Palabra de Antígona
Sara Lovera
El triunfo de la extrema derecha, este domingo, en Argentina enciende todos los focos rojos: Javier Milei, a nombre de la libertad, no sólo es opuesto al aborto, sino que se dispone a derribar la política de género, a derruir el andamiaje que las feministas argentinas han tejido por años, ellas líderes de la marea verde, la pañoleta, el violeta de las libertades de las mujeres, criticas feministas al machismo y al patriarcado.
La vuelta derechista en ese enorme país es sin duda una decisión mayoritaria, cobijada por una idea patriarcal de la democracia, debiera preocuparnos, porque avanza el populismo, las frases huecas y sistemáticas contra la prensa y las fáciles promesas de la prosperidad.
Jefe de La Libertad Avanza, su plataforma electoral, encabeza una tendencia ultraconservadora, que parece estar en el ADN de sociedades que han sido incapaces de reconocer el papel, las libertades e incluso la contribución económica de las mujeres. En México pedimos despenalizar socialmente al aborto, porque en el día a día se les niega a las mujeres. Y este señor, contrario a esas libertades, en cambio, anunció alegremente la libre venta de armas. ¡cuidado!
Por ello fue un desatino lo dicho inmediatamente por Xóchitl Gálvez Ruíz, cuando celebra, en un mensaje difundido por redes sociales, que la victoria de Melei, significa que: “¡En Latinoamérica soplan vientos para mejorar nuestros países!… “Mi reconocimiento por esta histórica jornada electoral. Felicitaciones al presidente electo”.
Y aunque Gálvez Ruíz insiste en no declararse abiertamente de derecha, dijo en una entrevista a principios de septiembre: “Yo no soy una mujer casada con una agenda de ultraderecha, yo soy una mujer de libertades”. Pregunto ¿por qué este desatino anticipado?
Mientras en el mundo las reacciones han sido contradictorias, hay “felicitaciones”, a secas por el proceso electoral argentino, otros, como el líder ultraderechista español Santiago Abascal, felicitó a Melei “por su gran victoria en las elecciones presidenciales porque abre un camino de futuro y esperanza para los argentinos”. Cuando su corriente política, Vox, sostiene que hay que desaparecer al feminismo y que las mujeres, en lugar de buscar posiciones e influencia política, deberían remendar calcetines.
Las declaraciones de Gálvez Ruíz indican que vivimos tiempos muy difíciles para el avance de las mujeres; significa que perdemos frente al populismo de Andrés Manuel López Obrador y perdemos en el Frente Amplio Opositor. Nos quedamos sin alternativa.
Este mensaje de la precandidata podría entenderse en clave política y electoral, ¿estará pensando atraer votos del México ultraconservador?, ese que durante mucho tiempo ha serruchado la ampliación de libertades que llamamos de género.
Acabamos de publicar una serie sobre el ejercicio del derecho a la interrupción del embarazo, con testimonios que no dejan duda acerca de lo que pasa en la vida real, no en la ley. Mujeres enfrentadas a la negativa a la ILE en hospitales públicos y entre médicos que las asustan ; y ese otro mensaje oficial de primero los pobres, como Lenin le dijo a Clara Zetkin en 1913: primero la revolución y luego las mujeres.
Estamos atrapadas. sin base social feminista, cuando es inmensa en Argentina y fue derrotada. Apenas el 28 de septiembre, se decía las mujeres impedirían el triunfo de Malei y de la ultraderecha. Vimos que no fue así. Es tiempo de tomarnos en serio el combate al arraigado pensamiento del siglo XV, el miedo al desarrollo de las mujeres. Desgraciadamente en diciembre un nuevo macho ultraconservador será presidente en funciones. Veremos
*Periodista, directora del portal informativo https://semmexico.mx