La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través del Museo Nacional de la Estampa (Munae), presentan a tres de los más importantes creadores del arte gráfico en dos muestras que el público podrá apreciar a partir del 23 de marzo.
Elizabeth Catlett y Francisco Mora. Compañeros en el arte y en la vida y Decir luz es decir sombra. Saúl Kaminer son los títulos de los trabajos expositivos con los que reconocemos la trayectoria de estos artistas que con sus obras han dejado testimonio de lucha social, creatividad y dedicación al arte gráfico.
El Munae, perteneciente a la Red de Museos Inbal, reúne por primera vez la obra de la pareja conformada por la escultora y grabadora Elizabeth Catlett (Washington, DC, 1915 – Cuernavaca, Morelos. 2012) y el grabador Francisco Mora (Michoacán, 1922 – Morelos, 2002).
Los artistas formaron parte del Taller de Gráfica Popular (TGP), reconocidos hasta nuestros días por su gran calidad y por haber sido pioneros por usar la producción gráfica en beneficio de los intereses del pueblo — en el caso de Mora — y la lucha incansable contra el racismo y en favor de los derechos de las mujeres, por parte de Catlett.
Formaron una sólida familia en el México de mediados del siglo pasado, y como el título de la muestra lo indica, no solo integraron una pareja sentimental, sino que fueron compañeros y cómplices en el arte, en su forma de crear, de producir y más importante aún, en compartir una misma ideología basada en convicciones sociales igualitarias, así como en la denuncia y difusión de causas políticas y sociales revolucionarias.
La exposición, curada por el artista visual, investigador y docente Arturo Rodríguez Döring, reúne alrededor de un centenar de piezas, algunas provenientes del acervo del Munae y de la colección Mora Catlett, además de contar con publicaciones y un video.
Las estampas, realizadas con técnicas como litografía, serigrafía y grabado en linóleo, abarcan las épocas de producción de los artistas, en las que se incluyen los temas que abordaron durante sus vidas. De esta manera, el público podrá apreciar piezas que hablan acerca del campo, la minería, los contextos educativos y la historia nacional, así como el costumbrismo, los derechos civiles, las problemáticas sociales, la mujer negra, el baile y la música, entre otros.
Rodríguez Döring expresa: “Compañeros en el arte y en la vida es un diálogo entre dos extraordinarios artistas que trabajaron juntos como artistas, cómplices y esposos durante más de seis décadas, aunque cada uno forjó su propia trayectoria como artista”.
Esta exposición se realiza con el apoyo de los hermanos Francisco, Juan y Diego Mora Catlett, quienes además de facilitar el uso del acervo familiar, proporcionaron el video sobre sus padres y algunas publicaciones que son solo una muestra de los cientos de materiales que produjo Mora, no solo para la Secretaría de Educación Pública, sino para diversas organizaciones obreras y sindicales que apoyó durante su militancia como un artista comprometido con la sociedad.
Desde el punto de vista de Rodríguez Döring: “Básicamente, esta muestra es una extraordinaria lección de historia, ya que el matrimonio Mora Catlett representa una buena parte de los sucesos del siglo XX. Mora llega de Uruapan, Michoacán, a la Ciudad de México e ingresa a La Esmeralda y al todavía muy joven Taller de Gráfica Popular. Trabajó de cerca con los grandes muralistas de la época y se integra al proyecto educativo promovido por Lázaro Cárdenas en donde crea imágenes acerca de la expropiación petrolera, la educación y el trabajo en las minas. Además, ilustra la vida de los héroes de la Reforma y la Revolución e incursiona en la abstracción geométrica.
“Por su parte, Elizabeth Catlett, nieta de esclavos estadounidenses estudia en universidades para negros, da clases en el Harlem de los años treinta y trabaja con escultores europeos. Ella encabeza la lucha antirracista y el feminismo en Estados Unidos, además apoya a los grupos radicales en defensa de los derechos humanos y sociales. ¿Qué más podríamos esperar de esta exposición?”, declaró el curador.
Decir luz es decir sombra. Saúl Kaminer
En cuanto a la muestra dedicada al pintor y escultor mexicano, integra una amplia selección de piezas de diversos periodos y técnicas en las que Saúl Kaminer (Ciudad de México, 1952) pone a dialogar la bidimensionalidad de sus dibujos y estampas con obras que, a partir de éstos o en concordancia con sus planos, alcanzan la tridimensionalidad.
En palabras del curador Jaime Moreno Villarreal, “indaga en la obra gráfica de Kaminer para sondear un aspecto que distingue a su obra plástica y está presente tanto en sus cuadros pictóricos como en sus piezas de cerámica y esculturas: los traslados del plano a la tercera dimensión”.
El título Decir luz es decir sombra proviene de un verso de la poeta Esther Seligson, que aparece en la carpeta Constelaciones y misterios (2007), ilustrada con litografías de Kaminer y que podrá ser apreciada por los visitantes.
“En esta muestra, aunque no es antológica, puede verse una síntesis de mi trabajo a lo largo de 50 años, entre el siglo XX y el XXI. Se podrá ver la evolución temática y los cambios formales del lenguaje que van de la figuración a la abstracción. Me parece que esta exposición refleja y revela los vertiginosos cambios que vivimos actualmente”, expresó Kaminer.
Está conformada por más de 90 piezas que incluyen, gráfica, pintura, esculturas a muro, cerámica y relieves, además de carpetas, catálogos y una instalación exprofeso para esta exhibición. Entre las técnicas que destacan se encuentran: grafito sobre papel, aguatinta, aguafuerte, punta seca, litografía, serigrafía, improntografía, plexiglás, pintura al óleo, acrílico y cerámica de alta temperatura, así como cartón, madera, lámina de bronce y acero recortados.
Conforme a la investigación de Jaime Moreno, Saúl Kaminer es un explorador visual que, luego de su formación como arquitecto en la UNAM, emigró a París en 1976, donde se integró al colectivo MAGIE-IMAGE, uno de los últimos grupos que trabajaron en la estela del surrealismo, en torno a la figura del chileno Roberto Matta. Como artista, los desarrollos formales de Kaminer están inmersos en una búsqueda filosófica y espiritual. Es una persona reflexiva y alegre, abierta al diálogo y a la crítica, con un espíritu de aceptación de la diversidad cultural enriquecido por décadas de residencia fuera de México. Entre los aspectos característicos de su obra destaca la exploración de la luz y la sombras que produce una complejidad de niveles y volúmenes.
La apertura de Elizabeth Catlett y Francisco Mora. Compañeros en el arte y en la vida y Decir luz es decir sombra. Saúl Kaminer se llevará a cabo el 23 de marzo a las 12:00 h en el Munae, avenida Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México.
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