Ricardo Del Muro / Austral
Las luces del Árbol de Navidad del Rockefeller Center se encendieron la noche del miércoles en una tradicional ceremonia de las fiestas decembrinas en Nueva York, que, en realidad, iniciaron hace una semana, el jueves 28 de noviembre con la celebración del Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), seguido del Black Friday y el Ciber Monday, fechas en que los consumidores estadounidenses gastaron aproximadamente 41 mil 100 millones de dólares en sólo cinco días.
El Black Friday (Viernes Negro) no sólo es el día de mayor movimiento comercial en Estados Unidos, sino que de acuerdo con GMB Media, también es un termómetro del estado de la economía y un indicador de lo que podría suceder en el próximo año.
Esta fecha marca el inicio del consumo navideño, un periodo de gasto significativo y, de acuerdo a los analistas, su impacto se sentirá no sólo en los balances de las empresas, sino también en la toma de decisiones de la política económica del gobierno estadounidense.
A pesar de que Wall Street permaneció cerrado el Día de Gracias y sólo operó media jornada el viernes, los principales índices accionarios de Nueva York cerraron noviembre con resultados positivos, lo que significa que las ventas navideñas tienen un impacto fundamental en la economía de Estados Unidos.
Las ganancias financieras, de acuerdo a la prensa especializada, fueron lideradas por el Nasdq con 0.83 por ciento, en los 19 mil 218.7 enteros, el S&P 500 con 0.56 por ciento, con 6 mil 32.38 unidades y el Doe Jones con 0.42 por ciento, se situó en 44 mil 910. 65 puntos.
En un contexto de desaceleración económica, inflación y altos niveles de deuda, los resultados del Black Friday son un reflejo del poder adquisitivo y la confianza de la población, señala un análisis de GBM Media e influye en lo que se llama el rally de Navidad en Bolsa, también conocido como “rally de Santa Claus” es un periodo del año en el que los mercados suelen experimentar destacadas subidas.
Este acontecimiento fue acuñado por Yale Hirsch, el fundador de Stock Trader´s Almanac, en 1972, cuando se percató de las subidas que experimetaba el S&P 500, uno de los índices más importantes de Estados Unidos, a finales de año. En concreto, Hirch notó que entre 1950 y 1971 este selectivo subió, en promedio, 1.4% en los últimos días de negociación del año y los dos primeros del nuevo año. La teoría de Hirsh situaba el rally navideño de la Bolsa a finales de diciembre y principios de enero, pero actualmente se comienza a evauar a partir de la semana de Acción de Gracias.
Aunque la mayor parte de las compras se realiza a través de las redes y muchos nostálgicos afirman que el Black Friday ya no es la mejor expresión del consumismo en Estados Unidos, con aglomeraciones afuera de las tiendas y peleas entre compradores, las ventas navideñas de la también llamada Black Week tienen un impacto significativo en la economía estadounidense, ya que el consumo representa aproximadamente el 70% del PIB. La demanda de productos en esta temporada genera empleo y se refleja en sectores como el comercio, la logística y el transporte.
Los consumidores del Black Friday de este año realizaron un gasto récord de 10 mil 800 millones en línea, que significó un incremento de 10% en comparación con 2023, de acuerdo con datos de Adobe Analytics. Sin embargo, las compras realizadas en el Cyber Monday, es decir, en un solo día, se estimaron en 13 mil 200 millones de dólares, marcado un incremento de 6% respecto al año anterior.
La mayor parte de las compras se realizaron a través de dispositivos móviles, con un 69% de todas las operaciones realizadas, en comparación al 68% del año pasado. En contraste, las tiendas físicas registraron una disminución de 8.2% en el tráfico de compradores.
El término Black Friday, o Viernes Negro, de acuerdo a Wikipedia, comenzó a ser utilizado alrededor de 1961 por los oficiales de la policía de Filadelfia (Estados Unidos) para describir el tráfico de gente y vehículos que abarrotaban las calles al día siguiente de Acción de Gracias.
Más adelante surgió una explicación alternativa, refiriéndose el término “negro” a las cuentas de los comercios, que pasan de números rojos a negros gracias al superávit. El concepto se popularizó y fue adoptada por los comerciantes no sólo de Estados Unidos sino de otros países. En el caso de México, el término se modificó como “Buen Fin” y aunque se copió el modelo, jamás se han igualado los descuentos de las tiendas estadounidenses ni los objetivos macroeconómicos de la emeblemática fecha.
En el caso del Black Friday, ante el incremento de las ventas en redes sociales, en noviembre de 2005, se propuso complementarlo con el Ciber Monday, que sería un día del año dedicado a la promoción activa de las ventas en línea; iniciativa de Ellen Davis, vicepresidenta de investigación de la National Retail Federation (NRF), una de las principales asociaciones de comercio minorista del mundo. Así surgió el Black Weekend, el largo fin de semana de compras, cuya primera edición se lanzó el 28 de noviembre de 2005. RDM