Trascendentes pistas, señaladas desde la posición de la autoridad estadounidense, obligan a que se active la justicia mexicana y dan la idea de que pronto podría haber asombrosas revelaciones.
Redacción NoticiasMX.- Una copia del oficio de Acusación (Indictment), girado por la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, obra en poder de la Redacción de NoticiasMX.
Un documento que, por su importancia, motiva a releerlo y digerirlo en su justa dimensión, pues su sola suscripción, implica la dimesión de lo que se avizora en términos de pretensión punitiva, tanto del gobierno de los Estados Unidos de América, como del de México; o por lo menos así debiera ser.
Una de las primeras lecciones de cualquier estudiante de la licenciatura en derecho en México, habla sobre la importancia de la acción penal, que es la que da inicio al procedimiento (denuncia, querella o queja) los tres formatos reconocidos en el ramo.
Se le inculca al aspirante a abogado desde sus primeras clases, que el dar aviso puntual y detallado a la autoridad (jurisdiccional o de representación social) es suficiente en México para que se persiga el delito en cualquiera de sus manifestaciones.
No cabe duda; lo anterior es un mito, una gran falacia en México.
Ha quedado demostrado, que en muchos casos -como el que nos ocupa-, para que una autoridad en materia penal inicie investigación o persiga y capture a un probable delincuente, es necesario que haya una acusación formal de la autoridad penal de otro estado más fuerte o con un sistema punitivo eficiente, profesional y serio, como el de los Estados Unidos de América, por ejemplo.
La Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, a través de su División Criminal, está llamando al exfuncionario del gobierno mexicano, Genaro García Luna, para que aclare los llamados datos de prueba, que concurren en la acusación contenida en este documento, que se integra de 6 cuentas claramente delimitadas, que ilustran al juzgador sobre la existencia de por lo menos 4 cargos, reconocidos de gravedad por la legislación estadounidense :
-Conspiración internacional de distribución de cocaína;
-Conspiración de distribuir y poseer cocaína, con intención de comercializarla;
-Conspiración para importar cocaína; y
-Hacer declaraciones con falsedad al Gobierno de los Estados Unidos.
El documento de la Corte del distrito oriental neoyorkino, establece que el lapso en el que se ejecutaron los probables delitos, de manera continuada, fue el comprendido entre los años 2001 y 2018.
Se señala en la acusación, que el órganio jurisdiccional posee pruebas irrefutables y, por la redacción en idioma inglés, con abundantes tecnicismos y cognates (palabras que no tienen traducción literal, sólo contextual), se interpreta que para la comisión de todos esos delitos graves que se le imputan y sobre los que se le han reunido abundantes puebas (de todo tipo: periciales, documentales, testiimoniales), Genaro García Luna necesitó la ayuda, complacencia o concurso deliberado de un importante jefe gubernamental suyo, del gobierno mexicano.
Un jefe gubernamental con la suficiente estatura jerárquica y de control, como para que pudiese el hoy imputado permenecer libre, sin castigo y sin ser molestado, viviendo inclusive a “todo lujo“, en exclusivas zonas residenciales de Florida.
La periodista Peniley Ramírez, ilustra desde su cuenta de Twitter, el historial socioeconómico de García Luna en Estados Unidos, luego de haber dejado sus cargos en el gobierno mexicano en 2012:
Les cuento sobre #ElProyectoSecreto:
– unos amigos de Genaro García Luna son contratistas de seguridad.
– Ganaron contratos con SSP
– vivió en sus casas en Miami
– en 2012 funcionarios de SSP trabajaron para esos empresarios secretamente.Abro hilo https://t.co/JL14zrzvQC pic.twitter.com/DTIk3G99Zi
— Peniley Ramírez (@penileyramirez) March 13, 2019
Pero la pretendida hipótesis que hace la División Criminal de la Corte del Distrito Este de Nueva York, de que alguien con más jerarquía y peso en el gobierno o en la sociedad mexicana, habría respaldado esos 18 años al hoy investigado García Luna, se inscribe en el esquema metodológico de toda corporacción policial que se apega al método científico y que reacciona o investiga sólo en base al conocimiento estructurado técnica y científicamente, sobre la base de la prueba.
Así piensan todos los policías y peritos criminólogos de las policías más eficientes y profesionales del mundo.
Los Jueces y Fiscales también.
El grado de independencia de estos, respecto de criterios y consideraciones del Poder Ejecutivo (Presidentes, Gobernadores, Alcaldes, Procuradores) y en general de la diplomacia, es real.
Lo último que podría hacer William Barr (Attorney o Fiscal General de los Estados Unidos) o el propio Donald Trump, sería “sugerirle” o exigirle al Juez del Distrito neoyorquino, que resuelve en tal o cual sentido, o que matice, retrase, adelante o dé algún sesgo a cualquier resolución o investigación judicial, contra absolutamente nadie.
La autonomía de los órganos jurisdiccionales e investigadores policiales, ni siquiera se menciona o señala en ningún documento o presentación oficial; está implícita en su naturaleza.
Situación que en México,… pues sucede con menos frecuencia ¿verdad?.
Jueces, investigadores, criminólogos, policías, fiscales y todo el personal de apoyo de estos agentes del aparato de seguridad estadounidense, conciben la aplicación de la justicia, de manera diferenciada que los políticos, diplomáticos y en general que el resto de la sociedad universal, no sólo americana.
Por el documento de marras, se interpreta también que al no haber agotado del todo sus prácticas metodológicas, el juez tiene dudas sobre la mecánica de los delitos continuados que se le imputan a Genaro García Luna, por lo que el próximo martes 17 de diciembre, será citado a comparecer ante esa corte, lo que convertirá a ese día y a esa diligencia en lo particular, en crucial, para el desenlace de ese caso.
Y es que, la mecánica de interpretación criminal de los investigadores americanos, no les permite aun, según se desprende del documento, reconocer cómo un solo hombre, por mucho talento criminal y habilidad ara las relaciones públicas, haya podido, sin el apoyo de algún miembro prominente del gobierno o la sociedad -mexicana o estadounidense-, haber durado tantos años engañando al aparato de justicia americano y sobre todo, sin haber tenido la mínima sanción, dado que las conductas antisociales en esos tipos delictivos, son estruendosos, llamativos a la atención de la sociedad. Intuye pues el investigador criminal americano, que García Luna tuvo respaldo oficial para la comisión deliictiva; un respaldo con más poder que aquel que él mismo ostentaba como funcionario.
García Luna podría testimoniar y señalar a más cómplices, pidiendo a cambio el beneficio del pograma de testigos protegidos de la justicia estadounidense, acortando su sentencia o de plano, negar todos los cargos y propiciar que se lleve el curso normal del proceso judicial.
Los rumores
Y a partir de este jueves, en que se dio a conocer la noticia de la detención de García Luna, han surgido en la discusión pública, numerosas como asombrosas hipótesis y rumores.
Ya hay quienes señalan a Genaro García Luna, como probable responsable intelectual del accidente aéreo que le costó la vida al secretario de Gobernación federal, Juan Camilo Mouriño.
Hay quienes lo señalan como responsable de la desparición de millons de dólares (en físico) que tenía resguardados en su residencia de las Lomas de Chapultepec, el pseudoempresario de origen chino, Zhen Li Yegón; e incluso se especula que la propiedad de esos millones de dólares descubiertos apilados en la sala de aquella residencia, en realidad eran de los hijos de un altísimo dignatario del gobierno mexicano, en ese momento en funciones.
Se verá en todo caso, con el transcurrir de los días, el sentido que cobra este importante documnento de acusación a quien fuera, Director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), de 2002 a 2006 y Secretario de Seguridad pública federal, de 2006 a 2012.
El martes 17, un día clave.
hch