Visiones y perversiones
Carlos Ferreyra
Se está haciendo un temor generalizado, en todos los niveles sociales, la exclamación, el clamor:’no queremos otro Colosio;
Hay razones, muchas, para suponer que en las alturas se propone aumentar el santoral político nacional con, por lo bajo, un mártir de la democracia más.
Con la inconsciencia que lo caracteriza, sin medir el alcance real de sus palabras, el presidente Andrés Manuel López, señala absurdamente los riesgos de quienes desde la oposicin lo critican.
Las referencias del señor López están directamente orientadas a quienes pretenden la candidatura presidencial.
En su reconocida misoginia, no excluye en sus comentarios a posibles hembras pretendientes a la Primera Magistratura Nacional
Por cierto, aquí hace hincapié en actividades fuera del ámbito político y se refiere a Xóchitl Gálvez como vendedora de gelatinas. Aprovecha para descalificar sus visibles capacidades políticas.
Sin polemizar, habría que preguntarle si es más o menos denigrante vender gelatinas que comerciar con chocolates que nadie conoce pero.producen una utilidad de 270 millones de pesos en el año de lanza,iento de Rocío.
Además de una carrera profesional en asuntos económicos, la señora Gálvez ha teñido actuaciones destacadas en el sector legislativo. No es, pues, uña aprendiz ni una primeriza.
Lo era López cuando llegó al poder. Sin ideología y sin cultura política, hemos visto los desastrosos resultados de la improvisación, de la ignorancia y la incultura que le impulsan a decir que el país tiene diez mil años. Entre otras estupideces parecidas.
Me preguntó si hay desdoro en la venta callejera y no lo hay en la industrialización de la protesta a cambio de recursos del erario. Insistamos: López no sólo carece de gormación política, tampoco la tuvo como trabajador de algo en alguna parte.
Se educó, comprobable, en la impunidad sin importar el tamaño del crimen. Ojo,
Monreal, Xóchitl y cualesquiera otros que se atrevan.
El líder morenista asume una pose ajena a tales avisos. Mira al cielo y dialoga de tú a tú con el Supremo que no sabe que a López mi Dios lo manda…