“La mayor parte de las obras fueron compuestas durante la contingencia sanitaria, son creaciones que tienen un poco de esa introspección a la que se llegó con el encierro y de esa locura que vivimos. Es un material que refleja ese transitar que como humanidad vivimos durante los últimos años. Asimismo, se observa la evolución artística del maestro César Oliva”, explicó Edgar Mario Luna.
En entrevista, el músico y docente de la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Edgar Mario Luna habla acerca de su disco titulado De Julio César Oliva para Edgar Mario Luna, el cual presentará el viernes 10 de febrero a las 19:00 horas en la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) en la Sala 222 en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
La historia discográfica comenzó cuando ambos músicos coincidieron como jurados en un Concurso Nacional de Guitarra en Texcoco, Estado de México, donde César Oliva fue homenajeado y al final del evento el maestro le comentó a Luna su deseo de dedicarle una obra, la cual se convirtió en una gran serie de obras que no entraron en su totalidad en esta producción.
“La obra El ilusionista (2020) con la que abre el disco está basada justamente en la película homónima de 2006. Es interesante porque el maestro Oliva lo que hizo fue ver la película y bajar todo el audio, sin los diálogos, ni la música; sobre las escenas fue componiendo”, explicó Luna.
El Adagietto del amor y del Destino (2019) es una obra que tiene como influencia el adagietto de la Sinfonía nº.5, de Gustav Mahler. Refleja el dominio orquestal del romanticismo con una expansión armónica de gran dinamismo. El autor solicita una interpretación sin prisa y desglosada para un mayor disfrute en el estricto sentido cervantesco: de espacio.
“Oliva comenta que requiere diversas influencias para llevar a cabo su labor creativa al momento de componer. Sobre los nocturnos compuso 21 en homenaje a Frédéric Chopin, de los cuales tres me dedicó. En ellos se plasma el influjo pianístico del compositor y del lenguaje propio de Chopin.
“El Homenaje a Johann Sebastian Bach es una suite estilo barroco, en la cual se tiene todo el influjo de Bach, pero también la privanza pictórica de Leonardo Nierman, un artista plástico de origen mexicano-judío”, indicó Luna.
Por último, Tres ofrendas a Santa Cecilia son obras que, al parecer, son las primeras dedicatorias en el ámbito guitarrístico a Santa Cecilia, la patrona de los músicos. En el caso del Ofertorio aparentan un ensamble de cuerdas, la Alabanza tiene influencia de los primeros atisbos de la música polifónica con reminiscencia al canto gregoriano. Y finalmente el Aleluya, en la cual se tiene esa remembranza de la música popular que se toca en las celebraciones religiosas que se escuchan en provincia”.
Edgar Mario Luna explica que, al hacer la recreación de una obra, el músico tiene una cierta flexibilidad para interpretarla, de acuerdo con su comprensión de la obra, es decir, “interviene nuestro propio transitar de la vida que nos permite dar esa interpretación especifica o singular que existe en cada músico.
“En este caso, tuve la oportunidad de revisar todas las obras junto con el compositor, lo cual fue una dicha. En este acercamiento directo con Oliva y por supuesto que hubo situaciones en las cuales yo tenía una apreciación de la obra y al momento trabajarla con el autor hubo matices, algunos cambios. Por ejemplo, en el Homenaje a Bach ornamenté algunos pasajes que le gustaron y le parecieron adecuados, por lo que me dijo: “así déjalas, están bien”.
Luna señala que en estos momentos emergen los resultados de lo que vivimos en la pandemia, tanto en la música como en todas las manifestaciones artísticas. Fue un punto de quiebre que generó en los humanos esa introspección de lo acontecido. Expresa que siempre ante una disyuntiva como esta, donde la vida está en riesgo, se nos permite poner las cosas en su justo valor.
Este proyecto discográfico es gracias al Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales dentro de Proyectos y Co-inversiones Culturales en la edición 2021. “Una realidad que ya se encuentra en todas las plataformas musicales”, puntualizó Luna.
Edgar Mario Luna se graduó con mención honorífica en 2002 en la Escuela Nacional de Música (Facultad de Música de la UNAM), bajo la cátedra del maestro Fernando Cruz. En 2011 obtuvo el grado de Maestría en Interpretación. Fue becado por la UNAM entre 1999 y 2000 y por el Fonca en 2002, 2020 y 2021.
Ha tomado clases magistrales con Flavio Cucchi, Eduardo Martín, Robert Guthrie, Gerardo Arriaga, Abel Carlevaro, Néstor Castañeda y León, Gonzalo Salazar, Leo Brouwer, David Russell, Shubhendra Rao, entre otros.
En 2011 estrenó su primera producción discográfica: un CD doble con la integral de las cuatro suites para laúd de Johann Sebastian Bach en transcripción propia, cuya calidad ha sido avalada por reconocidos músicos guitarristas y medios internacionales.
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