La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
No es lo mismo izquierdista de última generación que izquierdista de generación espontánea
Sergio Gutiérrez Luna, es un político formado en el partido Acción Nacional de Sonora, desde luego, cuando el barco albiazul comenzó a zozobrar, como muchos otros, decidió brincar a la pujante 4T, así de sencillo.
Es claro, que no existe ningún reglamento que prohíba el chaqueteo político, sin embargo, en el Movimiento de Regeneración Nacional, hay una suerte de ‘guardianes ideológicos’ entre los que destacan John Ackerman y Paco Ignacio Tabio II, encargados de que los personajes indeseables (para su causa), no escalen posiciones en el proyecto. No sobra decir, que la señora Sheinbaum simpatiza con estas ideas e, incluso, es la candidata del sector de los ‘puros’.
La mejor muestra de lo anterior, se puede verificar con el caso de Manuel Espino, que con la venia presidencial buscó ser candidato a gobernador de Durango, pero este bloque que resguarda las buenas costumbres morenistas se lo impidió, consideraron (con toda lógica), que era una afrenta que un panista los representara.
En este contexto, es importante señalar que los políticos que formaron parte del tricolor son más tolerados, pero los de sangre azul tienen un repudió garantizado, como excepción, la tía Tati y Bernardo Bátiz, son de los pocos aceptados en la elite del lopezobradorismo.
Además de lo arriba planteado, debemos agregar que el gobernador Cuitláhuac García, también forma parte de este sector radical, en su momento apoyó a Porfirio Muñoz Ledo por sobre Mario Delgado y es de fama pública que, su favorita, para el 24, es Claudia. Tampoco sobra subrayar, que no puede ver ni en pintura a Sergio, justamente, por arribista.
Así las cosas, no sería extraño escuchar, por ejemplo, al senador José Narro descalificando las aspiraciones de Gutiérrez Luna, además de sacarle los trapitos al sol, por lo tanto, podemos dar por descontado que los mismos que taclearon a Espino, lo intentarán con el ‘checo maravilla’ en sus deseos de llegar al Palacio de Gobierno en Xalapa. Ser Che(u)co, no significa ser de izquierda.