Día Hábil
El intento de asalto a una familia en la carretera Texcoco-Calpulalpan que se volvió viral en X es una muestra más de cómo la delincuencia es cada vez más descarada, sabedora de que no pasa nada.
Lejos de disminuir la actividad criminal como presume Claudia Sheinbaum Pardo, los malandros son cada vez más violentos, más sangrientos y más cínicos, porque lo peor que puede pasar es que, en caso de caer en manos de la policía, sean acusados con su mamá, con su papá o con sus abuelos, pero no irán a prisión.
¿Por qué?
“Porque también son seres humanos”.
Así lo dice Andrés Manuel López Obrador, el resentido sujeto que llegó a la Presidencia de México en 2018 y que en los seis años de su fracasado gobierno se dedicó a regalar dinero para ganar votos y a descalificar a sus adversarios todas las mañanas desde Palacio Nacional.
Ciertamente, siempre han existido los asaltos carreteros, comenzaron a ser más comunes en el gobierno de Vicente Fox y se convirtieron en un infierno en el de Felipe Calderón, del PAN, cuando se dio, incluso la intercepción de autobuses repletos de pasajeros.
Aquellas intercepciones de autobuses de pasajeros con indocumentados a bordo en 2010 y 2011, la mayoría centroamericanos, en San Fernando, Tamaulipas, quedaron en la historia como dos de los pasajes más vergonzantes en la historia carretera de México.
Los aspirantes a migrantes en Estados Unidos fueron levantados y sepultados clandestinamente en fosas por integrantes del cártel de Los Zetas.
En total, 72 personas, mujeres y hombres, en el primer caso, y 193 en el segundo, fueron asesinados.
Desde entonces, los delincuentes se dieron cuenta de que podían desafiar al Estado y no pasaba nada.
Dos sexenios después, la crisis carretera es insostenible.
Los asaltos, en su mayoría a transporte de carga, con esas escandalosas y grandes excepciones de San Fernando, se convirtieron en una constante pero, además, alcanzaron a particulares.
Familias, conductores solos o en pareja.
Es tal la inseguridad en los 42 mil kilómetros de la red carretera en México, que hoy es inseguro, inclusive, viajar por autopistas de cuota y en trayectos cortos, no sólo en carreteras sin peaje o distancias largas.
Durante los últimos cinco años se han registrado alrededor de 84 mil asaltos en toda la red carretera.
La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar)reportó recientemente que en los primeros lugares de asaltos están el Estado de México, con 29 mil 350; Puebla, con 12 mil 129; Guanajuato, con 7 mil 174; Michoacán, con 6 mil 858; y Jalisco, con 4 mil 690.
La autopista México-Querétaro es una de las más peligrosas para el transporte de carga y particular y detrás vienen las autopistas México-Puebla y la Veracruz-México.
Y no sólo son asaltos. También violaciones y vejaciones diversas.
El secuestro de la chef Zahie Téllez y su esposo, enn diciembre pasado cuando le realizaban una entrevista radiofónica, es sólo uno de los 262 casos que se registraron sobre la carretera México-Cuernavaca en 2024.
Y la lista es interminable.
En la autopista a Puebla, en la autopista a Cuernavca y a Acapulco y más.
Y no sólo son asaltos.
También violaciones, abusos sexuales.
Cada vez son más frecuentes los videos en redes en los que se observa cómo las bandas, aprovechando la escasa o niula vigilancia, asaltan a transportistas y familias en las autopistas y carreteras.
Mientras, Claudia Sheinbaum asegura que la inseguridad va en franco descenso y que los criminales serán sometidos, erradicados.
Y su consejera, asesora, Altagracia Gómez, empresaria hija de Raymundo Gómez Flores y titular del Consejo Asesor Empresarial, llamando a todos los mexicanos a viajar, a turistear y a recorrer el país ¡por la red carretera!
Altagracia, con un vestido de 70 mil pesos, en el anuncio del Plan México, evento del gobierno que pregona la austeridad republicana, en el que se anunció que el objetivo son 277 mil millones de dólares de inversión nacional y extranjera para 2030 y pasar de la economía 12 a la 10 a nivel mundial.
Sí, es su dinero, pero es incongruente su discurso.
Así la inseguridad en las carreteras, en las autopistas, y con un gobierno insensible y poco empático.
Vámonos: ¿Quién podrá rescatar a este país, herido gravemente?
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex