Con motivo de informar sobre las finanzas que guarda la administración del estado de Veracruz, el día 12 de diciembre el recién electo gobernador Miguel Ángel Yunes Linares habló a la sociedad en una conferencia programada a las 9:30 am y qué, como todo en México, se retraso hasta pasadas las 10:00 am, la puntualidad y falta de respeto del mexicano por sus pares es legendaria o sólo una vieja estrategia para crear el “show” mediático del héroe redentor.
La intervención de Yunes Linares inició ponderando los logros de ¡10 días! en la administración del gobierno, aprovechando también para justificar la primera camada de muertes violentas en un Veracruz a su cargo, cuestión que no le llevo más de 2 minutos.
El estrenado gobernador tuvo a bien repetir incansablemente palabras como “vimos que..”, “vamos a…”, “nos reunimos con…”, “solicitamos a…”, todas palabras que complementaron y puntualizaron un mensaje de aliento, ¡para los inversionistas! (sic). Inversionistas que como cabe esperar son la columna salvífica del gobierno del Sr. Yunes.
También se habló de la inversión para la construcción de un nuevo puerto en Veracruz, ¡no una ampliación! (como se anoto insistentemente), sino un nuevo puerto que seguramente le provocaría al gobierno federal un deseo irrefrenable por entregar “maletas” de recursos para la construcción de carreteras y caminos rurales.
¿Y me pregunto, en mi infinita ignorancia, no sería más eficiente invertir directamente en construir caminos rurales y carreteras, en lugar de un nuevo puerto, para incentivar el comercio interno del estado en lugar de estar pidiendo frías a la federación? la respuesta es obviamente no, ya que la construcción del nuevo puerto tiene que ver más con las “inversiones” de otro asiduo protagonista de la revista Forbes, Fernando Chico Pardo, que con la revitalización de la autonomía financiera del estado.
En cuanto a la vivienda, el alcahuete de los inversores, perdón, el nuevo gobernador ha diseñado con David Penchina, el actual director de Infonavit (Cristo rey agarre confesada a su grey ante semejante dúo) un “gran programa de construcción de vivienda”, y se asegura habrá créditos suficientes para cubrir la oferta de vivienda, y claro todo lo anterior mediante la facilitación de cualquier apoyo para, “of course”, ¡¡los inversionistas!!, que aunque usted no lo crea amable lector, generarán nuevamente miles y miles de empleos. ¡¡¡Aleluya!!!.
Después de esta imaginativa orgía de inversiones, el proto-capitalista gobernador, ya aterrizado en la realidad de quienes no somos inversionistas, anuncio la necesidad de al menos cubrir con el mínimo las necesidades básicas de las obligaciones del gobierno con la ciudadanía (ya en este punto era admirable que se haya acordado de nosotros los proles), y ante lo que el mismo gobernador calificó de “primeros días de gobierno, intensos y productivos” (sic), inmediatamente descerrajó; “la crisis financiera del estado de Veracruz tiene dimensiones que superan todo lo imaginable…”, ¡¡primero promete créditos suficientes en vivienda, miles de empleos y luego deja caer una loza de crisis inédita e insalvable en las finanzas del estado!!
¿Y quién tuvo la culpa? claro, los 12 años pasados de corrupción y mala administración, exactamente 12 años, no 13, ni 18, tampoco evidentemente 24 años, que sería tanto como aceptar que existió un multimillonario desfalco al ISSSTE durante la administración de Yunes Linares.
Por lo tanto se sugiere, de forma casi subliminal, nadie recuerde los cuestionamientos que hace tan sólo 12 años en Veracruz se hacían a Miguelito Alemán Velasco, por enriquecimiento y corrupción. Mucho menos alguien se atreva a cuestionar el gobierno de Patricio Chirinos, donde Miguel Angel Yunes Linares fue secretario general de gobierno con un respetable “score” personal de recomendaciones de la CNDH.
Así resulta que lo que con tanto esfuerzo llegó a ser un vergel, un estado donde la democracia, la abundancia, la justicia, la equidad, la seguridad, la paz, el desarrollo y el bienestar social gracias a la honestidad y el pundonor de labor revolucionaria institucional se escurrió por el caño en tan sólo 12 añitos, ¡caray que coraje!, ¡y nadie lo advirtió!, y por supuesto ni siquiera los inversionistas ni los herederos intelectuales del viejo y honesto PRI.
Resumiendo, la deuda del estado asciende a 56 mil millones de pesos “a corto plazo”, sin incluir bancaria y bursátil, lo que implica más de la mitad del presupuesto del estado. La deuda bancaria y bursátil de Veracruz, se dijo, septuplica la deuda del estado de Puebla (sea cual sea esta, pero suena bastante caótico ¿verdad?). En desempleo Veracruz es el 4to. lugar nacional, la informalidad ronda el 70% de la ocupación, en materia de pobreza ostenta el 2do. lugar con 58% de la población en pobreza y 17% en pobreza extrema.
Para terminar, el cumplimiento de las responsabilidades para el cierre de este año, dijo el gobernador, requieren 10 mil millones de pesos y sólo se cuenta con 3 mil millones.
La soluciones son; sugerir se reforme el presupuesto, intentar eficientar el gasto y lo único que un gobierno neoliberal, y de golpe de pecho, en verdad sabe hacer, pedir prestamos, entregar literalmente las nalgas del pueblo a los inversores (que por lo regular son ellos mismos), desregular totalmente ¡su! mercado, y como perros, corretearse la cola en círculos en supuesto combate a la corrupción, entretanto marean a los presentes para esconder, no la bolita, sino un festín de caníbales inversores.
Al “gober” no se le puede escatimar la nota bonita, desapegada, solidaria, al mencionar que no habrá nuevos impuestos, casi como un Robin Hood jarocho, y que ni él ni su gabinete cobrarían salario hasta marzo del 2017 o la situación financiera estatal mejore, si tan sólo no estuvieran tan acostumbrados a la corrupción, impunidad y a recibir, cochupos, tranzas, maletas, petacas, mordidas, regalos, casas, departamentos, presentes, incluso bellísimas botellas, de todo aquel inversionista que quiere ayudarles a desarrollar y desahogar su exigente bienestar.
Si al menos no tuviesen esa proclividad al nepotismo y no imagináramos que a papá Yunes sólo quiere lo mejor para su nene, por ejemplo una gubernatura por sucesión de primogenitura, como se acostumbra en el Mexico democrático.
De tal forma, el reluciente gobernador tránsfuga, después de una conferencia que más se asemejó a una montaña rusa de maravillosas ilusiones para los inversionistas y tristes realidades financieras para el apabullado pueblo, actuó como un estupendo encantador de serpientes que con una melodía por momentos dulce y por momentos trágica, convenció temporalmente a más de un insatisfecho potencial inversionista.
Ojalá no se le acabe la tonada y las serpientes recuperen su ánimo natural.
-Victor Roccas