FRANCISCO RODRÍGUEZ
Sin duda, quienes han llevado la austeridad al grado de excelsitud han sido los cuáqueros puritano- prusianos. Feroces en sus posiciones contra la corrupción. Fanáticos en sus atributos de disciplina, lealtad y sentido de la proporción, ahorro, pertenencia al colectivo, resguardo de las tradiciones y del culto del temor a Dios.
No todo es malo en ellos. Recordemos su rechazo a la esclavitud y el respeto hacia los grupos vulnerables. La austeridad de los cuáqueros es emblemática. Hacen vergeles en los desiertos y han vencido frente a las condiciones más adversas.
Los cuáqueros en general defienden la justicia, la vida sencilla, la honradez estricta, la verdad y el pacifismo. Cuestionan la religión establecida, evitan la pomposidad y la guía sacerdotal. También sostienen que en cuanto cristianos, mujeres y hombres, pueden y deben participar en el ministerio religioso.
La paz, la verdad o integridad, la igualdad y la simplicidad acompañan su activismo social. Algunas renombradas organizaciones de carácter social fueron fundadas con la participación de cuáqueros y recibieron importantes influencias de éstos, como Amnistía Internacional, Greenpaee y Oxfam, entre muchas otras.
Sus derivaciones menonitas han impreso su huella en todos los países. En México, impulsaron la floreciente industria agropecuaria en la zona de Delicias, Chihuahua, convirtiendo el agreste clima norteño en el emporio de las manzanas.
Sus principios están orientados por la lógica elemental en los negocios. Siempre han sabido que muchas veces la mejor inversión es la que no se hace. Como no todo lo que brilla es oro, toman prudente distancia cuando se trata de elegir el mal menor entre la secta. Escogen con detenimiento las opciones. Es una de las bases del éxito.
El proyecto petrolero se antoja un buen ejemplo de lo que no debe hacerse
La economía de lo simple siempre sirve en las grandes decisiones. Precede las tomas de posición en asuntos realmente complejos. Lo atinado no siempre acompaña a los resultados en los proyectos monumentales, casi siempre munificentes pero improductivos. Echarle dinero bueno al malo, nunca es conveniente.
El proyecto petrolero se antoja un buen ejemplo de lo que no debe hacerse. De lo que debe pensarse antes de embarcarse en una aventura que puede no tener retorno. Meter un billón de pesos en el afán de rescatar la industria suena bien, pero desafortunadamente no es por ahí. Hay que seleccionar primero las mejores opciones, desde la simpleza.
Explotar los campos recién descubiertos, costosos, puede llevarnos al fracaso
En el extranjero casi todos los analistas y calificadores al servicio de los financieros que han saqueado a Pemex, a través de prestanombres locales, opinan que los problemas de la empresa se solucionan incrementando las labores de exploración y explotación de yacimientos.
Otros, opinan que hay que bajarle las cargas fiscales que le ha impuesto el gobierno para solventar los sueldos de burocracias doradas. Otros más que las labores propias de la industria sean confiadas a los ajenos. Todas esas opiniones adolecen de un karma original: están pensadas desde el interés proverbial de la gallina de los huevos de oro.
Tal vez la solución sea más sencilla: el reto es aumentar la productividad, bien. Pero metiéndose a explotar los reducidos campos descubiertos últimamente, casi secos y altamente costosos puede llevarnos al fracaso redundante. Los campos descubiertos han sido las mamparas de los regímenes que tratan de ocultar el derroche y la ineficiencia.
En materia petrolera siempre hemos sido el Mare Nostrum del Imperio gabacho
Para empezar, las vetas petroleras no se encuentran en tierra firme. Están depositadas en el mar, y en las lagunas, son vertientes de la Sonda de Cantarell. Y se encuentran en aguas someras, ésas que pueden ser explotadas por la tecnología de Pemex.
Estamos hablando de depósitos de aceite que alcanzan la reserva más gigantesca que hubiéramos podido imaginar. Cientos de miles de millones de barriles que serían un sueño guajiro para venezolanos y sauditas. Son a las que se refieren todos los reportes de las agencias de seguridad nacional estadunidense cuando hablan…
… de su particular Mar Mediterráneo de seguridad ante cualquier evento mundial. Es el Mare Nostrum del Imperio. Aquél que tienen reservado, del que no se habla, el que el mundo no debe conocer. Su arma letal frente al vacío de futuro. Ese paraíso de recursos naturales dispuesto en su zona hegemónica.
Ahí están la Laguna de Términos y la sonda de Campeche. No hay más por ahora
Este dato duro, por sí solo, demuestra a todas luces el fracaso de Pemex por andar promoviendo licitaciones e inversiones en la búsqueda de campos menores en tierra firme, con mínima capacidad de producción, pues todos los que se han dado a conocer reportarán una producción de cientos de miles de barriles a plazos medianos y muy largos. Es insensato y suicida.
Andamos buscando la soga en casa del ahorcado. Queriendo encontrar lo que nunca hemos perdido, lo que siempre ha sido nuestro. Si se trata de buscar y de encontrar, no le demos vueltas a la noria: ahí están la Laguna de Términos y la sonda de Campeche. No hay más por ahora.
Pero si se trata de ir en serio, es más fácil el procedimiento. Si el objetivo es subir la producción en un millón de barriles diarios para alcanzar el paraíso en la tierra, nada más fácil que echarle el guante a Romero Deschamps y a sus rateros para recuperar el millón de barriles que a diario sustraen en plataformas marítimas…
… del Golfo campechano y que rematan, fuera de toda vigilancia gubernamental, depositándolos en los vientres de los buques petroleros que los mercan en los mercados negros y en los puertos lejanos de todos los continentes. Esta medida, únicamente ésta, solucionaría el nudo gordiano que se ha planteado Octavio Romero, haciendo temblar a todos los sectores de la producción nacional.
La mafia pripanista cerró pozos productivos. Paso franco a empresas extranjeras
Ahora que si las cosas van más en serio, señor Romero, ¿por qué no abre la Caja de Pandora y recomienda que vuelvan a abrirse los candados que la mafia salinista – atracomulquista, en complicidad con el sindicalismo charro del nefasto Romero Deschamps, les pusieron a los pozos más productivos de la franja de oro, clausurándolos para justificar los despidos obreros y la entrada como Pedro por su casa de todas las empresas extranjeras que vinieron por todos los santos y las limosnas?
Antes de tirar al caño el billón de pesos, la industria petrolera y la esperanza nacional , más nos vale que nos digan la verdad. No sea que estemos más engañados que el chino del refrán.
Antes que el derroche al que estamos acostumbrados se imponga a la disciplina, lealtad, y sentido de la proporción de las cosas. No siempre las grandes inversiones son buenas. Consejo que no es de cuáqueros, sino de Juan Pueblo.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: El Gobierno federal sí contempla el apoyo de la inversión privada en el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos para aumentar la producción de petróleo, informó Octavio Romero Oropeza, director de la empresa. “Se contempla que la inversión pública se complemente con la inversión privada a través de contratos de servicios de largo plazo para la producción de petróleo”, dijo. A diferencia de administración anteriores, Romero Oropeza subrayó que este plan “deja atrás prácticas en las que Pemex siempre salía perdiendo… En este documento, Pemex también deja clara su apertura a esquemas de negocios con el sector privado, bajo un estricto cuidado de sus intereses, con acuerdos justos y transparentes”, indicó.
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