HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Tiempo de Cobrar Agravios Políticos
Si Chávez es un santo —«el santo más noble», glorificó Ortega—, el compañero López Obrador es espada universal de paz y honestidad. Si Maduro vio a Chávez convertido en pajarito, el nicaragüense identifica al comandante eterno como uno de los pocos hombres que «a los pocos días resucitan».
Ni las occisiones de Ximena y José —funcionarios del gobierno de la Ciudad de México— enlutaron tanto como Castro y Guevara esculpidos en bronce, levantados de sus asientos para meterlos en una bodega. Castiga Layda a un periodista, pero encubre a tres hombres que atacaron sexualmente a una joven, cuyos padres cobran en su gobierno. A la Nahle se le acaba de morir de un infarto de plomo y pólvora, un segundo taxista secuestrado por matones a sueldo.
«No somos juniors abusivos del poder», dijo Andrés Manuel chico cuando su padre peleaba la silla del águila de Palacio Nacional. Hoy lo es, no sólo por quitar el adverbio a la oración, sino porque además de abandonar el deber —¿se atreverán a separarlo del cargo?—, realiza un vuelo de placer al país que recién la extrema derecha ganó el parlamento. Los trabajos para organizar los comités morenistas, sin el secretario de Organización.
Al junior, por nombre y el legado de su padre, y por su nuevo estilo de vida, lo salió a defender el compañero Noroña como si tuviera una camisa de fuerza, y lo único cuerdo que dijo es no ser amigo de López Obrador, sino compañeros de lucha. «No somos iguales», atina Luisa María, la número 2 de la dirección nacional de MORENA. —Son peores, le responde la República Equis. Alcalde y López Beltrán son la continuidad dinástica de una izquierda que dice combatir privilegios, mientras los institucionaliza.
La nueva mafia del poder —régimen de pasiones o escuela del resentimiento— es una sucursal del manicomio de La Castañeda, con profesores frente a grupo como Chávez, Ortega, Maduro —buscado por EEUU y con recompensa— y LO, además de profesores a distancia como Castro y el Che Guevara. No dejen fuera al maestro Abimael Guzmán, el maestro luminoso que asesinó a más de cinco mil peruanos.
La no primera dama se estaciona en España, incongruente. Fue Beatriz Gutiérrez quien exigió al Rey Felipe VI disculparse con el pueblo de México y hoy hace una genuflexión ante él. Es emblema de una casta gobernante atrapada entre el resentimiento ideológico y el confort del poder junto a su pequeño hijo, pequeño de edad, no de volumen, que forma parte de la élite corrupta y viciosa por definición, como se le llama en Europa al populismo de izquierda.
Como internos de psiquiátrico, Adán Augusto, Monreal, Andrés Manuel chico —muy chico—, Esquer y Alcalde, le dan la espalda a la presidenta Sheinbaum, para no saludarla, en su asamblea informativa de marzo afuera de Palacio Nacional. Cuatro meses después es tiempo de definiciones y de cobrar afrentas. Esos cinco están siendo tratados como apestados políticos, sin necesidad de camisas de fuerza, dentro de su propio manicomio de poder —un simple ladrillo—: no por traidores, sino por prescindibles.
letraschiquitas
El número 1 del ayuntamiento de Cuernavaca, que lo será de jure a partir de 2028 por tercera ocasión, Daniel Martínez Terrazas, exigió a las fiscalías general y anticorrupción, castigo al exalcalde Antonio Villalobos y al exgobernador Cuauhtémoc Blanco***. Pasadito de peso —¿pero qué tal sus escoltas, esbeltas y guapas?— , el jefe de Policía de Cuernavaca, Guillermo García —su segundo apellido es Delgado—, no alcanzó a un grupo de mujeres que golpeaban a otra, embarazada ésta, ¡a dos cuadras de Palacio de Gobierno!***. Por no contar con pruebas fehacientes en contrario, la gobernadora Margarita González-Saravia defendió la honestidad de su ministra del Tesoro, Mirna Zavala, y con ello, no permitió que tiznen su regencia.