Prepárense, porque el Mundial 2026 no será solo una pasarela de goles de Lamine Yamal y supuesto patriotismo: será la mayor vitrina tecnológica que ha visto América del Norte. Mientras unos siguen discutiendo si el fuera de lugar fue justo, los que entendemos el futuro estamos viendo cómo la inteligencia artificial, la realidad aumentada y los estadios hiperconectados están tomando el control. México, Estados Unidos y Canadá van a convertirse en unos laboratorios vivientes de innovación. ¿Suena exagerado? Ya lo verás cuando el boleto lo escanees con la cara.
Por primera vez, tres países, México (CDMX, Guadalajara, Monterrey), Estados Unidos (11 sedes, como Los Ángeles y Nueva York) y Canadá (Toronto, Vancouver), unirán fuerzas para albergar el Mundial del 11 de junio al 19 de julio de 2026. Con 104 partidos y un nuevo formato de 12 grupos de cuatro equipos, la tecnología será la gran aliada para que todo fluya perfectamente.
La FIFA finalmente está apostando en serio por la innovación, y no es poca cosa. Estas tecnologías van a transformar por completo la experiencia del aficionado.
Desde mi perspectiva, esto es llevar el fútbol a otra dimensión: una donde la pasión se cruza con algoritmos, sensores y experiencias inmersivas.
El fútbol es emoción (especialmente para los valientes aficionados del Cruz Azul), pero también exige precisión milimétrica. Y ahí es donde la inteligencia artificial y los dispositivos de última generación empiezan a marcar diferencia.
• El Árbitro Asistente de Video (VAR), que amamos/odiamos, será más rápido y preciso gracias a cámaras de alta definición y algoritmos de IA. Decisiones como fueras de juego o penales se resolverán en segundos, sin interrumpir la emoción del partido. Algo que molestaba mucho en relación al VAR.
• Los jugadores podrían llevar dispositivos para medir su velocidad, resistencia y tácticas. La IA procesará estos datos para que los entrenadores, como en la NBA, ajusten estrategias al momento. Por ejemplo, si un rival ataca más por la izquierda, el técnico lo sabrá y podrá reforzar esa zona.
• La tecnología 3D Athlete Tracking, que brilló en los Juegos Olímpicos de París 2024, analizaría los movimientos de los futbolistas sin necesidad de sensores.
Esto ayudará a prevenir lesiones, como detectar si un delantero fuerza demasiado una rodilla al rematar. Me da tranquilidad pensar que Raúl Jiménez estará más protegido.
A su vez, los 16 estadios del Mundial serán como naves espaciales, diseñados para que los aficionados vivamos una experiencia única.
• Con aplicaciones, podrás encontrar tu asiento, pedir una pizza o un refresco sin hacer fila, y ver estadísticas en tiempo real, como cuántos kilómetros corrió tu jugador favorito. En México, estas apps podrían incluir menús con tacos y micheladas.
• Si estás en el estadio, la realidad aumentada te mostrará repeticiones y datos en tu celular, como si tuvieras un comentarista personal. Si estás en tu casa, podrás sentirte en la cancha con transmisiones inmersivas, como si estuvieras jugando FIFA.
• En la CDMX, el Zócalo se verá lleno de pantallas en el FIFA Fan Festival, como en mundiales pasados. Pero esta vez, la realidad aumentada podrá añadir efectos especiales, como fuegos artificiales virtuales tras un gol de la Selección.
Un evento tan grande, especialmente con el contexto político que estamos viviendo recientemente, requiere de seguridad de primer nivel y un compromiso con el planeta:
Cámaras con reconocimiento facial y análisis de Big Data en redes sociales detectarán posibles riesgos en tiempo real, como ya lo hace la herramienta FARO de
LaLiga para combatir el odio en línea. Esto tratará de garantizar que el Mundial sea una fiesta pacífica en estadios, aeropuertos y plazas públicas.
• Las sedes estarían usarán paneles solares, reciclaje avanzado y sistemas para ahorrar agua y energía.
• Como en París 2024, los drones iluminarán el cielo con figuras, como el balón del Mundial o el águila mexicana, durante las ceremonias de apertura en cada sede.
México no debe solo de ser uno de los tres anfitriones, sino un actor clave en el boom tecnológico. La Federación Mexicana de Fútbol ya usa IA para evaluar árbitros, y clubes como Rayados innovan con precios dinámicos para boletos. Pero el Mundial 2026 es nuestra gran oportunidad para posicionarnos.
Si México quiere empezar a jugar en las grandes ligas del deporte y la tecnología, es momento de invertir en startups deportivas. Ya hay ejemplos interesantes, como las empresas que están ayudando al Club América con analítica avanzada, pero apenas es el comienzo. Imaginen una app mexicana que traduzca las estadísticas del Mundial al náhuatl o al maya, no por folklore, sino para conectar el fútbol con nuestras raíces desde la inteligencia. O ingenieros mexicanos desarrollando algoritmos para gestionar estadios inteligentes.
A mi, lo que más me gusta del Mundial 2026 es que la tecnología puede hacer el fútbol verdaderamente accesible. Aficionados en comunidades rurales viendo los partidos con realidad aumentada, niños aprendiendo de geografía, matemáticas y cultura global a través de apps educativas del Mundial… eso es cerrar la brecha con innovación, algo parecido a lo que tratamos de hacer en Fundación Kooltivo.
Porque como decía, el Mundial 2026 no va a ser solo una pasarela de goles: va a ser el mejor escaparate de cómo la tecnología está reescribiendo las reglas del juego. Desde un VAR que ya no se equivoca (yo tengo mis dudas), hasta estadios que se autogestionan energéticamente, cada avance será una prueba de que el deporte ya no se juega solo con los pies. Y México, si se pone las pilas, puede ser mucho más que sede: puede ser el que vende la tecnología detrás del espectáculo.