ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
Con todo y la alharaca que AMLO creó alrededor del fallido juicio a expresidentes nada se hace para llamarlos a rendir cuentas.
Ni se hará.
Puro bla, bla, bla en las “mañaneras” …
… y cero acciones.
Los peñistas atracomulcas, por lo pronto, se saben a salvo.
Para garantizarlo ahí está el pacto de impunidad firmado en lo oscurito por Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
El bandido autoexiliado en Madrid se comprometía a través de ese instrumento a no meter las manos para apoyar al candidato presidencial del PRI –¡de pobre ingenuo fue el papel que jugó José Antonio Meade!– y a no estorbar la campaña del originario de Macuspana.
Éste, por su parte, habría firmado que no se perseguiría a ningún miembro de la pandilla jefaturada por EPN y que tenía como consiglieri a Luis Videgaray.
Ahí está para comprobarlo la reciente exoneración que la Función Pública de Roberto Salcedo hiciera de la inhabilitación del antipático Videgaray que la Secretaría de la Función Pública de Eréndira Sandoval le impusiera hace tan solo unos cuantos meses.
Pero, más aún, ahí están también los incuantificables privilegios de los que goza el truhan Emilio Lozoya Austin por parte de la autónoma (jejeje) Fiscalía General de la República que todavía encabeza el cada vez más impresentable Alejandro Gertz.
Privilegios que, dijo apenas el prócer, son legales, pero inmorales.
Aparte de Videgaray, de El Niño Ñoño Nuño, de El Chino Osorio Chong y otros del círculo más íntimo del también sospechoso de uxoricidio Peña Nieto, ¿también está incluido Lozoya en el pacto de impunidad EPN-AMLO?
Porque ni modo que Peña Nieto no haya pensado en quien tanto dinero le dio desde la campaña electoral.
¿O será que, además de todo, Peña es un malagradecido?
¿Usted qué cree?
Que Luisa María bebe un poco
La versión corre en todos los pisos del edificio que a la vera del Periférico ocupa la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Que la titular de la dependencia está enferma.
Que por eso asiste poco, muy poco, a sus oficinas.
Tan joven ella y dicen que ya es víctima de una enfermedad que, de acuerdo con el diagnóstico de la Organización Mundial de la Salud, es incurable, progresiva y mortal.
Y, caray, ¿cómo no estaría enferma?
Sobre ella gravita prácticamente toda la familia.
La madre, Bertha Luján que ocupa un alto cargo en el Movimiento de Regeneración Nacional.
El padre, Arturo Alcalde Justiniani, como factótum de la dependencia. No la deja ser ni hacer.
La hermana, Bertha Alcalde Luján, nueva responsable jurídica de la Cofepris, a partir de que la Marina Armada tomó sus instalaciones.
Toda la familia es cuatrotera.
Y según cuentan, todos giran en torno a ella.
Demasiada presión.
Por eso, por ejemplo, aquella virulenta reacción cuando hace poco más de un año, justo cuando la pandemia de coronavirus estaba en sus máximos, fue captada sin cubrebocas cuando en un supermercado compraba varias botellas de vino.
No porque no usara el cubrebocas…
… sino por las botellas de vino.
¡Pobre!
Ojalá se atienda, porque de ser ciertas las versiones, su enfermedad irá en aumento y puede provocarle un desenlace fatal.
Indicios
Una de las características más nocivas de la “institucionalidad” de los priístas es que ellos amoldaban su ideología a la del presidente en turno, en lugar de que los presidentes se sujetaran a los principios y documentos básicos del que fuera el organismo electoral dominante durante décadas. La “adecuación” más reciente se dio con EPN para justificar la entrega de los recursos naturales de la Nación a privados y a extranjeros –léase: Reforma Energética–, y ahora los tricolores están metidos en un brete pues, si quisieran sumarse a Morena para aprobar la contrarreforma eléctrica, tendrían que ir en contra de esos principios. Aunque lo solucionarían al estilo Groucho Marx, pues también tienen otros. ¡Y Alito que aún no sabe qué hacer con su partidito! + + + Por cierto que esa reunión anunciada ayer de panistas, priístas y perredistas con los capitostes de la iniciativa privada Claudio X. González Jr. y el coparmexo –y aspirante presidencial– Gustavo de Hoyos sonaba, en un principio, que tenía como objetivo recibir órdenes. + + + Y por hoy es todo, ¡que siga siendo una gran semana! Y, como siempre, ¡que haya buenas gracias y muchos, muchos días!
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