ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Alcahuete es un adjetivo que el señor Andrés Manuel López Obrador emplea con cierta frecuencia para calificar a todos aquellos a quienes temporal o permanentemente tiene en la mira de sus muchas fobias y resabios.
El término también lo usa como sustantivo y hasta como verbo.
AMLO lo ha aplicado apenas en sus consideraciones muy personales sobre el papel de la Suprema Corte de Justicia, como antes lo ha hecho con los integrantes del INAI, de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, un largo etcétera…
… y hasta para negar que él pudiese tener vínculos con la corrupción, por lo que ha dicho que no va a ser su alcahuete.
Más allá del muy limitado y tosco léxico de quien ostenta la Primera Magistratura, lo que verdaderamente hay que cuestionar es si lo ha sido, lo es, y lo seguirá siendo.
Porque el caudillo con aspiraciones monárquicas –todo “un rey de chocolate, con nariz de cacahuate”–, no sólo ha alcahueteado actos y a personajes reos de corrupción al seno de su propia familia: sus hermanos, prima, sobrinos e hijos en especial, también ha sido el gran alcahuete del crimen organizado, solapado por su dizque “política” de “abrazos y no balazos”.
Ni qué decir de sus colaboradores más cercanos como Ignacio Ovalle y el enorme fraude a la Nación perpetrado en SEGALMEX. Lo ha alcahueteado dizque porque le dio su primera “aviaduría” en las nóminas del gobierno federal priísta…
… casi tanto como aún sigue alcahueteando a Francisco Garduño –aportante de cash “para la causa” desde hace años– ya vinculado a proceso penal pero gozando de libertad y mantenido al frente del criminal Instituto Nacional de Migración, no obstante que él y sus jefes Alejandro Encinas y Adán (Augusto) López tienen tanta o más responsabilidad en el asesinato de los 40 migrantes, hace poco más de un mes, en Ciudad Juárez, como la tienen los seis funcionarios de menor rango que seguirán su proceso encerrados en un penal.
AMLO ha sido alcahuete de su secretario de la Defensa Nacional Luis Crescencio Sandoval en más de una ocasión. Desde los fraudes en las obras de construcción encomendadas al Ejército hasta con motivo de los viajes sultanescos del general de cuatro estrellas.
López Obrador es el gran alcahuete de la corrupción de su candidata al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, quien no nada más robó a los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco para el bien llamado Rey del Cash, incluso tuvo malos y sospechosos manejos económicos sobre los presupuestos de la SEP en el breve lapso en el que encabezó a la dependencia.
Los plagiarios Yasmin Esquivel y Alejandro Gertz también han sido alcahueteados por el ocupante –con todo y tropas– de Palacio Nacional. La primera sigue ocupando un sitial al que no tendría derecho si este régimen fuese serio. El segundo debió haber sido defenestrado desde que se descubrió que usa a la Fiscalía para dirimir sus asuntos personales.
Sus “corcholatas” Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum son, asimismo, beneficiarios de la alcahuetería presidencial, toda vez que no han sido ni siquiera tocados por una foja de investigación criminal tras la caída de un tramo de la L12 del Metro que, hace justo dos años, cobró la vida de 26 usuarios y dejó una estela de decenas de heridos, muchos de ellos aún en recuperación.
El tabasqueño también ha sido alcahuete de Manuel Bartlett y otros corruptos de la misma calaña, esto es, de aquellos que han acumulado propiedades y muchas más riquezas al amparo de los cargos públicos y de los erarios que manejan a conveniencia personal. Los ha protegido.
La lista es larga…
… la alcahuetería es “virtud” de López Obrador.
¿O usted qué cree?
Empollando los huevos de la serpiente
“Cualquiera puede ver el futuro: es como un huevo de serpiente. A través de la fina membrana se puede distinguir un reptil ya formado”, dice uno de los personajes, el doctor Vergerus, en la película de Ingmar Bergman El huevo de la serpiente, que trascurre en los años 20 del siglo anterior, en Alemania, donde ya se intuía el auge de los totalitarismos nazis.
