En la Ciudad de México, la cuestión del agua no es solo un desafío diario para millones, sino un reflejo de la necesidad de una gestión más eficiente y tecnológicamente avanzada de nuestros recursos y gobierno. Es evidente que la tecnología tiene el potencial de transformar no solo la gestión del agua, sino también fortalecer la transparencia gubernamental y combatir la corrupción, redefiniendo el desarrollo social en el proceso. Las propuestas actuales, aunque parezcan prometedoras, apenas rozan la superficie de lo que la innovación tecnológica podría lograr en la transformación de la ciudad.
Santiago Taboada, candidato de la coalición “Va X la CDMX”, propone un enfoque integral sobre la gestión del agua y la transparencia gubernamental. Más allá de la captura de agua pluvial y reparación de infraestructuras para eliminar fugas, propone la implementación de la “Norma 3701” para erradicar el tráfico de influencias en los sindicatos y la digitalización completa de las denuncias para agilizar el acceso a la justicia. Estas iniciativas recuerdan a las adoptadas en Tokio, donde tecnologías avanzadas optimizan la distribución y calidad del agua, así como en Singapur, donde la digitalización de servicios públicos ha mejorado significativamente la eficiencia y transparencia gubernamental.
Además, el candidato del PRI, PAN y PRD se compromete a establecer un gobierno de coalición con la sociedad civil para asegurar la inclusión de voces ciudadanas en la toma de decisiones. Su promesa de una fiscalía más accesible y rápida se alinea con los esfuerzos globales para incorporar la tecnología en la justicia, facilitando procesos y haciéndolos más transparentes, asegurando que los servicios a la ciudadanía sean más eficaces y menos susceptibles a la corrupción.
Clara Brugada, candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia en la Ciudad de México”, propone enfrentar tanto la crisis hídrica como la corrupción en la administración pública. Entre sus iniciativas destaca la creación de una secretaría especializada en la gestión del agua, inspirada en modelos como el de Ciudad del Cabo que ha implementado sistemas de manejo de recursos hídricos apoyados en tecnología para optimizar su uso y conservación. Además, sugiere la instalación de cámaras en unidades de tránsito, similar a lo hecho en Londres, donde la vigilancia tecnológica ha mejorado la eficiencia de los servicios públicos y aumentado la transparencia gubernamental.
En un esfuerzo por ampliar la transparencia y combatir la corrupción, Clara propone la creación de un Gabinete Anticorrupción, que coordine distintas instancias existentes para fortalecer los esfuerzos contra la corrupción, reflejando estrategias exitosas de ciudades que han mejorado la gobernanza a través de la tecnología. Estas propuestas tecnológicas buscan no solo supervisar y controlar, sino también prevenir delitos y elevar la calidad de vida en la ciudad.
Salomón Chertorivski de Movimiento Ciudadano mencionó en el segundo debate su deseo por digitalizar completamente los trámites gubernamentales, buscando una transparencia absoluta y la eficiencia en los servicios. Este enfoque es reminiscente de lo visto en Estonia, una de las sociedades más digitalizadas del mundo, donde los servicios públicos permiten la interacción ciudadana con el gobierno, promoviendo la transparencia y reduciendo la corrupción a través de una plataforma que todos los ciudadanos pueden acceder y controlar.
Además del agua, la corrupción se mantiene como un lastre que todos los candidatos prometen erradicar. La propuesta de Chertorivski de establecer un Sistema Local Anticorrupción sugiere la adopción de tecnologías de big data y análisis predictivo para monitorear patrones de fraude y corrupción antes de que estos se manifiesten, similar a cómo se ha implementado en Singapur.
A pesar de estas promesas, lo que realmente resonará con los ciudadanos es la aplicación práctica de estas tecnologías. Por ejemplo, en temas de seguridad, Taboada sugiere reformas digitales para la Fiscalía que permitan una respuesta judicial rápida y eficaz. Aquí, tecnologías como la inteligencia artificial podrían emplearse para optimizar el proceso de denuncias y seguimientos, garantizando que menos casos queden en el limbo legal.
En cuanto a las propuestas no mencionadas, pero igualmente importantes, estaría la integración de sistemas inteligentes de transporte que podrían reducir significativamente el congestionamiento y la contaminación que tanto aflige a la Ciudad de México. Ciudades como Ámsterdam y Barcelona han utilizado la tecnología para mejorar la movilidad urbana, algo que la CDMX podría replicar para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Esta elección es crítica para el futuro de la CDMX, no solo elegiremos un administrador, sino tenemos que buscar a alguien con una visión capaz de incorporar la tecnología en la estructura misma de nuestra gobernanza. El debate pasó, pero lo que permanece son las promesas de transformación tecnológica: ¿son simples promesas electorales que se quedarán en eso o verdaderos planes de acción? En esta carrera, la habilidad para ejecutar propuestas tecnológicamente viables será lo que realmente determine si un candidato merece liderar o si solo está destinado a seguir el guión político sin materializar el progreso prometido.