La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Los ‘Judas’ de la partidocracia no se conforman con 30 monedas y no les da por suicidarse
El grado de cinismo de los ‘vulgares ambiciosos’ (YSQ dixit), es inconcebible, un ejemplo de ello es Hipólito Deschamps, un político poco conocido con una avidez desmedida.
De familia asentada en la conurbación Veracruz-Boca del Río, el susodicho ganó la alcaldía de Medellín (abanderando al PAN), municipio adyacente que cuenta con residenciales de alta plusvalía para las clases acomodadas de la zona.
Con una administración intrascendente, Polo quedó en el olvido hasta que se le ocurrió que podía ser gobernador de Veracruz, desde luego, su despropósito no fue tomado en serio por los blanquiazules ni sus aliados, por lo que acusó inequidad en la contienda.
Sin embargo, Movimiento Ciudadano requería un candidato fosfo-fosfo, al estilo de Samuel García, por lo que recurrió a los servicios del mejor postor y este resultó ser el personaje de marras, por lo que decidió aventarse al ruedo sin la menor posibilidad de ganar, pero, si con la estrategia de bombardear la alianza opositora PAN-PRI-PRD.
Ahora, a unos meses de buscar la gubernatura, el señor quiere ser alcalde de Alvarado (¡qué cambio de miras!) postulado por la 4T, para continuar pegado a la ‘ubre presupuestal’.
No sabemos que decidirán los obradoristas, no obstante, los claridosos habitantes de ‘La Generosa’, ya dijeron que no permitirán que un ‘chapulín’ los gobierne.
Morenos todos, sepan que uno de sus principios básicos es no traicionar ¡trompo a la una!