Desde Filomeno Mata 8
Mouris Salloum George*
Desde el Salón Oval de la Casa Blanca se vio ayer una fumarola del mismo color que, en página de boletín, trasmitió el siguiente mensaje digital: Gran victoria para trabajadores, campesinos y sindicatos… estadunidenses.
En cada campaña presidencial, los más experimentados analistas políticos estadunidenses suelen concluir que, en aquellos sectores de la clase trabajadora, radica la fuerza electoral del Partido Demócrata.
Desde hace cuatro años, Donald Trump ha estado en incesante galope electoral, ahora para un segundo mandato. Su vocera, Stephanie Grisham es la autora de aquel boletín sobre la gran victoria, obra del liderazgo de su jefe el Presidente.
Doña Estefanía saludó de la anterior manera la firma del protocolo del T-MEC, suscrito ayer en Palacio Nacional de la Ciudad de México.
Una segunda, tercera y cuarta lectura del comunicado de Grisham nos remiten a la siguiente pregunta: ¿El acaudalado magnate republicano se convirtió en demócrata o se trata de un ardid electoral para poner de su lado a los votantes demócratas?
El primer yerno de los Estados Unidos: Jared Kushner
Sobre el protocolo de marras, aquí sólo se conocen las declaraciones triunfalistas de los convocados a su firma. Seguramente, por tratarse de asuntos de entrañable intimidad familiar, quien conoce los motivos de la súbita conversión de Trump, es su yerno, Jared Kushner, asesor de su suegro, de quien ha dirigido su estrategia electoral desde 2016.
Desde ese mismo año, el primer yerno de los Estados Unidos ha sido huésped distinguido del gobierno mexicano, que lo recibía con fanfarrias en Los Pinos.
Por supuesto, el también joven empresario ha estado por encima de las delegaciones oficiales de Washington en todo lo que corresponde a las relaciones con México. Es una especie de Embajador plenipotenciario.
En lo que toca al lado mexicano, mientras no es publique el texto completo, no sólo del protocolo, sino del Tratado mismo, los trabajadores y campesinos nacionales, y aun la clase empresarial, desconocen los beneficios que les generará dicho instrumento.
Los perseguidos emigrantes y la población rural productiva
Aparte de la certificación de la política laboral del gobierno mexicano por Washington, se ignora de qué manera se protegerá, de veras, la mano de obra mexicana en los Estados Unidos, amenazada por la Casa Blanca con el respaldo de las poderosas centrales sindicales norteamericanas.
En cuanto a la población rural productiva de este lado, desde 1994 ha sido víctima de las exigencias de los arropados granjeros estadunidenses, a los que no les basta producir y vender a precios de dumping: Demandan mayores cuotas de acceso para sus productos agropecuarios, destinados preferentemente a la alimentación.
Los empresarios mexicanos no cuentan ni con el apoyo de la OMC
Los propios empresarios mexicanos, aun los asociados en las grandes cámaras, en constantes riesgos arancelarios, sólo tienen como último recurso la apelación al arbitraje de la Organización Mundial de Comercio (OMC); foro en el que no tienen garantizada siquiera la asistencia de sus contrapartes estadunidenses a los paneles de negociación de las controversias.
Como sea: Dado el fíat a la nueva zona proteccionista de América del Norte, algunos actores sienten que las navidades les traen un respiro. Esperemos que el Año nuevo no convierta ese respiro en suspiro. Suele suceder.
(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.