Ricardo Del Muro / Austral
Las microempresas – unidades económicas que emplean diez personas o menos – representan el 95.5% de las empresas mexicanas, proporcionan empleo al 41.5% de las personas ocupadas y contribuyen con el 17.1% de los ingresos totales, por lo que, según los funcionarios gubernamentales, son el “motor de nuestra economía” pero también representan el autoempleo, única alternativa que tienen muchos mexicanos para enfrentar el desempleo y la pobreza.
A propósito del Día de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (mipymes), que se celebra el 27 de junio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en México hay 7 millones 56 mil 499 establecimientos económicos, donde laboran 35 millones 793 mil 604 personas. La mayoría de estas unidades económicas son microempresas (95.5%).
El Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas reporta más de 6 millones de establecimientos, con el 44% del sector comercio, 42% de servicios, 11% de manufacturas y 3% de otros sectores. Las unidades económicas se clasifican en: micro (0 a 10 personas), pequeñas (11 a 50), medianas (51 a 250) y grandes (más de 250 personas).
Entre 2003 y 2023, el número de unidades económicas del sector privado y empresas paraestatales en México mostró un crecimiento constante, pasando de 3 millones 5 mil 157 a 5 millones 545 mil 113 en dos décadas. No obstante, el ritmo de expansión entre 2018 y 2023 fue menor en comparación con periodos anteriores, lo que podría estar vinculado a factores como la desaceleración económica global, los efectos de la pandemia de Covid – 19 y posibles cambios en las políticas económicas internas.
La apertura de nuevas microempresas, según algunos economistas, es producto de la iniciativa empresarial del individuo, la capacidad de autoemplarse y asociarse con amigos y familiares. Esta es la mejor cara de la microempresa que gustan resaltar los políticos en sus discursos. En contraparte, otra visión, afirma que el surgimiento de los micronegocios puede derivarse de condiciones adversas de la economía, como las crisis económicas que generan desempleo e impulsa al autoempleo.
De igual manera, la ubicación de las micro, medianas y pequeñas empresas (Mipymes) reflejan la desigualdad estructural que caracteriza al país, donde hay entidades como el Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco, Puebla, Veracruz, Guanajuato y Nuevo León, donde las microempresas crecen junto a las grandes industrias – denominadas empresas gancho -, pero en otras partes del país, como Michoacán, Oaxaca y Chiapas, las microempresas son alternativas al desempleo. Chiapas, por ejemplo, cuenta con aproximadamente 220 mil Mipymes de las cuales cerca de 97% son micoempresas y el 74% operan en la informaidad.
La alta mortalidad de las microempresas en México es un problema significativo, con aproximadamente el 52% de ellas no logran superar los dos años de vida, según datos de Coparmex. Esto representa un desafío considerable para el desarrollo económico del país, ya que ellas son consideradas como el pilar fundamental de la economía mexicana y en entidades como Chiapas, son la única alternativa para enfrentar el desempleo y la pobreza.
Entre mayo de 2019 y de 2023, según datos de Inegi, se estima que nacieron 1.7 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos, y que murieron 1.4 millones. Al contrastar estas cifras con las de 2021 y 2020, se observa un incremento en los nacimientos. Asimismo, aumentaron los establecimientos que sobrevivieron a los impactos de la pandemia, lo que se puede explicar por las reaperturas después de la crisis. Como consecuencia, hubo un menor número de muertes con respecto a 2021.
El sector de las mipymes con mayor movilidad fue Servicios: entre mayo de 2019 y mayo de 2023, de cada 100 establecimientos de este sector, nacieron alrededor de 38 y murieron cerca de 32. Ahora bien, entre 2021 y 2023, Comercio y Servicios disminuyeron la cantidad de muertes (pasaron de 29.88 a 27.45 % y de 38.16 a 32.19 %, respectivamente). Lo anterior resultó de las reaperturas de mipymes. Para ambos sectores, hubo más nacimientos que muertes en 2023, panorama contrario a 2020 y 2021.
En el sector manufacturero, aunque los porcentajes de nacimientos no rebasaron los de muertes, la diferencia resultó menor a la de 2020 y 2021. Para 2023, por cada diez mil establecimientos mipymes que reportaron los censos económicos de 2019, al mes, nacieron y murieron 61 y 71, respectivamente. Las cifras fueron similares a las de 2012, lo que denota una reducción con respecto a los niveles de 2020 y 2021.
La pandemia ocasionó que las mipymes llevaran a cabo distintas acciones para sobrevivir. En ese sentido, en 2023, se identificó que 7.73 % utilizó las redes sociales para promover sus productos y/ o servicios, mientras que 10.04 % realizó entregas a domicilio. En contraste, 50.03 % de las mipymes no implementó acción alguna.
En promedio, las mipymes que nacieron después de mayo de 2019 han incrementado su tamaño en términos del personal ocupado. En 2020, a nivel nacional, ocupaban a 1.99 personas; en 2021, a 2.05 y en 2023, a 2.85. Las pymes presentaron un comportamiento similar.
Sin embargo, la prevalencia de microempresas y la alta informalidad generan una economía dual, donde conviven sectores modernos y productivos con un vasto sector tradicional, poco productivo y precario.
En México, el uno 1% de las empresas generan más del 60% del PIB, mientras el 95% son micro y muchas informales.Esta dualidad se traduce en bajos niveles de productividad agregada, escasa recaudación fiscal y limitadas oportunidades de empleo formal y digno para la población.
Para que México logre un crecimiento inclusivo y sostenible, es fundamental atender los retos de las microempresas, facilitando su formalización, acceso a financiamiento, capacitación y vinculación con cadenas productivas más amplias. RDM