Parte I.
Los propietarios de todo.
-Victor Roccas.
Recientemente los ojos literalmente me han llorado al leer tantas pendejadas realmente vergonzosas referentes al socialismo, a Cuba, al comunismo, a México, y me pregunto ¿Cómo es posible que en una época en donde la información fluye con tanta libertad haya tanto cretino que repite el panfleto “maccarthista” (Joseph MacCarthy) de los 50´s como jaculatoria diaria?
Realmente confirmo cada día que el ser humano ha decrecido su coeficiente intelectual dramáticamente, y ello definitivamente es el anuncio anticipado del porqué y cómo alcanzará su extinción. Y ahora que rematamos con la reciente recepción que los descastados senadores del PAN dispensaron a un representante de la ultraderecha española no cabe duda la clase de retrogradas malparidos que tenemos a cargo de buena parte de las “políticas” en este país, y al menos decir que quienes enaltecen la ideología de la derecha, el capitalismo, el mercado, la meritocracia, la competitividad, etc, no esconden lo hijos de puta que son.
Por tal motivo si algo enfurece a un servidor es la manipulación de la información y la ignorancia voluntaria de la sociedad moderna frívola, decadente, hedonista cobijada en un estado delirante de comodidad y expectativa idiota (esperanza).
Después de 173 años de la publicación del “Manifiesto Comunista” el obrero, el empleado, el asalariado, el trabajador, el informal, el subcontratado, etc, es decir la inmensa mayoría de la población mundial que pertenece a lo que en aquel entonces y hoy se definen como proletariado desconocen, ignoran en su totalidad el fundamento del comunismo evidentemente a cuenta de la oligarquía, del dogma religioso, de la inculta e insaciable derecha y evidentemente también a cuenta de la falsa izquierda que es peor aún que la derecha pues realmente es el lobo con piel de cordero.
El amable lector permitirá haga uso y cita (subrayada y entrecomillada) de enunciados de Karl Marx y Friedrich Engels vertidos en el Manifiesto Comunista de 1848 para ayudarme e intentar explicar de manera sobria y retomar a titulo propio el fundamento del pensamiento comunista de manera comprensible, pues insisto este pensamiento ha sido totalmente desvirtuado por los poderes fácticos primero y por la inconsciencia voluntaria de la sociedad contemporánea.
Pero vayamos primero por definir el sentido real en cuanto a “La relación de propiedad burguesa” como definición de lo que a mi juicio es la base ideológica comunista y puesto que la propiedad privada es la punta de lanza de todo libelo en su contra.
“Lo que distingue al comunismo no es la abolición de la propiedad en general sino la abolición de la propiedad burguesa…”
Es decir la relación que existe entre la propiedad burguesa, la propiedad de los inmensamente acaudalados que incluye predios, inmuebles, maquinaria, tecnología, capital, mercado, administración, plusvalía, mano de obra, producto, etc, y la propiedad en general como solo la concerniente al obrero y que se sustrae a la capacidad de trabajo del obrero y su salario. De facto dentro del mismo Manifiesto Comunista se declara;
“Se nos reprocha a los comunistas querer abolir la propiedad adquirida con esfuerzo personal, fruto del trabajo de cada quien; esa propiedad que sería fundamento de toda libertad, de toda actividad y de toda independencia personal.”
“Él (el trabajador) crea capital, es decir, crea la propiedad que explota al trabajo asalariado, y que no puede aumentar sino generando nuevo trabajo asalariado para explotarlo nuevamente.”
Entonces el proletario o trabajador crea el capital, pero ajeno, con su trabajo crea la propiedad burguesa privada, propiedad por supuesto potestad de los privilegiados como la industria privada que explota al trabajador entretanto crece de su producto, se sustenta del trabajo del obrero, empleado o proletariado. Y es esa propiedad privada la que no puede aumentar ni diversificarse sino es a través del trabajo asalariado.
“La propiedad, en su forma actual, esta fundada en la oposición entre el capital y el trabajo asalariado.”
“La condición esencial de la existencia y del dominio de la clase burguesa es la acumulación de la riqueza en manos de privados, la formación de la cultura, y el aumento de los capitales, la condición del capital es el trabajo asalariado.”
La excusa eterna de “eficiencia productiva” a cambio de menor inversión como los salarios miserables que aumenten el capital, la propiedad privada, la propiedad burguesa, la fortuna de mega-millonarios en toda el orbe, quienes ni hoy día tienen reparo alguno en incluso explotar laboralmente a niños para acumular riqueza en regiones de pobreza extrema como África, Sudamérica, Centro América, Oriente Medio, Asia, etc…
“Pero la moderna propiedad privada burguesa es la última y la más acabada expresión de esa producción y apropiación de lo producido que se apoya sobre los antagonismos de clase, sobre la explotación de los unos por obra de los otros.”
