Por: Ricardo Aguirre Cuellar
Estimado amigo; en estas últimas tres semanas han sucedido dos eventos que habrán de marcar los tiempos por venir.
El primero fue la renuncia de Joe Biden como candidato a la reelección por la presidencia de Estados Unidos, situación que se veía muy remota, pero que dado el mal desempeño en el primer debate de este con Trump y sus dislates, era casi obligado y más por la presión que se ejercía para que dejara la candidatura y no arriesgará el triunfo del partido Demócrata, ante un Trump que en esos momentos se veía imbatible, con lo cual el riesgo de trastocar la democracia liberal y generar una autocracia era un grave riesgo y no nada más para los estadounidenses, sino para todas las democracias liberales del mundo.
Así entonces la renuncia de Biden no por esperada fue sorpresiva y es que bajarse de una contienda de tal magnitud, no deja de ser una decisión de la mayor trascendencia, pues lo que estaba en juego no era poca cosa. La Presidencia de Estados Unidos y la supervivencia de la democracia liberal como
la conocemos.
De ahí la importancia de la renuncia y el giro histórico que toma la contienda de este próximo 11 de noviembre, que con la definición de Kamala Harris como sustituta de Biden, las fuerzas político electorales se equilibraron para los demócratas, poniéndole un alto al energúmeno de Trump en sus aspiraciones, que sin lugar a dudas lo dejó anonadado, pues no esperaba esa vuelta de tuerca, para la que no estaba preparado y así lo ha dejado ver en estas semanas, cuando casi desaparece de la vitrina informativa que había acaparado y por sus desafortunadas declaraciones, que han permitido a una Kamala Harris posicionarse de forma rápida y categórica, por encima de la añeja candidatura de Trump.
Este relevo generacional no esperado de Kamala Harris por Joe Biden vino a refrescar el ambiente cargado de odio nacionalista, misoginia y racismo que, en los últimos años a esparcido Trump como cizaña, tanto en Estados Unidos como en muchos otros países incluido el nuestro, donde el déspota de palacio la usa como parte de su arsenal político discursivo. Para denostar y acribillar a los opositores y críticos.
Por eso la importancia de estos sucesos y el cambio de rumbo, primero de una contienda que casi tenía en la bolsa el delincuente candidato republicano y muy seguramente después con su derrota en noviembre, como se empieza a perfilar. Y más aún, por el agotamiento del discurso difamatorio y porque Trump cayó en total confusión con la sorprendente jugada.
Que como efecto mariposa ya produce otras consecuencias.
Que es el otro evento de singular importancia.
Como la sustracción del territorio nacional del Mayo Zambada y su traslado y detención en Texas, lo que bien puede inscribirse en esas consecuencias que quizás de seguir siendo candidato Joe Biden no habría tomado tal decisión, pero que ahora dedicado en cuerpo y alma a la conclusión de su mandato y a efecto de fortalecer la candidatura de Kamala, da un espectacular golpe al crimen organizado con la detención del Mayo y con ello hace saber a López, quien tiene el sartén por el mango. Y de paso por supuesto restarle importancia a la retórica belicosa trumpiana de la invasión militar a nuestro país, para detener a los capos del crimen.
Que tan apapachados están por el gobierno de López y que hoy están desnudados por las recientes revelaciones del Mayo donde involucra al gobernador de Sinaloa Rubén Rocha, como parte del entramado y complicidad que lo secuestro y sustrajo del país, para entregarlo a la justicia gringa.
Y más si asociamos esta estrategia con el perfil profesional de Kamala como ex Fiscal General de California en épocas de la presidencia de Obama.
Así entonces va tomando relevancia el cambio de estafeta y por supuesto el cambio de estrategia.
Estos dos eventos aparentemente sin conexión, reflejan lo que está por venir.
Y que como pasó en los ochentas con la presidencia de Reagan en EU y Margaret Thatcher en RU, su arribo como líderes de sus respectivos países, puso fin al Muro de Berlín y a la Unión Soviética y con ello acabó con la Guerra Fría.
Consecuencias de las agresivas políticas económicas y sociales emprendidas por estos gobernantes que marcaron el rumbo del fin de siglo y de el nuevo.
Hoy en una época marcadamente inestable, con dos eventos que nos recuerdan los enormes riesgos para la estabilidad mundial, por un lado la invasión de Rusia a Ucrania y por el otro la guerra de Israel contra Palestina. Aunado al desproporcionado crecimiento de las organizaciones criminales, como entidades de control político- como lo hacen aquí el Cartel de Sinaloa y el de Jalisco- Requieren urgentemente sensatez y claridad en los liderazgos.
Que evidentemente con un Trump como presidente de nuestros vecinos, muy seguramente se desbordara atropellando todo lo que encuentra. Como lo demostró en su primera presidencia.
El once de noviembre sabremos que rumbo regirá el porvenir, pero sea cual sea nada será fácil para el gobierno de Sheinbaum.
Si es Trump. La amenaza latente.
Si es Kamala. La dureza de seda.
Entre paréntesis: otra de las cosas que ha dejado al descubierto la detención del Mayo – haiga sido como haiga sido – es la poca o nula confianza que hay por parte del gobierno de Biden con el de López. Que este sigue como pollo descabezado sin saber que pasa.
Y es que tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe.
Eso de creer que se puede burlar de los gringos y salir limpio. Es un mito.
Y ahí está el Mayo y otros tantos.
Y es que cómo rebatir los dichos del hampón, si evidentemente asistió a una emboscada que le tendieron sus amigos. Los Chapos y él Gobernador Rocha íntimo de López, con quien evidentemente había una relación cercana, de igual forma que la tenía con su ahijado.
Así que ahora, esperar lo que falta, una vez que se arregle con los gringos y obtenga algún beneficio, para no ser internado en una cárcel de máxima seguridad.
Días, semanas y meses tormentosos esperan a López y amigos que lo acompañan. Y por supuesto para Sheinbaum que pondrá a prueba la lealtad ciega a su líder, manejador y guía. Y por supuesto la herencia que tan sumisamente resguarda como el gran legado del cacique.
El cielo está encapotado y parece que va llover. En la cumbre borrascosa de la transformación.
PD. Y el fantasma de Juan Orlando Hernández ex presidente de Honduras, hoy en la cárcel, empieza a recorrer los pasillos palaciegos del hacedor de todas las cosas y déspota presidente.
PD2 Y el minúsculo aleteo de una mariposa y ya presagia un tornado.
Y es que el que siembra vientos, cosecha tempestades.
Casi siempre.
No lo crees así estimado amigo.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político