Francisco A. Servín de Alba
(A los que muestran al mundo, quienes no escuchan)
Las olas militares del badajo, ensucian la playa del olivo.
La fatiga, que ahora tiene canas, se cansó. El dolor ya no es mudo.
No más partos de hielo. El mundo es de luz y la luna lo celebra.
El verde de hoy es distinto, no es oruga, es mariposa.
Mandatario, no es ser amo. Y, un chasquido de arrogancia
no es licencia de ladrón. Denunciemos. Con los progresos actuales
despreciemos la mentira, honremos al pasado no olvidando
los engaños. Lo que no gritemos hoy, no se cantara mañana.
Este planeta es de todos, merece respeto nuestra propiedad.
Somos adultos, nada de pequeños pueblos. Crecer en silencio
es fortaleza. Eso lo saben bien los que lloran; los que sueñan,
pero sobre todo, los que esperan, dignamente, otro porvenir.
Sordos!