-Victor Roccas.
127,091 muertes por homicidio desde el 2018 al 2021
112,511 hombres muertos por homicidio
13,506 mujeres muertas por homicidio
1,074 imposibles de reconocer género
-Cifras INEGI. (preliminares 2021)
188,262 reclusos en centros penitenciarios en México.
173,577 reclusos hombres
14,685 reclusos mujeres
-Cifras INEGI. (2016)
La palabra varón incluso ha sido fuente de controversia pues existen feministas que se han empeñado y logrado denostar el vocablo a fuerza de desvincular su raíz del sánscrito “vis” que significa virtud, virtud de ser, desconociendo igualmente la raíz latina “vir” que significa virilidad (virtud de virilidad), marginando de esa manera la palabra varón solo a la raíz latina “varo” que significa burdo, grosero y ”varus” que significa cojera como adjetivo calificativo de incapacidad (grosero e incapaz).
Que difícil, carajo, que complicado entonces resulta expresarse libremente en cuanto al feminismo, sobre todo si se tiene en suerte ser bendecido o maldecido por un cromosoma “Y”, y asevero que el feminismo y el machismo nunca han sido condiciones de genero sino lo son de poder y conveniencia resultando hoy alimento de la demagogia.
Pues no podrá negar el amable lector que antes de ser mujeres u hombres somos seres humanos, incluso antes de ponderarnos por género es más importante reconocer nuestra vulnerabilidad por edad, origen y condición socioeconómica.
¿Cuántos niños no son vulnerados ante monstruosos crímenes de adultos con poder ante la indolencia, incluso contubernio, de autoridades, estados, sociedades, doctrinas y costumbres?
¿Cuántos adultos mayores son marginados y abandonados a su mala suerte, desinterés, inconsciencia ya no de gobiernos sino de sociedades enteras y aculturación?
¿Cuántos jóvenes de origen humilde, escasos recursos e ignorancia son llevados a los extremos más crueles de una sociedad como es el crimen organizado, la violencia familiar, la migración, la explotación, la militarización, la corrupción, etc, y la imposibilidad de acceder a cualquier razón y derecho que los libere reconociéndoles como seres humanos?
Y lo más importante que, antes de toda consideración anteriores, deberíamos preguntarnos ¿Cuántos seres humanos no han sido y siguen siendo masacrados por el poder de unos cuantos entes, ¡Hombres y Mujeres!, que utilizan a la humanidad cuál carne de cañón, insumos o ganado para su beneficio particular, llámense gobiernos, iglesias, bancos, empresas, asociaciones, consorcios, sindicatos, partidos políticos, democracias, repúblicas, tiranías, etc?
Por ello se antoja que un distractor tan controversial como lo es el feminismo descarrile el tan relevante y más preocupante problema que es la dignidad del ser humano antes que la de un género o incluso la tan cacareada inclinación sexual sujeta en muchas de las ocasiones a modas de inocultable frivolidad, irresponsabilidad parental y mórbida decadencia.
Pareciera que hoy día la lucha por los derechos de la mujer superan con mucho los derechos de los niños, los adultos mayores, las personas de escasos recursos o incluso personas con discapacidad, llegando al extremo de implementar un sistema de castas moderno mujeril, igualmente es evidente que en todo el mundo las exigencias por el respeto a la diversidad sexual es absurdamente más notable que cualquier exigencia por el bienestar de millones de seres humanos que mueren de hambre y enfermedades.
Empero y lo peor del caso es que ya no es aceptado que un hombre ocupe atención mucho menos opinión de ello si antes no es aprobado y autorizado por la censura feminista aplaudiendo de antemano y de manera totalmente abyecta cualquier argumentación inflexible e intolerante del grupo de mujeres empoderadas dentro del feminismo…
Y perdone querido lector si no caigo en el “jueguito” absurdo de la acepción ¡lector o lectora!, mal empleando el género gramatical pues francamente seguir los pasos de tanto idiota ignorante de la legua española con aquello de “los, las y ahora, les” es para un servidor una soberbia pendejada siendo que el idioma español además de ser bellísimo es tan extenso que no hay necesidad de inventarle ni contracciones absurdas, atajos negligentes y mucho menos cacofonías de parvulario.
Así, se está retrayendo y amedrentando la opinión de cualquier individuo que, por azares de la naturaleza o mal fario, se defina como varón, caballero u hombre, que ni por asomo macho sobre amenaza de castración ideológica inmediata.
Pero reculemos un momento; ¿Acaso no recuerdan muchas feministas y defensoras de la dignidad de la mujer que tienen a su servicio a otras mujeres que, con la justificación de “ennoblecerlas” llamándoles trabajadoras domésticas a cambio de no nombrarlas fámulas, sirvientas, criadas o gatas, explotan bajo prepotencia económica dispensándoles trato humillante y condiciones laborales indignas todos los días?
