Ricardo Del Muro / Austral
Carlos Slim, el hombre más rico de México y de Latinoamerica, aprovechó una conferencia de prensa de casi cuatro horas para, además de hablar sobre sus negocios, hacer un repaso del gobierno de López Obrador, las inminentes elecciones y sus expectativas del próximo sexenio.
A diferencia de la prensa nacional que enfocó sus notas para señalar que Telmex ya no es negocio, que el empresario cuestionó “la presencia de las fuerzas armadas en diversos rubros” y reivindicó la figura de Porfirio Díaz, el titular del periódico El País destacó que Slim hizo un balance del sexenio: “Salvo por la seguridad – señaló el empresario -, todo lo demás está bien y va a seguir muy bien”.
“Este Gobierno fue de transición. Ojalá que el (próximo) Gobierno, sea quien sea que gane, sea ya de consolidación”, ha dicho el magnate este lunes en una conferencia de prensa de casi cuatro horas en la Ciudad de México, indicó el diario español, destacando que los comentarios se hacen a menos de cuatro meseses de la elección presidencial.
Cuestión de enfoques, pero este tipo de notas que trascienden el ámbito de la llamada prensa “nacional”, permite observar quién es quién y qué intereses se defienden en las noticias.
“El punto medio entre las críticas y el reconocimiento de ciertas políticas del Gobierno lopezobradorista coloca a Slim a una distancia prudente de los hombres de negocios que abiertamente juegan en contra del Ejecutivo y de su delfín, Claudia Sheinbaum, abanderada presidencial del oficialismo”, señalan Zedryk Raziel y Karina Suárez, periodistas de El País.
El magnate ha señalado el problema de la violencia y la inseguridad, “una tarea pendiente que todos estamos esperando que se resuelva”. El empresario ha afirmado que la inseguridad no solo ha dañado las finanzas de su grupo, sino que afectan directamente a los clientes, particularmente a los de telefonía, por el robo de cobre.
Slim considera, no obstante, que hay “paz social, no hay confrontación” entre la gente, a pesar de las militancias en uno u otro proyecto político. “Lo único que está circulando negativo es el asunto de la seguridad, pero, fuera de eso, la actitud de la población en general es muy positiva, independientemente de que estén en un partido u otro, o haya malestar o no haya malestar. Salvo el asunto este (de la seguridad), yo creo que todo lo demás está bien y va a seguir muy bien”, ha dicho.
A nadie sorprenda que este balance de Slim provoque airados comentarios entre algunos articulistas, mientras que otros preferirán ignorarlo. La sintonía que existe entre López Obrador y Slim contrasta con los roces que el presidente tiene con otros empresarios, como Claudio X. González y Ricardo Salinas Pliego. Y esto, por supuesto, se observa en el manejo noticioso de los medios.
Slim ha asegurado que López Obrador ha respetado a las empresas, aun cuando el presidente tiene la convicción de que el Estado debe participar en sectores como la aviación, las telecomunicaciones y la banca, señala la nota de El País. “Lo importante es que ha respetado al sector privado. Yo creo que el sector privado está trabajado bien”, ha dicho.
El magnate ha destacado que, durante los primeros años del sexenio, López Obrador cuidó la inflación, las finanzas públicas y el prsupuesto, y aumentó la recaudación sin crear nuevos impuestos.
En este diagnóstico, el empresario sostiene que las elecciones del 2 de junio se llevarán en paz y que no habrá conflictos poselectorales que pongan en riesgo la democracia. “Llevamos 90 años de cambios de poder pacíficos, yo no veo que en la elección, gane quien gane, pudiera haber una confrontación, o un problema delicado en cuanto a que no se reconozca el triunfo. En ese sentido, no tengo una preocupación”, ha concedido.
Slim, que dice conocer personalmente a Sheinbaum y a Xóchitl Gálvez, la abanderada de la coalición opositora, ha destacado su “sorpresa de que por primera vez nos gobierne una mujer. Esperemos que lo haga bien”. De las dos aspirantes ha hecho comentarios positivos: “Yo creo que las dos son muy comprometidas y se ve que tienen entusiasmo de llegar a gobernar, lo cual ya implica mucho compromiso, valor y deseo de hacer las cosas bien”. RDM