Ricardo Del Muro / Austral
Tras la reunión que sostuvieron la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Estado de Estados Unidios, Marco Rubio, ambos gobiernos dieron a conocer que el entendimiento en materia de seguridad que han alcanzado prioriza la colaboración conjunta para “desmantelar” a los cárteles de las drogas, atender la migración irregular y garantizar una frontera segura.
“Durante el encuentro cordial con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, acordamos el programa de cooperación sobre seguridad fronteriza y aplicación de la ley, luego de varios meses de trabajo”, informó la presidenta Sheinbaum a través de sus redes sociales.
“Está basado en cuatro ejes: Reciprocidad; respeto a la soberanía e integridad territorial; responsabilidad compartida y diferenciada, así como confianza mutua”, añadió en relación al acuerdo.
La estrategia de Rubio en México, según un artículo del diario El País, consistiría en detener los aranceles a cambio de parar el tráfico de fentanilo. Internacionalistas y expertos en seguridad – destacaba la nota periodística – apuntan a que Estados Unidos usará la amenaza de una guerra comercial para forzar la mano de México en el campo de la seguridad.
Sin embargo, tras su reunión con la presidenta Sheinbaum, el secretario de Estado de Donald Trump afirmó: “No hay ningún gobierno que esté cooperando más con nostros que el gobierno de México, que el gobierno de la presidenta de México”. Una reunión en Palacio Nacional, a puerta cerrada, que ha sido calificada de “productiva, cordial y con una ruta bien definida”. Después en la rueda de prensa conjunta, acompañado del canciller Ramón de la Fuente, anunciaron la creación de “un grupo de alto nivel” que supervisará los avances de los acuerdos.
Rubio señaló que no iba a dar “detalles operacionales porque los narcotraficantes también leen la prensa”, destacó la nota del diario El País, pero insistió que la prioridad en este momento, más que la migración ilegal, es el combate a los cárteles de narcotraficantes. Sin embargo, es lógico pensar que estas acciones abarcarán todo el territorio nacional y fundamentalmente las zonas fronterizas del norte y del sur del país.
Es previsible que la coordinación operativa, a través del “grupo de alto nivel” tiende a endurecer los controles en puntos clave de la frontera sur (Suchiate, Chamic, Tenosique), sin cruzar las líneas de soberanía. La agenda prioriza “mantener bajos niveles de migación irregular”, lo que sugiere reforzar despliegues de la Guardia Nacional y verificaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) en la frontera sur para combatir el trafico de personas y las redes del crimen organzado que operan en esa región estratégica.
El intercambio de información de inteligencia podría traducirse en acciones coordinadas contra las células de “polleros” que mantienen vínculos con el crimen el organizado y cuya campo de acción se extiende desde centroamérica hasta la frontera norte de México.
México se quedó fuera de la primera gira latinoamericana del poderoso secretario de Estado de Trump, destacó atinadamente la periodista Beatriz Guillén, corresponsal de El País. En febrero, Rubio visitó Panamá, Costa Rica, Guatemala, República Dominicana y El Salvador. Ese paseo triunfal dejó, por ejemplo, el acuerdo entre el gobierno de Trump y el de Nayib Bukele para utilizar la megacárcel salvadoreña, el llamado Centro de Confinamiento del Terrorismo, para albergar a presos estadounidenses – todavía no se conocía que iban a trasladar allí también a migrantes sin atecedentes criminales -.
En esa ocasión, Rubio buscaba pactos con los gobiernos centroamericanos para frenar las migración indocumentada, combatir el tráfico de drogas y alejar la influencia china de la región. Practicamente lo mismo que busca ahora en México, que ha sido la primera escala de un viaje que lo coducirá también a Ecuador donde gobierna Daniel Noboa, un aliado de Trump. RDM