Yo Campesino / Irascible
• El ganso cada vez más propenso a irritarse, sin dinero, amigos y ¡votos!
*Miguel A. Rocha Valencia*
Sin capacidad para disimular, el mesías tropical monta en cólera permanentemente y la sonrisa burlona acostumbrada, desaparece de las mañaneras a cambio de una creciente actitud y discurso de amenaza, encono, revancha y frustración.
Tanto ya no disfraza sus amenazas como las lanzadas a los indígenas, propietarios, comuneros y ejidatarios que se oponen a regalar sus tierras para el Tren Maya, ni que con ello se destruya su entorno y la forma de vida que observaron durante generaciones.
El mesías ya les dijo que no habrá ley que valga o pagos por las tierras afectadas, ni mucho menos amparos; simplemente se les quitarán bajo el rubro de la expropiación por utilidad pública.
No contará tampoco la oposición de ambientalistas, pues tras ellos hay intereses oscuros, mercenarios ligados al neoliberalismo que consideraba sacrílego arrebatar sus tierras a los poseedores si existía algún ordenamiento legal que lo impedía.
Está urgido por terminar una obra que para los empresarios privados nacionales y extranjeros, no tiene utilidad financiera, no lo tienen como negocio mientras que a lo largo de su recorrido, las comunidades sólo ven destrucción. Lo peor es que la obra se encarece cada vez más a pesar de los “ahorros” que agreden más al medio ambiente y de los 160 mil millones iniciales, ya rebasa los 200 mil millones de pesos y contando.
La necedad de sacar esta obra donde no hay inversión privada, se da justo cuando se registra una caída en los ingresos fiscales tanto del IVA como de IEPS e ISR a grado tal que del déficit presupuestal previsto en cerca de 920 mil millones de los poco más de siete billones de pesos aprobados para el gasto, ya tenga un aumento cercano a los 150 mil millones de pesos y eso al tercer mes del año.
Por ello se adelanta que como no se puede quitar dinero público para las obras presidenciales, incluyendo la terminación a sobre precio del aeropuerto de Santa Lucía y el sobre costo que ya registra Dos Bocas hasta por seis mil millones de dólares, ya que de ocho mil millones iniciales ya está en 14 mil millones, se “apretarán” otras áreas de la administración pública.
Y es que las expectativas de Hacienda no plantean la posibilidad de recuperar ingresos que por un lado son menores a los del año pasado en ISR e IVA, y por el otro con el financiamiento a IEPS
en gasolinas, por lo cual, reconocen que el déficit presupuestal aumentará y tendrán que realizarse ajustes al gasto público, donde los programas clientelares son cada vez más costosos y con menor sustento económico financiero.
De tal suerte que el cierre de escuelas de tiempo completo es parte de una estrategia para sostener el gasto clientelar e inyectar el dinero “necesario” a las obras sexenales, incluso a costa de abandonar otros proyectos constructivos, suprimir partidas a los estados y rediseñar gastos, donde seguramente no se contempla el combate a la corrupción pues los contratos continúan entregándose “generosamente” de manera directa, sin licitación incluso a empresas fantasma.
Empero aplicará “ahorros” al gasto corriente de diversas dependencias, bajará la compra de materiales, equipos y menajes y compactará oficinas para disminuir el gasto, con el fin de aumentar los 750 mil millones de pesos previstos para programas de becas, pensiones y “sembrando vida”, especialmente.
Los ajustes le pegarán necesariamente al sector salud, donde se hacen economías en personal, equipos y materiales, además de la proverbial escasez de medicamentos.
Igual con el área de los servicios que presta el gobierno y el mantenimiento de instalaciones. Seguramente esto se reflejará en salud e incidentes, cancelación de programas como ya se hizo con estancias infantiles, refugios para mujeres agredidas, escuela de tiempo completo y otros, pero primero, las obras presidenciales.
Para colmo, sus iniciativas estrella podrían ser historia fallida al no contar con la mayoría calificada.
Y si a eso se pronostica que la Revocación de Mandato no tendrá el aforo deseado y que, de los 30 millones de votos presumidos por el machuchón, hoy son una entelequia, pues cómo no va a estar enojado, peor porque la realidad golpeará al país después del domingo 10. Hay que estar preparados.
No a la Revocación de Mandato.
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