A medida que se acerca su segundo mandato, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se prepara para ejercer una presidencia notablemente diferente a la de su primer periodo entre 2017 y 2021.
Según un análisis del medio The Hill, esta transformación no solo se debe a un gabinete renovado, sino también a su experiencia acumulada y al contexto político actual.
Un Trump más experimentado
La principal diferencia radica en que este Trump «conoce mejor cómo funciona Washington». A diferencia de su primer mandato, donde buscaba cambiar la dinámica política, ahora está mejor preparado para navegar en el sistema. Sean Spicer, exsecretario de prensa de Trump, destacó que el nuevo equipo está «en una liga totalmente diferente» comparado con 2016. Además, la jefa de gabinete Susie Wiles ha aportado una mayor disciplina a la operación presidencial.
Respaldo del Partido Republicano
Trump llega a la Casa Blanca con un sólido respaldo del Partido Republicano, algo que no tenía en su primer mandato.
Esta vez, comenzará su gobierno tras una victoria en el voto popular y con relaciones establecidas con líderes republicanos como Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes. Esta base sólida le permitirá tomar decisiones más audaces, como perseguir a sus enemigos políticos.
Aprendizajes del pasado
En su primera administración, Trump enfrentó varios desafíos debido a su falta de conocimiento sobre el funcionamiento del gobierno.
Su intento de implementar una orden ejecutiva para prohibir la entrada de personas de países mayoritariamente musulmanes resultó en problemas legales y una ejecución desastrosa. Esta vez, cuenta con un círculo interno de asesores que han trabajado con él anteriormente, lo que le proporciona una ventaja estratégica.
Ideas inusuales y potencialmente desestabilizadoras
A pesar de su experiencia, Trump sigue siendo la misma figura impredecible que antes. Ha propuesto ideas controvertidas como la anexión de Canadá y Groenlandia, así como la deportación masiva de inmigrantes sin estatus legal.
Presión interna y alianzas externas
Trump también enfrenta presión interna por parte de sus aliados en la coalición ultraderechista, quienes han amenazado con hacer caer su gobierno si se hacen demasiadas concesiones. Sin embargo, cuenta con el apoyo de figuras influyentes como Elon Musk, quien podría utilizar su influencia para presionar a los republicanos que no apoyen la agenda de Trump.
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