La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
En las boletas son de colores, en los intereses, monocromáticos
En el último semestre, se organizaron dos eventos en los que se dieron marchas ciudadanas simultaneas en todo el país, para presionar en contra de la pretensión de ‘descuartizar’ al INE (López II dixit), las mismas fueron aprovechadas por el PRI y el PAN, que se asumieron como ‘defensores’ de la democracia…nada más falso.
Lo anterior se confirma, con la intención de acotar las atribuciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, misma que tiene como objetivo fortalecer la partidocracia y restar poder a los ciudadanos, de eso se trata, no hay que engañarse.
Y tan es así, que los dos partidos señalados más MORENA, son los principales impulsores de la iniciativa que buscar darles manga ancha a las dirigencias, con el afán de hacer del reparto de candidaturas un botín de guerra, además, de que los líderes en turno (Alito y Mario Delgado v.g.), puedan prorrogar su mandato recurriendo a triquiñuelas.
Así pues, la repartición equitativa de candidaturas, como también la inclusión de las minorías LGTBIQ+, quedan en riesgo de ser segregadas, en función de los intereses de los grupos fácticos, a lo que se agrega debilitar la fiscalización al financiamiento y los gastos de campaña, mejor negocio imposible.
En este contexto, las diferencias entre la 4T y ‘los moralmente derrotados’ se diluyen, cuando se trata de un juego de ganar-ganar, todo sea por seguir prendidos a la ‘ubre presupuestal’, sin tener que rendir cuentas.
Esto demuestra que, cuando los partidos se sienten amenazados, surge el gremialismo y la ideología es superada por el pragmatismo. Somos rehenes de las elites políticas.