Mañana domingo se realiza el primer debate entre los cinco aspirantes a la presidencia de la República que bien podríamos bautizar como el debate de la esperanza, pero no en referencia al lema de Morena, “la esperanza de México”, sino a lo que esperan los dos contendientes que el siguen en las encuestas al puntero, Andrés Manuel López Obrador y que no es otra cosa que bajarlo, lo que no han podido hacer en spots y discursos en los actos de campaña en que han expresado todo tipo de ataques en su contra.
¿Por qué esperan bajarlo? Porque tanto José Antonio Meade y Ricardo Anaya, así como sus voceros oficiales, han menospreciado la capacidad intelectual del tabasqueño y hasta han hecho burla de su largo paso por las aulas universitarias. Lo que en los últimos días hemos escuchado es que esperan darle una vapuleada en base al manejo de tecnicismos para resolver la problemática del país.
Este domingo López Obrador va a nadar de muertito porque no va exponer su capital que hasta ahora lo tiene en el primer lugar de las preferencias electorales, no es el mismo de hace 12 o 6 años que todo le molestaba y se soltaba con rabietas que mucho lo perjudicaron en aquellas dos contiendas en las que salió derrotado.
Los debates y lo vimos en la elección presidencial de los Estados Unidos, no cambian el rumbo del proceso, salvo que quienes van abajo avienten un guamazo que no sepa esquivar el puntero en la contienda, algo que no se puede descartar en el debate al que el priista y el panista le apuestan para subir en las preferencias, algo que no parece fácil.
Por el lado de los independientes poco se puede esperar salvo alguna que otra puntada de Jaime Rodríguez Calderón con el propósito de molestar a López Obrador, pero como se mostró en aquella reunión con los representantes de Milenio en donde Carlos Marín, casi lo escupe, lo más seguro es que no logre su objetivo de hacerlo encabronar como el neolonés quisiera.
El debate de la esperanza, porque priistas y panistas están seguros de que López Obrador se puede ver mal la noche del domingo en el Palacio de Minería.
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Qué sabrán los obispos mexicanos que hace unos días lanzaron una pública oración por las elecciones, algo inusual en la intervención del clero en los asuntos políticos de nuestro país. ¿Temen violencia en las elecciones?…En el Estado de México, Alfredito del Mazo Maza de plano no puede con el paquete, cuando no es un cura, es un candidato a algún puesto de elección popular, como sucedió esta semana y como diría el clásico, “si no puedes renuncia”…Difunden en las redes una supuesta reunión de la auténtica mafia del poder, Salinas, Slim, X. González y Peña Nieto que se llevó a cabo en la residencia de uno de ellos con el fin de elaborar una estrategia para frenar al “Peje”, así anda el miedo después de las últimas encuestas. Esperan que como en el futbol, se de la maldición del superlíder que al final después de estar en primerísimo lugar durante todo el campeonato no gana la liguilla. ¿cómo la ven?
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