Yo Campesino / Pecados impunes
• El Ganso pagará sus deudas tarde o temprano; en EU le preparan factura
Miguel A. Rocha Valencia
Las señales son claras y si no las ve es por soberbia miopía: el coqueteo con dictadores, la cómplice inacción contra el crimen organizado y las bravatas que suelta en las mañaneras, no pasan desapercibidas para Estados Unidos. Le llevan la cuenta incluso en aquellas decisiones que afecta a capitalistas gringos trasnacionales y tarde o temprano, le van a cobrar al Mesías de Macuspana la cuenta completa.
Más que por consolidar un régimen autoritario, al ganso le urge dejar a alguien con el nivel tan bajo que le sea obediente, servicial y lo proteja cuando se vaya a su rancho a vivir “tranquilo” y de lo poco que ganó como servidor público y lo mucho que acumuló como agitador social.
La cuestión es que si elige como su sucesora a quien todos piensan, no tendrá la estatura para defenderlo ni el liderazgo para aglutinar fuerzas suficientes para que lo protejan, sobre todo porque se enfrentará a políticos militantes de Morena con brillo y estructuras propias. No la van a dejar pasar.
Por lo pronto, México vuelve a estar en la lista negra de Estados Unidos en materia de narcotráfico en todas sus modalidades, no sólo en el trasiego y producción sino también el peso específico de los cárteles. Ellos saben, porque para eso tienen investigaciones del Departamento de Estado quiénes son los jefes de los cárteles, rutas, cantidades y sus protectores desde el gobierno, subrayándose el hecho de la baja sensible en decomisos y capturas en la actual administración.
Esa lista de 22 países, que además está en poder del FBI y de la DEA, seguramente tienen nombres interesantes, así como sus conexiones con los líderes de la distribución en Estados Unidos donde los latinos le ganan terreno a los sajones.
Mudo testigo de bravatas y coqueteos con los regímenes autoritarios de América, fue el mismísimo embajador Ken Salazar, a quien el profeta de Palacio mandó a galería, con el “infelizaje”, mientras daba espacio de honor en el presídium justo en la ceremonia cívica más importante de México. Al heredero de la dictadura cubana, Miguel Díaz-Canel.
No pasó desapercibido el apapacho grande del Ganso a otro tiranozuelo, el venezolano Nicolás Maduro quien escoltado por decenas de “colaboradores” a bordo de cinco Suburban blindadas, arribó a Palacio Nacional como invitado de honor.
Menos aún se va a omitir la intención del caudillo olmeca de crear un frente para extinguir a la OEA, crear un nuevo organismo querer alzarse como líder y desde esa plataforma hacer exigencias a Estados Unidos, como de hecho lo hace, aunque en tonos distintos, no es lo mismo la mañanera que lo oficial o foros de lucimiento.
Ni qué decir, y ahí no lo podrá defender o justificar su amigo Donald Trump, de los daños causados a inversionistas con matriz en la Unión Americana por la cancelación de obras y proyectos y el retiro de inversiones directa y en deuda a causa de la inestabilidad producida por las decisiones de Palacio Nacional, donde el machuchón un día invita y al otro golpea a los dueños del dinero.
En ese rubro, se toma nota de cómo se entregan las concesiones de obra, a quienes y porqué. Es decir, está bien medido, por eso el retiro de más de 30 mil millones de dólares en documentos de deuda. El tema de las energías limpias es toral ya que para ello había muchos billetes verdes listos y que ahora recularon al ver cómo se cambian las reglas y se afectan contratos para ir contra la corriente y favorecer a Pemex y CFE en la producción de energías sucias y caras.
Bueno hasta en lo de salud están metidos y saben cómo se maneja el gobierno mexicano pichicateando las inmunizaciones y fármacos para favorecer las megaobras y un manejo oscuro de los fondos públicos y privados destinados a su adquisición.
Por todo eso y “muchas cosas más” no creemos que el profeta de la 4T esté muy tranquilo y busque dónde se va a atrincherar cuando le toque la hora de rendir cuentas en México y el extranjero, porque como dice el dicho, a cada capillita le llega su fiestecita.