Aquí no hace falta ser intuitivo para percatarse de la amenaza del totalitarismo cuatrotero.
Aquí Morena, a diferencia del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán de Adolfo Hitler, necesita vejigas para nadar.
Partido Verde, Partido del Trabajo, el desaparecido PES han ayudado al Movimiento a mantenerse a flote. Solo no gana ninguna elección.
Es por eso por lo que, previsores, los dirigentes de la 4T ya están empollando nuevos engendros, gracias a la aquiescencia de un INE muy, pero muy cuatrotero.
Es así que a principios de esta semana dieron luz verde, registro y recursos pecuniarios a “Humanismo Mexicano”, integrada por miembros de la “Iglesia del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad”, mejor conocida como La Luz del Mundo.
Integrantes de la iglesia presidida por Naasón Joaquín, quien se encuentra en una cárcel de Estados Unidos cumpliendo una sentencia de 16 años, registraron a “Humanismo Mexicano” como Agrupación Política Nacional (APN) por parte del INE.
Lo anterior con miras a la consolidación de un partido político nacional, que será aliado de la Cuarta Transformación, lo cual fue celebrado por el diputado federal de Morena e integrante de la Luz del Mundo, Emmanuel Reyes Carmona.
Las otras asociaciones que también obtuvieron el registro son Alianza Patriótica Nacional, Demócrata Liberal, 5 de Mayo Movimiento Reformador, Con Causa Social, Que Siga la Democracia, Movimiento Arcoíris por México y Frente por la Cuarta Transformación… todas ligadas a AMLO.
Vejigas para nadar…
¿A poco no?
Indicios
El ministro Alberto Pérez Dayán ya tiene lista su propuesta, que propondrá a sus colegas en la SCJN, que anula la primera parte del Plan B de la reforma electoral, impugnada por PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano. ¿La causa? Violaciones al proceso legislativo. * * * Por esa misma razón se prevé que la mayoría de las 20 iniciativas aprobadas en 24 horas en San Lázaro y la noche del viernes y madrugada del sábado anterior en un recinto alterno del Senado sean anuladas en la institución a la que el gran alcahuete de la simulación y de la corrupción paradójicamente llama alcahueta. * * * Por cierto que la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta está en desacato judicial y tiene un plazo de sólo 48 horas para acreditar a la jueza Celia Quintero Rico, titular del Décimo Séptimo Juzgado de Distrito en Materia Administrativa, que ya cumplió –lo que no ha sucedido– una suspensión definitiva otorgada desde el pasado 3 de marzo, en la cual se le ordenó llenar dos de las tres vacantes en el INAI. Ahora le ordena que en un plazo perentorio nombre a los tres que le faltan al pleno del organismo de transparencia, lo que choca con la orden que AMLO diera a los morenistas de desaparecer a la institución de transparencia y protección de datos personales. * * * Apenas la semana anterior Claudia Sheinbaum y “su” fiscal Ernestina Godoy juraban por esta no tener abierta ninguna investigación sobre el alcalde en Benito Juárez Santiago Taboada. Ayer se confirmó que sí existen esas indagaciones cuyo propósito es invalidar a un posible candidato a la jefatura del gobierno de CDMX * * * Una de cal: El juez de control Gregorio Salazar Hernández, de Almoloya, ordenó la madrugada de este martes la liberación de Jesús Óscar Navarro Gárate, ex director de Administración y Finanzas de SEGALMEX, así como de dos ex funcionarios de Liconsa. El juzgador resolvió que no hay elementos para vincularlos a proceso por un supuesto desfalco de 400 millones de pesos en la compra de productos lácteos. Y yo le insisto: además de Ignacio Ovalle, en este enooorme fraude están involucrados hijos de fruncionarios y excolaboradores cercanos a López Obrador. * * * Y esto ha sido todo por hoy. Reciba, como siempre, mis mejores deseos de ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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