¿O qué decir de esas cientos de miles de jovencitas, algunas seguramente menores de edad, provocando descaradamente la sobreproducción hormonal de los hombres a ritmo de cualquier ritmo de regetón, cumbia, rap, para sobre calentar la imaginación erótica masculina a base de vulgaridad?
¿No se imaginan esas feministas que son justamente esas otras mujeres las que retraen la dignidad de todas las mujeres a solo carne para el placer depravado de poderosos que pagan bien por tal servicio y condición?
Solo es necesario adentrarse unos minutos por el mundo del TikTok o de otras redes sociales para dar cuenta de que son las mismas mujeres las que se denigran y deprecian mostrando que su único valor es la apariencia, la vanidad, la frivolidad, la incitación sexual, la insinuación erótica llevada al extremo grosero del “canchondeo” y su cualidad física como mercancía en oferta empuñando la frase mercantil aquella de “el sexo vende”.
¿O acaso se olvidan esas defensoras a ultranza de la dignidad de cada mujer que dentro de sus retablos de purificación feminista en Televisa, TV Azteca, Univisión o tantas otras empresas mediáticas nacionales e internacionales se acostumbra (desde hace !décadas¡) la explotación, abuso de niñas, y niños desde luego, y adolescentes a consentimiento de madres y padres ambiciosos e inhumanos para complacer las desviaciones de ejecutivos tan desviados como los sacerdotes católicos pederastas de una religión abanderada por esas mismas mujeres que se inclinan ante la figura de cualquier prelado o le besan el anillo a cualquier encubridor de pederastas con capelo o mitra?
Lamentablemente un escribidor constata a diario como adolescentes y jóvenes mujeres se arrojan sin consideración alguna al libertinaje y vulgar complacencia de la apariencia intentando encontrar oportunidades fáciles dispensadas por personajes de poder, más lamentable es que en una país tan debilitado por un gobierno infiltrado por los poderes fácticos y el crimen organizado, por una sociedad alienada, por una religión retrograda, por el dogma del mercado, la competitividad y la migración ilegal orillando como último recurso a esas mujeres a la explotación, violación, esclavitud y muerte ante la mirada hipócritamente alarmada de otras tantas mujeres empoderadas que han sido parte integral de la degradación de mujeres, de niños, de adultos, de hombres es decir de cualquier otro ser humano.
Un servidor afortunadamente cuenta con el respeto, la amistad y cariño de mujeres que se precian de ello por ser cultas, inteligentes, conscientes, críticas, escépticas, mujeres que han superado desde hace tiempo el estancamiento pintorésco de considerarse afrentadas por el hombre, mujeres satisfechas más allá de solo un rostro hermoso, un cuerpo escultural o un cromosoma que supuestamente clama y requiere ser enaltecido por la estúpida opinión popular.
La historia nos ha dado muchos ejemplos de mujeres extraordinarias, algunas prepotentes, otras poderosas, algunas audaces, valientes y otras manipuladoras, mujeres inteligentes o estúpidas, mujeres cultas o vulgares, mujeres que como todo ser humano ostentan o carecen de la más maravillosa característica del ser humano, la consciencia.
Sin embargo debo decirlo, el ocaso del varón ha llegando, a los hombres en general les da pavor declararse en desacuerdo ante toda argumentación feminista, los hombres se han convertido en lo más triste a lo que un ser humano puede retraerse, a la castración ideológica, a la falta de capacidad para dignificarse primero como ser humano y luego como hombre.
El feminismo le ha carcomido el cerebro, le ha capado la dignidad olvidando que primero somos seres humanos y no entes que merecen ser castigados o privilegiados por un gen, un dios o una estúpida retribución de moda que oculta, distrae otras desigualdades más inmediatas y graves.
No soy machista, abomino a cualquier hombre que actúe como macho pues en ello se implica la prepotencia, el dominio, el oprobio y la ignorancia e igualmente no acepto la argumentación feminista que retrae a cualquier hombre al miedo, a la culpabilidad y al castigo por un dilema de poder… justo como lo implica la religión cristiana y su pecado original contra la mujer.
Cuando las redes sociales y medios de comunicación y publicidad comiencen a evidenciar mujeres mostrando su inteligencia, cultura, conocimientos, consciencia, crítica, coherencia razonamiento y consciencia en vez de su apariencia, belleza, combatividad febril, rebelde competitividad, libertinaje o la publicidad de sus partes íntimas como catálogo de compra-venta, entonces realmente las mujeres habrán entendido el concepto de dignidad y valor como seres humanos ante cualquier poder, y no acusando a todo hombre de denigrarles y violentarles.
Todo niño y toda niña deberían entender su dignidad y derecho a ser procreados por un hombre y una mujer que se cuidan, se respetan, se complementan, se ayudan con inteligencia, cultura, consciencia y libre uso del pensamiento.
Lamentablemente el feminismo se ha convertido hoy en el ocaso del varón.
-Victor Roccas.