Por Vicente Moreno Aparicio
• El cinismo y la ridiculez de los empresarios al pretender “dormir al velador”
• Sabían que AMLO triunfaría e hicieron todo para evitarlo
• Peticiones de tres grupos armados: EZLN, FLN y EPR
• ¿Por qué no se las hicieron a Fox, a Calderón o Peña?
A sabiendas del hartazgo del pueblo mexicano de no aceptar más PRI, PAN y PRD y estar en contra del corrupto gobierno peñista, los empresarios más importantes pretendieron “dormir al velador” con acciones publicitarias en medios de comunicación para evitar que Andrés Manuel López Obrador triunfara en las elecciones presidenciales, y ahora resalta el oportunismo “revolucionario” de tres organizaciones armadas que le presentan exigencias que no hicieron a los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
Hoy el cinismo y el ridículo lo protagonizan los poderosos empresarios, quienes de antemano sabían que estaban perdidos, ya que tanto el no priísta José Antonio Meade como el panista Ricardo Anaya no despertaban inquietud entre el electorado, no “levantaban” sus campañas.
Recordemos que esos empresarios acudieron no a pedir, sino a exigir a Peña que su candidato Meade declinara a favor de Anaya, a lo cual aquél se negó, lo que creó enojo y que ambos se fueran por la libre a utilizar los medios de difusión para denostar al que ya sabían que triunfaría.
Incluso pretendieron hacer que AMLO trastabillara al invitarlo a dialogar con la clase empresarial en sus respectivos búnkers y, aunque muchos no lo crean, eran como trampas para exhibirlo como un inexperto e ignorante en cuestiones empresariales y financieras. Sin embargo, no les resultó el jueguito.
Obviamente, no todos los empresarios pensaban igual que los que hace muchas décadas se convirtieron en aliados de la “mafia del poder”. Aquéllos advirtieron a éstos que el hartazgo del pueblo haría triunfador a AMLO, que era preferible recapacitar y analizar la situación y lo mejor era la negociación. Nadie puede negar que esos empresarios ligados al prianato meditaron y resolvieron que no había otro camino, y a últimas fechas se vieron ridículos al acudir adonde se encontrara AMLO para abrazarlo y felicitarlo por la derrota que le infligió a la corrupta simbiosis PRI- PAN.
Pero no sólo ellos hicieron el ridículo, sino también los ex presidentes Carlos Salinas –“jefe de la mafia”–, Vicente Fox –“el hocicón”–, y “el alcohólico” Felipe Calderón, quienes aún no se tragan su coraje y hasta públicamente se prestan para apoyarlo a AMLO. Por favor, ¿quién les cree a estos corruptos, incluyendo a Peña?
Obviamente, éstos saben que Andrés Manuel les retirará sus millonarias pensiones, y no nada más es eso, sino también el dineral que el gobierno les entrega para que paguen la nómina de dizque asesores y empleados de sus respectivas oficinas de representación.
También en las redes sociales figuran los resentidos por la derrota del PRI y el PAN, entre ellos hay tanto periodistas como comunicadores de radio y televisión, quienes no aceptan la realidad que AMLO ya es un presidente electo y se han encargado en denostar y desacreditar al triunfador.
Muchos en las redes sociales llaman a AMLO lagarto, mesías, engaña bobos, etc., pero sobra quienes lo defienden y responden hasta con palabras altisonantes a los detractores de Andrés Manuel.
Entre los ataques a modo de burla a AMLO está que difícilmente cumplirá sus promesas de campaña, olvidan o se hacen como el “tío Lolo”, o no quieren reconocer que Peña firmó ante notario público, que cumpliría sus promesas, y hasta hoy no lo ha hecho.ni lo hará.
Lo peor de todo esto es que aún no toma posesión y ya lo atacan, como en lo relativo a los integrantes de su gabinete o cambios en el mismo, de nombramientos en direcciones y secretarías de Estado. Es obligada la pregunta que muchos nos hacemos: ¿Quién o quiénes les pagan para seguir con esa rutina agresiva que no los lleva a ninguna parte?
