Debido a la intervención quirúrgica a la que recién fuera sometido el señor Enrique Peña Nieto, volvió a la palestra el tema de las separaciones presidenciales del despacho de Palacio Nacional. Señala la Constitución que las ausencias temporales –hasta por 60 días– del titular del Poder Ejecutivo Federal serán suplidas por el encargado de la cartera de Gobernación, pero…
Desde el primer día de diciembre del año anterior, aún desde antes, el gabinete es bicéfalo. Una de las cabezas, la formal, la legal, es Miguel Ángel Osorio Chong. La otra, informal, pero real, es Luis Videgaray, quien despacha al frente de la Secretaría de Hacienda.
De hecho, las columnas periodísticas de gossip político dieron cuenta, los días en los que el Presidente Peña estuvo internado en el Hospital Militar, que ambos funcionarios acudían a rendirle parte a mañana y noche.
Videgaray es poderosísimo. Por tal resulta del todo increíbles las versiones, también soltadas en una columna de chisme político, en el sentido de que en el transcurso de una fiesta privada el Secretario de Hacienda hubiera sido reconvenido por el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, porque a éste “le parecía un error la forma como manejaba la política económica, con la que estaba en total desacuerdo”.
¡Increíble!
Primero, porque tal no es el estilo de Salinas. Quienes lo conocen saben que rehúye las formas francas, directas y abiertas. Que prefiere la insinuación insidiosa, el retruécano, o bien que usa a terceros para hacer llegar los mensajes. También porque nadie mejor que él conoce la cercanía, a prueba de cualquier perfidia, de Peña y Videgaray.
Luego, también, porque el propio Salinas se presenta ante los legos –y ante otros a quienes cree que todavía puede “apantallar”–, como el gran hacedor de las políticas públicas peñistas, o bien, que el actual gobierno sólo prosigue lo que él inició en su desastrosa Administración 1998-1994.
Por eso, y por otras cosas más, varias cabezas de despacho presidencial han escuchado la orden: “Escuchen a Salinas, pero no le hagan caso”.
Una instrucción que, por el caso del “hermano incómodo” de Carlos, quizá no escucharon bien en el ámbito del “independiente” Poder Judicial.
EL CASO DE “EL PATO LUCAS”
Vea usted la cercanía de Videgaray con Peña –y sobre todo la fuerza derivada de ella–, con el caso del despido fulminante o cese del sonorense Ernesto de Lucas Hopkins, quien durante los primeros cinco meses de este sexenio despachó como titular de ProMéxico, el organismo con más de 30 oficinas en el extranjero, encargado de promover negocios internacionalmente para los empresarios de nuestro país.
De Lucas Hopkins, a quien le gusta el apodo de “El Pato Lucas”, también presumía cercanía con Peña. Fenotípicamente parecidos –como en el caso del jalisciense Aristóteles Sandoval–, quien para esas fechas era diputado federal –junto con Videgaray– participó en la más reciente campaña presidencial como “jilguero”, amén de que en su currículo puede leerse que fue secretario de Seguridad Pública en el gobierno estatal de Eduardo Bours.
¿Por qué cesaron, pues a De Lucas? Son muchas las versiones, a falta de información oficial. Sin transparencia, la rumorología crece.
No obstante, una de las más certeras fue que, sumado a los gastos dispendiosos sin comprobar, a la presentación de facturas apócrifas, a la falsificación de correos electrónicos –todo ello del 10 de diciembre al 20 de abril–, el agua empezó a derramarse del vaso cuando el todavía director de ProMéxico hizo caso omiso de una indicación de Luis Videgaray para que incorporara a la dependencia a la también ex diputada federal Rosario Brindis, chiapaneca, del asociado Partido Verde.
Que, efectivamente, le dio oficina y sueldo, pero no funciones.
Y entonces Videgaray ordenó una auditoría a ProMéxico, que puso a temblar a De Lucas Hopkins.
Cuentan que llamó y llamó telefónicamente a Videgaray. Y que éste nunca le respondió la llamada. Y que ante ello corrió a Los Pinos. Ahí se entrevistó con Aurelio Nuño, a quien le contó sus cuitas. Que la auditoría, que Videgaray no le tomaba la llamada, que…
Cuentan que Nuño consultó el asunto con su jefe. Y que éste llamó a Videgaray por la red para preguntar el porqué de la situación con “El Pato”. Y que al relatarle Videgaray a Peña las aventuras de “El Pato Lucas”, la orden fue fulminante: “¡Césenlo!”
La versión que en Sonora cuenta Ernesto de Lucas es diferente, claro.
Dice que Peña lo mandó a Sonora a que se vaya preparando para hacer campaña por la gubernatura de la entidad.
Fuerte Videgaray. Sólido como una roca, ¿o no?
Índice Flamígero: Lo anunció Luis Videgaray en una entrevista radiofónica el 26 de julio. Que el gobierno federal presentaría su iniciativa de reforma energética en el transcurso de esta semana. Lo confirmó el Presidente Peña hace unos días: el miércoles 7 de agosto.