Así la relación de propiedad moderna se basa en la propiedad y dominio de la producción, del capital, de la propiedad privada incluyendo a los trabajadores que solo reciben salarios exiguos de supervivencia, todo justificado, excusado bajo condiciones de clase, mérito.
“El precio medio del trabajo asalariado es el mínimo del salario, o sea, la suma de los medios de subsistencia necesarios para mantener con vida al trabajador como trabajador. Aquello, pues, de lo que el trabajador asalariado se apropia con su actividad, sólo le basta para reproducir su desnuda existencia”
El salario es entonces dispensado y controlado por injerencia directa de la burguesía, de los grandes capitales e intereses financieros de inversión privada, de mercado, sobre todo de su influencia sobre el estado y gobierno mediante cabilderos, comúnmente considerado como el mínimo pago por el trabajo de un obrero o proletario reducido siempre a la suma de lo mínimamente necesario para la subsistencia y justificado obviamente en mantener una inflación controlada dentro del mercado, por tanto las únicas propiedades valiosas para el trabajador común o proletario se traduce, reduce y extingue en un salario imprescindible para sobrevivir y su capacidad de trabajo en un mercado de competencia laboral cada día más restringido pero generador de capital privado ajeno que es la propiedad burguesa.
“Ustedes (la burguesía) nos reprochan (a los comunistas), pues, querer poner fin a una propiedad que tiene como condición necesaria la ausencia de propiedad para la enorme mayoría de la sociedad.”
La sociedad burguesa/oligarquía limita o evita convenientemente a la inmensa mayoría de la sociedad disponer de capital y propiedad privada entretanto hipócritamente condena al comunismo por querer dar equidad a la propiedad privada sin abolir la misma propiedad privada. Pues en realidad la oligarquía aborrece la libre competencia y se sustenta en el monopolio de los mercados, capitales y gobiernos.
“El comunismo no quita a nadie el poder de apropiarse de los productos sociales; sólo quita el poder de valerse de tal apropiación para servirse del trabajo de otros.”
“El comunismo no tiene como finalidad quitar el poder de propiedad a nadie, negar el derecho de apropiarse de todo producto social, solo pretende quitar el poder a quienes se han valido de tal propiedad para servirse y explotar el trabajo asalariado de otros”.
Es decir el retirar el control exclusivo, monopólico de la burguesía, oligarquía, acaudalados, poderes fácticos sobre la propiedad privada y establecer el beneficio social equitativo de la propiedad privada que se define en el Manifiesto Comunista, y cito nuevamente, como;
“… esa propiedad fundamento de toda libertad, de toda actividad y de toda independencia personal”
En resumen el fundamento del “Manifiesto Comunista” sobre la propiedad privada esta perfectamente sustentado como un concepto de libertad incluso hoy día cuando la riqueza de unos muy pocos solo se concibe en la esclavitud y explotación de muchos miles de millones.
Al final la diferencia antes y hoy entre la propiedad privada de la burguesía y la del proletario se sustenta en el acceso exclusivo a todo aquello de lo cual se ha apropiado la oligarquía, insisto; predios, inmuebles, maquinaria, tecnología, capital, mercado, administración, plusvalía, mano de obra, producto, gobiernos, leyes, etc, sin contar con el poder adquisitivo para allegarse la mejor calidad en bienes y servicios de seguridad, médicos, nutrición, educación, transporte, infraestructura, lujos e inversión, mientras tanto el trabajador común, el empleado, solo con el paso de décadas de esfuerzo, tendrá posesión de una propiedad habitacional minúscula o marginal, después de años de pagar créditos bancarios e intereses privados podrá apropiarse en comodato de un vehículo económico u otros bienes, y desde luego estará obligado a sobrevivir de la “asistencia de gobierno igualmente propiedad de la burguesía” con una muy cuestionable calidad en educación, salud, seguridad, vivienda, etc, que le obliga aceptar ser propiedad y aceptar las condiciones de la burguesía/oligarquía a cambio de recibir un salario que le permita malvivir para pagar consumo, impuestos y servicios de estados totalmente corruptos, enajenantes y esclavizantes. Literalmente podríamos considerarlo un sistema de tienda de ralla moderno y global.
Y aún cuando el comunismo también falló en su aplicación y práctica, lo cual intentaré explicar en otra entrega, no se puede obviar sus preceptos son mucho más justos, igualitarios y éticos que los impuestos por las hoy oligarquías y su sistema de “libre mercado”.
-V.Roccas.