La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Un político(a) ‘peso ligero’, siempre será noqueado por la realidad ‘peso completo’
En la primera semana de las inundaciones (entre 10-17 de octubre), no tuvimos información oficial, sólo denuncias ciudadanas, documentadas con videos y fotos, acerca de una fuga de petróleo en un ducto de PEMEX, sobre un afluente del Río Tuxpan.
Alrededor de siete largos días (extensos, sobre todo, cuando no hablamos de ser felices), tuvimos que esperar para enterarnos que la SEMAR, PEMEX y otras dependencias federales, estatales, municipales y empresas privadas, intentan remediar el ecocidio.
Casi cinco millones de litros derramados (según las estimaciones de la paraestatal), de los cuales, ayer domingo, afirmaban haber recuperado poca más de un millón, sin embargo, el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal, señala que cada litro derramado, contamina mil litros de agua, sin contar los ecosistemas ribereños.
A todo esto ¿alguien de nuestros preocupados gobernantes, de todos los niveles, hablan de exigirle una indemnización a la compañía petrolera?
No se trata de resolverlo con comunicados ‘heroicos’, que indican: ‘tantos mil trabajadores laboran sin descanso para remediar el asunto’, esa es su obligación, el dato duro, nos muestra que, sin reportes de usuarios en las redes, las autoridades trataron de ‘pasarla de humo’, intento vano, porque, las fugas de crudo apestan.
Pueden argumentar, los mandamases, que se trata de un lamentable accidente, lo que no pueden ocultar, es la intentona de querer ‘aligerarlo’, es el sello de la casa.




