Claudia Rodríguez
Mi opinión es contundente. Por ahora no habría que seguir con ninguna obra aeroportuaria de costo millonario por más que se requiera, frente a la terrible pobreza en la que ya están plenamente enrolados millones de mexicanos, y otros millones más pierden desde poder adquisitivo, patrimonio y seguridad.
Es cierto que las obras de infraestructura generan desarrollo, pero en México no sucede como marca la regla. Las últimas mejoras en tierra, aire y mar; benefician en un porcentaje casi del 100 por ciento, a un pequeño grupo, los otros son sólo empleados y muchos más usuarios y pagadores de un servicio, por cierto, caro.
Es sintomático que grandes grupos empresariales estén tan ocupados en promover la continuidad de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), y por ningún motivo, cualquier otro aeropuerto. Sus empleados por ende lo hacen día y noche, sin descanso. La línea es exhaustiva. No se ha visto, más allá de los residentes en las medianías de Texcoco, hacer patente su desacuerdo en concluir la misma terminal aeroportuaria, pero no a más grupos de la sociedad civil y de peso específico, manifestándose de manera reiterada, por lo contrario.
Nos guste o no, como quizá en otros sexenios y con un nuevo jefe del Ejecutivo federal por arribar; vienen nuevas formas de administrar la nación, y aún más, con un enfoque en donde al centro debemos estar las mayorías, sin que eso quiera decir que otros igual podrán tener oportunidades pero no rapaces, tal y como se prometió en campaña.
No obstante, los privilegiados no quieren perder ni una pizca de sus prebendas y no sólo los constructores del NAIM y otras obras de infraestructura o desarrollo.
Ahí están igual los jueces del Poder Judicial que se oponen a un reparto más equitativo de los recursos, cuando dicen no a la reducción de sus salarios, con el argumento desconcertante de que al concretarse tal acción, se vulnera su independencia y probidad.
Lo cual quiere decir que si no se paga lo que ellos pretenden seguir recibiendo, las injusticias judiciales se agravarán.
En el aún presente sexenio, a la gran mayoría de los mexicanos nos han vulnerado con las Reformas laboral, energética, en telecomunicaciones, fiscal, educativa… y no por ello, la gran mayoría de nosotros hemos salidos a delinquir por ver mermado nuestro nivel de vida y bienestar.
¿De verdad el desarrollo va a despejar con un aeropuerto como el de Texcoco? Las remodelaciones y ampliaciones del Benito Juárez tampoco permiten contabilizar sus beneficios al crecimiento de la economía nacional.
La fórmula para paliar la pobreza y el empobrecimiento de más gobernados, requiere otras vías y regulaciones.
Acta Divina… “Pérdida de tiempo la consulta sobre el NAIM”: Ernesto Cordero, secretario de Turismo.
Para advertir… Lo que fue una gran pérdida y hasta retroceso para la Nación, es dejar llegar a estos neoliberales, a robarnos.
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