No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
En la entrega pasada, dimos cuenta que Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC),revelaron que el gobierno federal invierte poco en la lucha contra el cambio climático, porque tiene otras prioridades; persiste la opacidad en el manejo de los recursos, y la transparencia y rendición de cuentas es el gran pendiente de las autoridades.
Sin embargo, dirigentes de las OSC no solo dejan en el tintero sus denuncias, y se han metido de lleno al problema con investigaciones, planteamientos y propuestas para contener el grave problema que representa el cambio climático en el país.
Durante las conclusiones del Taller “Las contribuciones climáticas de México y el Paquete Económico 2026: retos y oportunidades para alinear presupuesto y clima”, Gina Ileana Chacón, directora de política pública de la organización Internacional Wildlands Network México e integrante de la coalición NOSSA, reconoció que lamentablemente las autoridades tienen otras prioridades y no le invierten a la economia verde.
Es más, reveló que en la página de “NOSSA hay resultados, propuestas y análisis sobre los recortes en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 para el sector ambiental”, que permitirían enriquecer la administración pública, peroooo, insisto, los gobiernos emanados de Morena están cegados por el poder y nada más no se dejan ayudar, aplican su política del No Pasa Nada.
Sin duda, lo externado por Gina Ileana Chacón, prende los alertas sobre lo que sucederá en el país, luego que en materia de cambio climático el destino ya nos alcanzó. La pregunta es: ¿porqué el gobierno federal no hace suyo ese material? Y prioriza el ambiente y el combate al cambio climático en su agenda. Es pregunta sin ofensa.
En ese contexto, Jorge Martínez, especialista de OXFAM México, sostuvo que tienen la disposición de que esa información llegue a la población, sobre todo “de los riesgos de la transición (energética), del qué significa todo lo que se tiene que cambiar y transformar” y conectar los puntos de “quiénes van a ser los ganadores y quiénes los perdedores”.
Jorge Martínez, consideró que es esencial cambiar la visión de que “lo económico, lo social y lo ambiental están peleados entre ellos, y que tiene que ser una o la otra”. Refirió que OXFAM está presente en el combate al cambio climático, porque es “un tema de justicia social, económica, de género” y no se logrará “ninguna de éstas, si no hay una justicia fiscal y climática”, lo que se ve muy remoto.
Y no es pesimismo, pero México está perdiendo la lucha contra el cambio climático, por mantener un gasto público regresivo y desalineado con los objetivos climáticos, porque destina miles de millones de pesos a subsidios y obras altamente contaminantes, mientras las instituciones ambientales y sociales permanecen sub-financiadas.
Al fijar su posición, la Doctora Sandra Guzmán, directora y fundadora del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), consideró que a pesar que las OSC han emprendido una lucha conjunta, México tiene todas las condiciones y puede “hacer transformaciones, y lo (único) que necesita, es que esas prioridades estén (a la cabeza) de la toma de decisiones, (ya que) no es una escasez de recursos, sino una escasez de voluntad”.
La ex funcionario propuso: “pasar de una narrativa a la práctica, (debido a que)las contribuciones nacionales son una oportunidad para el país, que deben estar conectadas con una estrategia de financiamiento y con un pensamiento más transformador y salir de ese estatismo e ir hacia una economía regenerativa”.
Sin duda, es hora de repensar las finanzas públicas con un enfoque de justicia climática, y dejar de invertir en obras emblemáticas, y emprender una verdadera transformación en las políticas ambientales, con el compromiso de lograr la transición de los combustibles fósiles a los ecológicos.