Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George*
Un primer dato de referencia: En mayo de 2011, en el directorio de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), bajo la presidencia entonces del mandatario de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, aparecen los siguientes nombres, a saber:
Andrés Granier Melo (Tabasco), Javier Duarte de Ochoa (Veracruz), César Duarte Jáquez (Chihuahua), Roberto Borge Angulo (Quintana Roo), Jorge Herrera Caldera (Durango) y Guillermo Padrés Elías (Sonora).
Granier Melo acaba de ser sentenciado por actos de corrupción; Duarte de Ochoa, está preso, indiciado por actos similares; Duarte Jáquez, imputado por causas semejantes, anda prófugo; Borge Angulo, arrestado, pasa por el mismo trance; Medina de la Cruz, enfrenta procesos judiciales. Padrés Elías es titular de otro expediente judicial, y Herrera Caldera, por las dudas, trae un montón de copias de solicitud de amparo en el bolsillo.
Segundo dato de referencia: Un documento del mismo año de la Conago, que contiene materiales de consulta para la Reforma del Estado. La iniciativa se perdió en la noche de los tiempos, pero permanecen, entre otros nombres, el del ya citado Herrera Caldera (coordinador de los contenidos).
Ahí está otra vez Duarte de Ochoa, pero el dato a destacar es que aparece el nombre de Lorenzo Córdova Vianello, acreditado como asesor de la Conago.
De periodos posteriores, en la lista de gobernadores aparece el nombre de Graco Ramírez (Morelos), quien aún se conserva en el directorio, después de que le mojaron la pólvora en sus pretensiones de ser candidato presidencial para 2018.
En estos días, preside la Conferencia el tabasqueño Arturo Núñez Jiménez, el ex priista que se jugó la hombrada de encarcelar a su antecesor Granier Melo.
El motivo de la recapitulación es el siguiente: Ayer, el ex asesor de la Conago y en la actualidad consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, tuvo un encuentro con los gobernadores en funciones.
El árbitro electoral federal les solicitó a los gobernadores -ya que buena parte de los estados tiene elecciones concurrentes en 2018- que sirvan a la limpieza de los procesos electorales. Algunos de ellos tienen interés en asegurar su sucesión en alguien confiable que les cuide la retirada.
Si mal no recordamos, la conseja popular advierte sobre el riesgo de poner la iglesia en manos de Lutero. En tal caso, o se peca por ingenuidad o con pleno conocimiento de causa. En última lectura, el resultado es el mismo y no abona ni a la democracia ni a resultados que otorguen legitimidad a los electos.