Yo Campesino / ASF ya es 4T
• El Ganso no montó en cólera por el reporte de inconsistencias que “se aclararon”
Miguel A. Rocha Valencia
Mientras el mesías tropical pontificaba en la mañanera que en su gobierno no hay corrupción y las millonarias inconsistencias reveladas por la auditoría Superior de la Federación se “aclararían”, el titular del organismo declaraba casi al mismo tiempo en entrevista televisada que la revisión de los errores encontrados, se aclararon totalmente y que las obras en Santa lucía y Dos Bocas, estaban impolutas, casi perfectas, con casi cero observaciones.
Esta vez, David Colmenares Páramo titular de la ASF justificó incluso la entrega de más de 700 contratos opacos otorgados de manera directa, sin licitación a empresas, incluyendo algunas inexistentes o en domicilios abandonados.
Pareció una acción concertada, tanto que se volvió sospechosa y en base a los datos investigados por diversos medios, se podría decir cómplice entre el titular del Ejecutivo federal y una Auditoría que dio muestras de obedecer la “línea” y no volverse a equivocar como cuando dio a conocer que las pérdidas por la cancelación del NAIM fueron por 600 mil millones de pesos, lo cual motivó el enojo y regaño presidencial.
Fue tan dura la reacción del profeta de la 4T, que hizo a Colmenares Páramo recular, salir a declarar que se haría una nueva revisión y el resultado fue darle la razón al machuchón de Palacio Nacional con los de los 120 mil millones de pesos.
Finalmente, y como las cifras no se pueden ocultar y menos los pagos a empresas extranjeras a quienes se cancelaron contratos o se pagaron bonos de deuda, prevaleció la versión inicial “con descuento” para quedar en poco más de 465 mil millones más los supuestos 100 mil de Santa Lucía, donde ahora resulta que no hay nada qué reclamar.
Ni siquiera los contratos que por más de seis mil millones de pesos otorgados directamente a empresas como el de un supuesto proveedor de tractocamiones registrada como de juegos inflables, el de la tlapalería de Tacuba que le dieron 77 millones por contratos para suministrar medio millón de piezas o en la de supuesta maquinaria pesada cuyo domicilio no existe, ni siquiera la de una dirección donde no hay oficinas ni dueño que resultó un policía municipal.
Esta vez Colmenares no se equivocó, “revisadas” las irregularidades y aclaradas por los altos mandos castrenses, dio por buenas las cuentas y en Santa Lucía no hace falta ni un solo peso de gasto mal empleado y en Dos Bocas, menos, ni siquiera por los contratos entregados a un compadre de la secretaria Rocío Nahle.
El hecho seguramente la cacareará o mejor dicho graznará el Ganso en su mañanera, y lo guarda para golpear a sus adversarios que en diversos medios impresos dieron como noticia las millonarias observaciones de la ASF en su tercera entrega de la glosa gasto del 2020 y que según afirmó, fueron usadas para lastimarlo como parte del “compló” en su contra.
Estaba tan seguro de que esas “aclaraciones” se darían, que no se enojó y con seguridad poco acostumbrada anunció que todo estaba bien y las cosas se transparentarían pues en su gobierno no hay corrupción.
Las aclaraciones se hicieron tan rápido que aún no terminaba la mañanera y David Colmenares Páramo ya cumplía la instrucción cuatrotera. Es decir, la ASF perdió la poca confianza que había en ella y se convirtió en comparsa del machuchón.
Este paralelismo de la ASF con los dichos presidenciales ya se esperaba desde aquel regaño del mesías tropical por dar cifras distintas en la cancelación del NAIM y llevó incluso a cambiar el reglamento del organismo auditor.
Tan es así que a causa de ese cambio que limitó aún más la acción de la ASF, renunció el director del área de Cumplimiento Financiero del organismo Gerardo Lozano Dubernard quien hizo pública su inconformidad por los ajustes “tendenciosos” al interior de la institución donde el único facultado para presentar denuncias es un cercano a David Colmenares y con eso se ataban las manos al organismo.
Antes, fue removido de su cargo Agustín Caso Raphael, el auditor especial de Desempeño que se atrevió a contradecir al Ganso en cuanto a las pérdidas causadas por la cancelación del NAIM; a este funcionario ni siquiera lo dejaron presentarse ante la comisión de Vigilancia de la ASF de la Cámara de Diputados para que aclarara porqué su dicho de que tal acción costó cerca de 400 mil millones de pesos más las deudas adquiridas.
Es decir, en la ASF se impuso a la orden del profeta de la 4T y de ser un organismo dependiente de la Cámara de Diputados, donde la mayoría es Morena, atiende los intereses del Ejecutivo que sin duda la usará para “garrotear” a gobernadores que no se sumen a lo que él diga. Para eso es el machuchón.
A partir de ya, no habrá equivocaciones y los datos presidenciales cuadrarán con lo que diga la Auditoría, mejor, ni Obama.