo Maza, a una especie de moda o ‘capricho estereotipado’ de impulsar a una candidata mujer, como lo ha llegado a declarar en los últimos días: “ya es tiempo de las mujeres en el Edomex”, gana terreno por tal, Alejandra Del Moral frente a un Ernesto Némer, que es indiscutiblemente el otro “gran favorito”, pero ante todo, el más apto para gobernar la entidad mexiquense en los próximos seis años, ni se diga para encabezar una candidatura fuerte y digna representando a su partido, el PRI.
Aparejada a la definición del presidente López Obrador de abrir la discusión pública sobre los posibles aspirantes a sucederlo, en todas las corrientes e instituciones políticas del país, el gobernador mexiquense Alfredo Del Mazo, dió también el ‘banderazo’ la semana pasada, para que en su entidad se empiece a discutir el tema, específicamente en lo que concierne a su partido de origen el PRI.
El gobernador Alfredo Del Mazo realiza ya entonces, bajo esa lógica, sus primeros escarceos, cifrados en el lenguaje tradicional del otrora invencible partido de la revolución (PRI) hacia el 2023.
En lo corto, en charlas privadas el gobernador asegura que será un perfil ‘netamente priísta’ el de quien encabece la coalición en Edomex de cara a la elección de 2023.
Con lo que queda de entrada descartada la posibilidad de cualquier coalición o alianza electoral ‘de facto’; incluso con el MC -como en algún momento festinó por anticipado Dante Delgado– quedaría prácticamente descartada.
Del Mazo Maza está convencido de que son “tiempos de las mujeres”, una definición que parecía favorecer a Alejandra Del Moral, una de las priistas más cercanas al gobernador.
No obstante, no excluye del todo a su ‘hombre fuerte’, el indiscutiblemento cercano y experimentado Ernesto Némer, coordinador de su campaña en 2017 y actualmente secretario general de Gobierno.
Se trata de una figura histórica del tricolor en el Estado de México, con participación en prácticamente todos los gobiernos estatales desde la gestión de Emilio Chuayffet.
Así entonces, el gobernador Del Mazo ha comenzado a intercambiar juicios e impresiones con el senador Eruviel Ávila y en esos intercambios el exgobernador se alinearía, según trasciende, con la nominación de Alejandra Del Moral.
Pero a como puede ser una real estrategia de Del Mazo para legitimar a quien desea que sea la nominada tricolor a sucederlo, también puede tratarse de eso a lo que nos referimos líneas atrás: “meros escarceos”.
Entonces, no debe descartarse de ningún modo, a los políticos priístas que otra gran línea de poder respalda, como lo es, dígase lo que se diga, la del Presidente Nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas ‘Alito’, como lo son:
La diputada Ana Lilia Herrera, quien incluso en los últimos días estaría intentando fraguar una mancuerna con el panista Enrique Vargas, candidato fuerte del PAN en el Edomex.
Así como los diputados Ricardo Aguilar, de gran rentabilidad electoral , de arrastre con la población civil de la entidad y quien hace once años estuvo cerca de ser el nominado a la gubernatura al mostrar ‘tanta o más penetración en la población’ que Eruviel Ávila; era de hecho el favorito de Enrique Martínez y Martínez, delegado del CEN del PRI… sólo que Peña Nieto se decidió por Eruviel Ávila.
Y por último, el diputado federal Carlos Iriarte.
Esos son las tres cartas de ‘Alito’ Moreno para la nominación priísta en el Edomex. Los tres con indiscutibles atributos y estatura política.
Se anticipa entonces un fuerte forcejeo entre los afanes del gobernador Del Mazo y el dirigente ‘Alito Moreno’.
Ahora, analicemos las trayectorias de las mujeres que, al interior del PRI son ahora una opción: Alejandra Del Moral fue alcaldesa, diputada, directora del Banco hoy del Bienestar, por su relación muy cercana con Luis Videgaray. Y ha sido titular de secretaría de Estado varias veces en el Edomex y dos veces presidenta del PRI estatal.
Por su parte, Ana Lilia Herrera ha sido alcaldesa de Metepec y Senadora, directora de Comunicación Social con Arturo Montiel, diputada local y federal ahora. En ambas ocasiones ‘ganó por tierra’.
Muy vinculada al gobernador Arturo Montiel.
Una mujer amable, educada… pero no goza de la simpatía del Gobernador a por alguna razón desconocida.
Hay dos personajes que no alcanzaron a crecer lo suficiente en el ánimo del electorado y que, de momento, se quedan a esperar mejores tiempos.
Se trata del líder del Congreso del Estado, Elías Rescala Jiménez, de quien dicen se sentía ya con la nominación priísta pero que sus actitudes prepotentes obraron en su contra; y el optimista Frank Guzmán, ciertamente sin posibilidades, pero que se aferra a ser tomado en cuenta, sin noción de la realidad. Guzmán fue Jefe de la Oficina de EPN durante su mandato en la entidad.
El panista Vargas presiona por su lado y los tres prospectos de Morena, tanto Delfina Gómez, Horacio Duarte e Higinio Martínez, son francamente tres productos a los que hay que inflar con mucha mercadotecnia y dinero público de por medio.
Es un hecho que Movimiento Ciudadano lanzará a Juan Zepeda, el senador actual, exalcalde de Nezahualcóyotl, quien fuera candidato a gobernador por el PRD en la contienda pasada. Dante Delgado está decidido con él.
Al final se impone un solo criterio. El más deseado en esta próxima elección local del 2023, como en la federal del 2024: Que esos valores constantes , como dimos en llamar a los actores políticos al inicio de la entrega, puedan medirsae, antes que sus atributos físicos o biométricos, de extracción socioeconómico o hasta de formación ideológicca, puedan ser ponderados , medisos, comparados, -se insiste- a partir de sus proyectos de entidad o de nación que conciban… de sus proyectos de trabajo en beneficio de la sociedad civil. Pues de nada sirven grandes trayectorias, de muchas décadas deambulando sin pena ni gloria de un puesto a otro, con historias de riquezas amasadas al compás de la complicidad y la sinvergüenzada, si no hay en esas almas un mínimo criterio de servicio al prójimo.
Pues… “Quien no vive para servir… no sirve para vivir”... en sociedad.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@pequenialdo; hchallal99@gmail.com