La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Ya lo dijo el tío Lolo: el hacerse pendejo solo no equivale a ser inimputable
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, podrá concitar el apoyo del presidente López Obrador, de la futura presidenta Claudia Sheinbaum y del total de gobernadores y legisladores de MORENA, pero, si la Fiscalía neoyorquina que lleva el caso del ‘Mayo’ Zambada, encuentra elementos para citarlo o indiciarlo, no habrá apoyo en México que le sirva de algo.
El salir a decir que, no conoce al capo, es una cortina de humo, porque hay muchos elementos recopilados por los medios de comunicación, que documentan la participación del crimen organizado en la elección de Rocha y en la vida política de la entidad.
Es más, el propio mandatario afirmó, a pregunta expresa del periodista Salvador Soto, lo siguiente: “¿Y cómo se gobierna un estado con un cártel tan poderoso?
Pues, mira Salvador, no nos hagamos pendejos. Aquí todo mundo sabe cómo está la cosa. Yo fui y hablé con ellos, los conozco porque soy de Badiraguato. Y yo fui a pedirles su apoyo. Quien te diga que quiere gobernar Sinaloa y no tiene el visto bueno de ellos, te miente. Así es la cosa aquí, para qué nos hacemos pendejos”.
En este contexto, si Zambada decide contar todo lo que sabe, no sólo el señalado se verá en aprietos, será una lista larga y, justamente, retomando lo citado, insistimos, si son involucrados por algún fiscal estadounidense se jodieron, tendrán que asumir las consecuencias de sus actos, no bastará con negarlo, como lo hacen ante el INE o el TEPJF.
El cargo los mareó y supusieron que, con el control absoluto del poder en México, tendrían suficiente para cubrirse de impunidad, renegaron de la historia y olvidaron que, a perverso, nadie le gana al tío Sam. Ahora vendrá el llanto y el crujir de dientes.