Reflexión: “Veo un México con hambre y sed de justicia…”
Si… fueron palabras del candidato presidencial priísta Luis Donaldo Colosio en el discurso que pronunció el 6 de marzo de 1994, palabras que, podemos afirmarlo, siguen tan vigentes como cuando las dijo el maestro Justo Sierra en 1906.
Quienes aún no les cae el veinte deben reconocer que el pasado primero de julio el voto de los electores llevaba dedicatoria y consigna para que la administración de Andrés Manuel López Obrador ejerza el cambio y sacie el hambre y la sed de justicia negada por los corruptos que se han enriquecido ilícitamente y dañado a México.
La concurrencia masiva a las urnas fue con la intención de pasar la factura al PRI, PAN y PRD, derrotar al abstencionismo y hacer valer la democracia. Ahora están y estarán pendientes de que AMLO cumpla la firme promesa que hizo cuando concluía en el zócalo, que es el corazón, el ágora de México: no mentiré, no robaré, no traicionaré al pueblo”.
Si hacemos un análisis con relación a aquel discurso de Luis Donaldo -que al final de cuentas le costó la vida-, es para advertir y exigirle a Andrés Manuel López Obrador que debe tener su propio aparato de seguridad que vele por su vida, más ahora que resurgen tres grupos armados: Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y Ejército Popular Revolucionario (EPR) dan conocer sus peticiones y nos preguntamos ¿por qué no se las hicieron a Fox, Calderón y Peña?
El FLN pide la apertura de archivos del Ejército Mexicano y que éste sea devuelto a sus cuarteles y desalojado de pueblos y comunidades indígenas y se decrete en Chiapas una zona de interés histórico.
El EZLN cuestiona que “los cambios nunca vienen desde arriba” y llama a una reunión anticapitalista.
Por su parte, el EPR llama a continuar la guerra popular hasta el triunfo del socialismo y, en especial, de su Comité Central.
Cabe señalar que el FLN es un sector fundador relacionado con el levantamiento del EZLN el primero de enero de 1994, del que posteriormente se distanció y ahora resurge con su petición.
El EZLN explica que no se sumaron a la campaña “Por el bien de todos, primero los huesos”, y porque “podrán cambiar el capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo”.
Obviamente, estas palabras vienen de Rafael Sebastián Guillén Vicente, mejor conocido como subcomandante Marcos, ahora Insurgente Galeano y del que se afirma es instrumento de Carlos Salinas de Gortari, y ahora pretende desestabilizar el gobierno de AMLO, puesto que la aspirante presidencial de esa organización armada, la indígena jalisciense María de Jesús Patricio -Marichuy- no logró reunir las firmas necesarias para enfrentar la contienda electoral.
Para el EZLN, Morena y los partidos derrotados, PRI, PAN y PRD, son más de lo mismo y sostiene que con López Obrador no habrá cambio, pero si desilusión…
La aversión a AMLO obliga a pregunta ¿quién sostiene al ex subcomandante Marcos en la sierra Lacandona?
Por su parte, el EPR considera que la “reconciliación” no es otra cosa que una farsa y trampa de la democracia burguesa, “que más que más allá de los matices que pueda adquirir cada seis años, su esencia radica en la legitimación del régimen y la dictadura del capital”.
Advierte que “la transformación de México no se dará en las urnas, éstas sólo legitiman a los verdugos del pueblo, garantizan impunidad a los criminales de Estado y han entronizado la dictadura del capital”.
Hace un llamado a la revolución socialista, “a vencer o morir, a la guerra popular y al triunfo de del Comité Central del Partido Democrático Popular Revolucionario y la Comandancia General del Ejército Popular Revolucionario” (Antes conocido como PROCUP-PDLP).