Yo Campesino / Mañoso
• El ganso dio un giro a la conversación nacional y de inseguridad pasó a Ayotzinapa
Miguel A. Rocha Valencia
De un día para otro, el machuchón de Palacio Nacional se salió por peteneras del grave problema de inseguridad que baña de sangre al país y con una maniobra doble, salió del apuro donde era vapuleada su “administración” y exhibida su perversa maniobra de incendiar con violencia y dejar caer a la Nación para luego salir de redentor. Simplemente mandó detener a Jesús Murillo Karam y las lámparas se fueron al caso Ayotzinapa que al final, tendrá la misma conclusión.
Para remachar y asegurar el cambo en el diálogo nacional, dejó en libertad a Rosario Robles. Porque de que en ambos casos metió mano, no hay duda. La Fiscalía General de la República y la Suprema Corte de “Justicia” y Judicatura, están a su servicio con todo y ministros, incluyendo a su “presidente” Arturo Zaldívar Lelo y no van a hacer algo que moleste al aspirante a emperador o por lo menos a “orteguita”.
Y no es que carezca de relevancia el tema, como tampoco el hecho de que frente a esos 43, hay cerca de 35 mil desaparecidos más muchos de los cuales fueron levantados en levas de los grupos criminales para engrosar sus ejércitos y someter pueblos, regiones enteras del país y asegurar las rutas del tráfico de drogas personas y armas. De ello, no hay ningún acusado a pesar de la pasividad de las autoridades militarizadas de este país.
Tampoco hay culpables de los 131 mil 788 asesinatos cometidos en la presente administración, que superan ya los 81 mil 289 que registraba Enrique Peña a los cuatro años de su gobierno o el total del sexenio de Felipe Calderón que cerró con 120 mil 466.
Tampoco con los antecesores se vivieron tantas alertas de seguridad internacionales donde países llaman a sus ciudadanos a no visitar determinadas ciudades, es más recomiendan mucha precaución al visitar México. Menos se habló de que la tercera parte del territorio nacional estuviese gobernado por delincuencia organizada, no sólo por las armas, sino desde gobiernos estatales, municipales y congresos.
Esos temas son de los que el ganso ya distrajo la atención, lo mismo que del “no crecimiento” que registra México con un triste -0.5 por ciento frente al 2.5 promedio que tuvo Peña Nieto y un nivel similar con Felipe Calderón a quien la pandemia de influenza golpeó hasta perder el 13 por ciento del PIB, es decir casi un billón de pesos menos en la riqueza nacional.
Aquí apuntamos que conforme avanzara el sexenio y con ello el fracaso rotundo de la 4T, saldrían más escándalos para distraer la atención, se incrementarían las persecuciones y como ases bajo la manga, sacarían a los delincuentes del pasado, no con fines legales, sino como bien dijo el impresentable de Murillo Karam, con móviles políticos.
Por eso ya se esperaba y procurarán ser cada vez mayores como también el fracaso del mesías tropical que hoy nos tiene en la peor crisis de salud, con una sobre mortandad certificada superior a los 200 mil fallecimientos por falta de atención o medicamentos, o simplemente porque se les “olvidó” registrar los 150 mil más por Covid-19.
Una emergencia sanitaria que no termina y se agudiza la carencia de medicamentos donde los adultos mayores, pensionados, enfermos de cáncer y de crónico degenerativas, son las principales víctimas.
Ni hablar de los pobres, aunque se recuperó en el trimestre la tendencia alcista de personas a quienes no les alcanza el salario para adquirir la canasta básica, el registro deja claro que hoy hay más de 56.8 millones de mexicanos que suman varios deciles de pobreza iniciando por la alimentaria y de salud.
Y eso a pesar de que este gobierno se endeuda cada vez más. Nadie duda que en el de Enrique Peña Nieto fue un atraco, de hecho, en su momento publicamos que era un promedio de medio billón de pesos anual solo del presupuesto, pero, aun así, dejó la deuda externa en 10.7 billones de dólares y hoy con todo y austeridad republicana y “erradicación” de los corruptos, ya supera los 14 billones de pesos. Gran parte de ello “gracias” a la necedad “patriótica” de convertir a Pemex en una empresa rentable.
Y por si eso fuera poco, en el nivel de corrupción, el profeta le dijo a Peña hazte a un lado y del lugar 10 que se ocupó con el mexiquense, hoy estamos en el número cinco, con otra diferencia, con Peña éramos la economía número 13 y hoy, somos la 15.
Es decir, vamos para atrás en economía, pero avanzamos en corrupción. Y como esto no va a mejorar, esperemos otros escándalos donde el Peje será capaz de quemar algunas de sus “corcholatas” como lo hizo en la mañanera con Marcelo Ebrard. Así es el caudillo.