Claudia Rodríguez
El crimen de la intolerancia
Cuántas imágenes, videos, informaciones, análisis y disertaciones se han vertido en los últimos días en torno al hecho ocurrido en una tienda Walmart en El Paso, Texas; en el que Patrick Crusius de 21 años, durante un lapso de 20 minutos disparó contra la gente hasta que terminó por rendirse ante un equipo de asalto de la Policía texana, misma que advertiría que se había tratado de un crimen de intolerancia, ya que en las redes sociales del tirador, se ventilaba como apoyaba abiertamente la política del presidente Donald Trump en contra los inmigrantes indocumentados.
Entre al menos cinco decenas de muertos y heridos, ocho mexicanos fueron víctimas fatales del crimen de odio; sentimiento que no pocos profesan contra los que no nacieron en tierra estadounidense y que no se asemejan en sus características físicas.
El odio se apodera de la casa
En México no se ha dejado aún de lamentar el tiroteo en Walmart por lo que puede ser llevar al extremo la animadversión hacia los otros, pero tampoco salimos limpios en ese campo cuando aquí mismo se ha desatado una guerra sobre todo en la cancha de las redes sociales en las que se siembran prosas llenas de xenofobia y clasismo hasta el extremo del odio, por pensar distinto y sobre todo, por haber sufragado de manera antagónica en las pasadas elecciones federales.
El odio por pensar y ser distintos, es también una marca de la nueva era en México, que en cualquier momento casi sin pensarlo, podría salirse de cauce.
Somos un país dividido, dicen unos que, por chairos y fifís, la verdad es que lo estamos por haber votado distinto, aunque la gran mayoría estemos en el mismo barco que lleva muchas décadas a la deriva. Todos a querer o no, jugamos el juego de la democracia a la mexicana en donde el voto tiene diferentes orígenes.
No es momento de enconos que nos pongan en la ruta de una lucha encarnizada entre unos y otros, misma que tanto criticamos practican algunos vecinos supremacistas, o incluso criminales en contra de la sociedad que aniquila de forma violenta, despiadada y sangrienta.
No vemos al interior
Es fácil hacer con rapidez una crítica de la antipatía que algunos nos profesan más allá de nuestras fronteras, pero nos ponemos una venda en los ojos cuando se trata de examinar nuestro comportamiento hacia nuestros pares por sólo pensar y actuar distinto.
Los mexicanos estamos divididos y en medio de esto hay una clara sustancia de rispidez y venganza por quien nos representa en el Ejecutivo federal y por quienes no llegaron a ese puesto. Si tan sólo pensáramos que ellos sí se pueden sentar a platicar o a dirimir hasta con un café, una copa o una comida de por medio.
El odio, siempre refleja intolerancia.
Acta Divina… El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, criticó la posición del Gobierno Federal, luego de la masacre cometida por un estadounidense, quien mató a por lo menos 8 mexicanos en El Paso, Texas, empujado por un presunto odio racista.
Para advertir… La paga en el ojo ajeno.
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