Redacción Mx Político.- El cambio repentino de Beijing de contener COVID-19 ha causado nerviosismo en todo el mundo, y Estados Unidos dice que puede restringir los viajes desde China luego de su decisión de poner fin a la cuarentena obligatoria para las llegadas al extranjero.
China eliminó el lunes por la noche la cuarentena para los viajeros entrantes a partir del 8 de enero, desmantelando la última pieza restante de su estricta política de cero-COVID y poniendo fin a algunas de las restricciones fronterizas más duras del mundo.
La medida fue recibida con júbilo por los ciudadanos chinos, que se apresuraron a reservar vuelos internacionales, lo que provocó un aumento en los precios de los boletos.
Los hospitales y crematorios de toda China continúan abrumados por la afluencia de personas, en su mayoría de edad avanzada.
Los reporteros de la AFP vieron el miércoles a decenas de pacientes con COVID, en su mayoría ancianos, acostados en camillas en las salas de emergencia del hospital desbordadas en Tianjin, 140 kilómetros (87 millas) al suroeste de la capital, Beijing.
Se espera que «prácticamente todo» el personal médico continúe trabajando a pesar de dar positivo por el virus, dijo un médico.
Otros países han expresado su preocupación por la posibilidad de que surjan nuevas variantes a medida que China lucha contra el mayor aumento de infecciones del mundo.
Preocupación internacional
Funcionarios estadounidenses dijeron el martes por la noche que estaban considerando restricciones de entrada por COVID para viajeros de China, luego de que países como Japón e India introdujeron pruebas de PCR a la llegada para pasajeros chinos.
“Existe una creciente preocupación en la comunidad internacional sobre los aumentos repentinos de COVID-19 en curso en China y la falta de datos transparentes, incluidos los datos de secuencias genómicas virales, que se informan desde la República Popular China”, dijeron los funcionarios estadounidenses, refiriéndose a la República Popular China. .
Estados Unidos está «considerando tomar medidas similares» a países como Japón y Malasia, agregaron.
Taiwán, una isla autónoma que China reclama como propia, dijo el miércoles que también evaluaría a los viajeros del continente para detectar el virus.
Italia dijo el miércoles que haría obligatorias las pruebas PCR para los visitantes de China.
La flexibilización de las medidas por parte de China efectivamente bajó el telón de un régimen de cero-COVID de pruebas masivas, bloqueos y largas cuarentenas que ha estancado su economía y desencadenado protestas a gran escala en todo el país.
«Actualmente, el desarrollo de la situación epidémica de China es en general predecible y está bajo control», dijo el miércoles el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
“La exageración, la difamación y la manipulación política con motivos ocultos no pueden resistir la prueba de los hechos”, agregó Wang, calificando la información de los medios occidentales sobre el aumento de COVID en China como “completamente sesgada”.
Todos los pasajeros que llegan a China han tenido que someterse a una cuarentena centralizada obligatoria desde marzo de 2020. El período de aislamiento se redujo de tres semanas a una semana en junio y a cinco días el mes pasado.
El final de esa regla en enero también hará que el COVID-19 sea degradado a una enfermedad infecciosa de Clase B, lo que permitirá a las autoridades adoptar controles más flexibles.
Las autoridades de inmigración chinas dijeron el martes que reanudarían la emisión de pasaportes con fines turísticos a partir del 8 de enero, después de años de estrictos controles de salida.
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