Norma Meraz
Con gran interés se espera cada año, la llegada del Buen Fin.
La oferta de bienes y servicios con precios atractivos y pagos “sin intereses” son el espejismo al que se aprestan los consumidores tarjeta de crédito en mano, sin hacer caso de que el costo será más alto y por largos meses y años.
Pues el Buen Fin también se da en el ámbito político, solo que este adelantó la fecha.
Dos partidos políticos están en oferta como saldos: el de la Revolución Democrática y el de Acción Nacional que subsisten sin liderazgo que los cohesione y con un futuro incierto como oposición.
Por otra parte, el Movimiento de Regeneración Nacional –MORENA– con Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, al frente sí que tiene ofertas muy variadas, unas más atractivas que otras, pero la ventaja es que en todas se acepta la tarjeta de crédito a la palabra.
Sobresale un producto llamado “Reforma del poder”. Un cambio de régimen, un modelo de gobierno democrático en el que exista una verdadera autonomía y al mismo tiempo un equilibrio entre los tres poderes de la Unión.
Se ofrece actuación independiente por parte del Congreso y del Poder Judicial sin sujeción del Ejecutivo, aunque dicho sea, en dos de estos poderes, hasta hoy, haya el ingrediente de mayoría morenista.
Realmente abundan las ofertas políticas este Buen Fin y los consumidores están muy atentos a los precios y plazos que habrán de pagar.
Un ofertón es la nueva Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Una muy importante reforma constitucional que dará vida, entre otras cosas, a la Secretaria de Seguridad Pública Nacional. La súper secretaría que albergará todo lo que tenga que ver con la consecución de la paz y la seguridad del país, desmantelando buena parte de la actual Secretaria de Gobernación y se hará cargo de la conformación de cuerpos policiales de miles de elementos capacitados e incorruptibles además de contar con valores morales incuestionables. Un componente adicional es convencer al crimen organizado para que depongan las armas y amnistiarlos a condición de que contribuyan a la consecución de la paz.
Este rompecabezas de más de un millón de piezas deberá quedar armado en seis años y destaca entre los numerosos artículos que se ofrecen el Buen Fin adelantado.
El catálogo de productos es amplio y variado.
Encontramos también, algo que le llaman cultura nacionalista. Esta pieza contiene el cuidado, exaltación y defensa de las etnias indígenas sus valores y tradiciones.
A plazos se ofrece “volver a un sistema liberal democrático” sin manipulación de poderes sin sujeción el poder político al poder económico.
¡Cómo funcionará este artículo si ambos poderes siempre van de la mano?
La sujeción del poder político frente al poder económico ha generado gran inconformidad en el mundo, traduciéndose en el alejamiento de la política respecto de los ciudadanos. Así, una sociedad que no se siente representada –en el abandono– se convertirá en un factor de poder frente a los partidos políticos y frente al poder económico.
Será entonces la única fuerza de oposición a los gobiernos donde haya preponderancia de alguno de los dos poderes.
Cómo pasar por alto la oferta de organismos autónomos que van quedando vacantes. Hay que detenerse en este exhibidor para elegir el más atractivo.
La desbandada de titulares de organismos autónomos llevará a desnudar el cuerpo de la estructura de gobierno democrático liberal, ¿o conducirá al camino de un gobierno centralista?
Lo cierto es que México necesita paz y unidad nacional, cordura y sensatez de sus gobernantes además de respeto irrestricto a las aspiraciones y derechos a una vida mejor de todos los nacidos en este país.
Que este Buen Fin sea un mejor principio.
Duele, pero…
¡Digamos la Verdad!