Durante los casi setenta años continuos de gobiernos priistas, la frase “el que no tranza, no avanza”, fue permeando entre la sociedad, pero sobre todo para describir la forma en que los gobernantes, funcionarios y hasta burócratas de nuestro país, aumentaban su capital privado de manera vertiginosa, una vez que como se dice, cobraban del erario público.
Lo cierto es que ni los organismos e instituciones que tenían o tienen funciones para transparentar el gasto público y hasta las relaciones comerciales entre la Administración federal con particulares y empresas, han logrado frenar el enriquecimiento a veces inexplicables de tantos y tantos mexicanos insertos en el poder político.
Es cierto, como advierte el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani; el que los mexicanos muy seguramente ya estamos hartos de que día a día se conozcan los escándalos de políticos en activo o no, que de ninguna forma pueden demostrar que las riquezas que poseen son legítimas, fruto de sus remuneraciones tabuladas.
Gutiérrez Candiani, advirtió que es tiempo de pasar del escándalo a la acción para sancionarlos.
Más allá de que el presidente del CCE señale tal situación ante la Cámara de Diputados para empujar la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción, el hecho es que los propios empresarios están realmente desquiciados con tal situación. Pues la alta burocracia nacional se enriquece sin medida, mientras que la gran masa, los verdaderos clientes de los empresarios, se van quedando cada vez más sin poder adquisitivo.
Tranzar para avanzar, sigue siendo la opción para muchos que tienen los hilos de los contratos y las compras al interior de cualquier administración gubernamental.
Es patético conocer el que mexicanos burócratas, o cuando mucho gobernantes, legisladores y hasta jueces; posean verdaderas mansiones no sólo en México, sino también en lugares muy exclusivos del planeta que con sus sueldos serían imposibles de adquirir en tiempo récord.
Lo peor de todo, es que son ellos los que delinean, aprueban y hasta juzgan sobre las leyes y la violación de las mismas.
El caso es que los delincuentes de cuello blanco y mangas de cualquier color partidista, saben muy bien que en México, el que no tranza, no avanza.
Acta Divina… El Sistema Nacional Anticorrupción nos va a permitir combatir la corrupción en todos los niveles y, sobre todo, en aquellos lugares cercanos a la población que más les lastima, señaló el presidente Enrique Peña Nieto.
Para advertir… La corrupción a unos lastima y a otros enriquece.