HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
La expresión del lenguaje popular de pechito tiene su origen en Monterrey y no es otra cosa que dar facilidades a otra persona para que lo ataque, eso es lo que en muchas de sus mañaneras hace el presidente como lo hizo en la de conferencia de este viernes, no una sino varias veces.
El presidente no se da cuenta o de plano lo hace a propósito, no sabemos con qué fin. López Obrador, posesiona a sus adversarios, cuando saca a colación críticas que no vienen al caso, como lo hizo ayer cuando leyó a nivel nacional y en horario para todo público el grosero tuit publicado en su cuenta de Twitter por el presunto científico Aldo Aldrete.
Algo que pronto puede quedar en el olvido, el presidente lo hace noticia que en las redes sociales, -las benditas redes sociales-, en unos minutos, se vuelva trending topic y de paso hace famosos a quienes lo publican como sucedió con esta persona que ahora está en todos los medios cuando pudo haberse opacado el mismo día.
El presidente se engancha con mensajes que ni siquiera lo mencionan, tampoco a su familia como sucedió con el texto que leyó ayer en Palacio Nacional. Esto no es la primera vez que sucede, pero además victimiza a su propia familia.
El presidente se pone de pechito cuando quiere ser sarcástico como ayer cuando en su arenga en contra de los científicos acusados por la FGR de delincuencia organizada, luego de mencionar que compraron una lujosa casa en Coyoacán, les dijo que por qué no en Iztapalapa.
El revire de los investigadores no se hizo esperar, ¿por qué el presidente no se sale de Palacio Nacional para irse a vivir a Iztapalapa o regresar a su casa de Copilco?
López Obrador también se puso de a pechito cuando señaló que en México “la justicia no es selectiva” y guarda en su clóset los casos de sus hermanos Pío y Martín Jesús pillados cuando recibían dinero de David León, o el de Bartlett y su hijo el vendedor de ventiladores con sobreprecio, por citar algunas perlas de impunidad en su gobierno de la 4T.
Presidente, mejor dediquese a realizar las funciones para las que lo mandata el pueblo. México tiene muchos problemas para que el mandatario haga las funciones de publirelacionista de sus críticos, aunque sean groseros con él y con su familia.
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Mal empezó el nuevo dirigente del Sindicato de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, producto de una elección manipulada por René Bejarano. Aarón Ortega se infartó cuando daba el discurso del triunfo como dirigente sindical de la poderosa organización.. María Elena Álvarez Buiya que cobra como directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, le respondió a una reportera que le preguntó sobre si ella había denunciado a los 31 científicos que persigue la FGR, “no sé de qué me hablas”, pero después se supo fue la abogada del propio Conacyt, que está bajo sus órdenes, la que presentó la denuncia ante el Ministerio Público. Cabe destacar que por primera vez vimos a Claudia Sheinbaum disentir con su jefe al que obedecer ciegamente, en tanto que Ricardo Monreal no es la primera vez que manifiesta una firme postura en contra una afirmación del presidente López Obrador con la que no está de acuerdo.
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@HctorMoctezuma1