In principio erat Verbum©
Simón Vargas Aguilar©*
“El compromiso es la respuesta valiente de quienes no quieren malgastar su vida, sino que desean ser protagonistas de la historia personal y social.” Juan Pablo II
En mitología griega la Hidra es un monstruo de múltiples cabezas en forma de serpiente, de acuerdo con los relatos era prácticamente invencible ya que cada que se cortaba una cabeza dos salían en su lugar y esto es lo que parece suceder en México; cada que hay un aparente triunfo contra el crimen organizado y el narcotráfico, estos retoman la ventaja y aciertan golpes contundentes que vuelven a dejar a la población con inseguridad, miedo e incertidumbre.
La ejecución del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, el 1 de noviembre de 2025, no es solo un crimen atroz; es la imagen de un Estado ausente ante el terror de la violencia que atraviesa a todo México. Al presidente de Uruapan le dispararon a quemarropa pocos minutos después de haber cargado a su hijo por última vez y durante el Festival de Velas, un evento público que simboliza la vitalidad de su amada ciudad.
Manzo Rodríguez quedó tendido entre flores y gritos de horror, fue víctima de la misma violencia que tanto combatió y aunque duela reconocerlo el Estado lo abandonó. En diversas ocasiones pidió ayuda no sólo a través de las instancias correspondientes sino también en vídeos en redes sociales, pero al parecer nadie escuchó su grito de auxilio. Este acto cobarde, perpetrado por un sicario abatido en el sitio, sacude al país entero, recordándonos que la democracia mexicana sangra por la indiferencia de aquellos que juraron protegerla.
Manzo no era un político cualquiera; en septiembre del año pasado se convirtió en ser el primero en la historia de Uruapan en ser elegido como independiente, arrasó con el 66% de los votos, derrotando al PRI y a Morena en un bastión tradicionalmente capturado por el crimen organizado.
Impulsó reformas de seguridad que redujeron la extorsión, fortaleció la policía local y promovió programas de rehabilitación para jóvenes en riesgo, rescatando barrios enteros de la influencia del narcotráfico y la farmacodependencia. Su postura no era una mera actitud política, realmente se convirtió en un compromiso con la gente, exponiendo en vivo la infiltración criminal en sus redes sociales; incluso en los dos meses previos a su muerte, documentó operativos fallidos y denunció abiertamente la colusión entre autoridades y sicarios.
Pero Manzo no murió por su valentía; murió porque sus gritos de auxilio fueron ignorados, suplicó protección a la Guardia Nacional y a pesar de que se le otorgaron elementos a mediados de septiembre, el 8 de octubre de este año denunció que los más de 200 elementos que llegaron para reforzar los operativos en Uruapan por parte de la Guardia Nacional fueron retirados sin explicación alguna.
Aún más indignante es la respuesta del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien, en lugar de apoyo, optó por el desdén, durante una gira meses atrás se burló públicamente de la “estrategia de abatidos” de Manzo, minimizando sus logros con sarcasmos que rayaban en lo ofensivo: “¿Cuántos has abatido? a continuación menciona “es que el presidente es cosa seria” y se ríe sarcásticamente.
Se debe admitir, con dolor e impotencia que el Estado está siendo superado; organizaciones como el CJNG y La Nueva Familia Michoacana no solo trafican; extorsionan productores, controlan minas y han convertido pueblos en desiertos ante la huida inminente por parte de la población; ¿Y las acciones? la Guardia Nacional, desplegada masivamente, queda claro que no previene infiltraciones, faltan acciones eficientes de inteligencia, depuración policial y voluntad política para desmantelar redes de corrupción que alimentan esta hidra.
La muerte de Manzo Rodríguez es la gota de un vaso que se encuentra lleno desde hace tiempo, y podría convertirse en un parteaguas, sobre todo frente a la convocatoria del próximo 15 de noviembre por parte de la generación, la sociedad requiere operativos precisos, no más burlas, no más silencios. Honremos al presidente Carlos no solo con flores, sino con la participación y el compromiso de cambiar la violencia por la paz.
*Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.




