Yo Campesino / Otra pantomima
- “El pueblo decidió”, necesitamos reforma electoral y nadie se opondrá
Miguel A. Rocha Valencia
Como una auténtica encarnación de la vox populi. La president(a) decidió que México necesita una reforma electoral y se hará, como ella ordene porque así lo quiere el pueblo agradecido.
Faltaría más que ante su potestad, los opositores quisieran imponer algún precepto en esa reforma o pretendan integrar parte de la comisión designada por ella con cabeza en el rábano Pablo Gómez Álvarez a quien oportunamente se sacó del fuego de la UIF y los lavadores de dinero que no persiguió a pesar de tener pruebas para encarcelarlos o al menos denunciarlos.
Es decir, los textos y los hilos de la tal reforma se manejan desde palacio Nacional, sin injerencia de algún agente ajeno al oficialismo que se encargará de revisar el texto presidencial sin mover un solo punto o coma, por lo que la consulta anunciada desde el púlpito palaciego, ya se realizó mediante una introspección de quien se afirma como la encarnación de la voluntad popular.
Por lo tanto, encuestas y consultas serán coincidentes con el proyecto ya armado que la manada de morena, PT y PVEM en el Congreso, habrán de aprobar en el tiempo y forma en que les ordenen desde la presidencia o desde La Chingada.
Todo está hecho y como dice la president(a) ya solo faltará la farsa de consulta con sus lacayos para aplicarla cuando ella misma desee. No creo que como sueña Ricardo Monreal, vaya a existir un encontronazo dentro del rebaño cuatrotero, donde los borregos ya saben qué deben votar sin análisis o lectura previa, especialmente si están de vacaciones o muy ocupados en el súper, para eso traen celular o Tablet.
La legitimidad del proceso no les importa, como ocurrió con la farsa y fraude de la reforma y elección judicial cuyo perfil oficialista estuvo cantado a través de los fraudulentos acordeones y legitimado por los órganos electorales, aunque sólo lo haya avalado el 10 por ciento del padrón electoral.
Lo único que harán es fingir un proceso donde incluso se echarán de habladas al viejo estilo para legitimar la farsa. La misma presidenta lo dijo entre líneas cuando rechazó cualquier injerencia de la oposición en la redacción o participación en la comisión encargada donde sobresalen unos cuantos floreros como la “talentosa y erudita” Rosa Isela Rodríguez o el ínclito vividor Arturo Zaldívar Lelo, entre otros destacados.
Total, para eso sirve el 75 por ciento de aprobación que tiene la científica entre el agradecido pueblo, aunque del otro lado cojee en eso de la seguridad y la corrupción, segmentos que nunca se mencionan en las mañaneras porque se les quita la costosa sonrisa.
Por cierto, me chismean que los “hacedores de la imagen” presidencial ya ganaron tantos millones que al finalizar el sexenio se podrían retirar de por vida en algún paradisiaco lugar del mundo.
Entre otros temas que no se dan a conocer en las mañaneras porque esos segmentos de las encuestas les borran la risa, desvanecen el bótox y sacan a relucir las arrugas está el de la corrupción que en opinión del pueblo sabio, va al alza y pasó del 64 por ciento al 66 por ciento y sólo un 25 por ciento del respetable dice que el gobierno lo lleva bien.
Obvio que los temas de Cuauhtémoc Blanco, Adán Augusto López y los otros López, resultan factores para que los agradecidos encuestados digan que la corrupción en el gobierno de la científica va en aumento.
Ahí se puede anotar que en la misma encuesta que otorga 75 por ciento de aprobación a la mandataria, el 48 por ciento opina que vamos mal en materia económica frente a un 42 que afirma estar bien, mientras que en combate al crimen se tiene un 44 por ciento negativo y 40 por ciento positivo, lo cual concuerda con los datos del Inegi en cuanto a percepción de inseguridad el cual indica que siete de cada 10 mexicanos nos sentimos en peligro.
En lo referente a los servicios de salud y los medicamentos que por más avisos y estrategias de reparto no llegan, la encuesta de El Financiero indica que hay 44 por ciento negativo y 43 dice que está bien.
Esos temas no se presumen, sólo se menciona el de la popularidad que obvio crece en la medida en que se reparte dinero gratis y por eso se entrega lana ahora hasta los menores de 60 años. Vamos a todo dar, un país improductivo porque nos hacemos más dependientes y conformistas.
Esa es en esencia la 4T empobrecedora para someter la voluntad popular mediante la pérdida de empleo y oportunidades de crecimiento.